Capitulo Dieciocho: La batalla contra Cornelius Darakar parte dos

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Yulian alerto a Susana que una miasma negra los estaba siguiendo, al momento que le dijo eso aquel objeto comenzó a disparar orbes negros que ni la propia luz del sol podía iluminar.

— Sujétate bien Yulian—grito Susana mientras comenzaba a maniobrar el vehículo para esquivar los orbes,

Uno tras otro los orbes impactaban en la autopista dejando deformidades a la misma, Susana acelero el vehículo a toda marcha mientras los orbes no dejaban de lloverle, uno paso muy cerca del vehículo desapareciendo el espejo retrovisor izquierdo y acelerando el corazón de ambos por el miedo, la miasma cada vez se acercaba más y más.

— Yulian—, donde está la próxima ciudad—Dijo Susana

Yulian consulto en el mapa del celular que había encontrado en el vehículo, pero este no tenía señal aluna, el recordó que el pueblo de Deragon estaba Cerca, aquel pueblo que Susana había mencionado, el mismo que se encontraba cerca de un rio en la provincia de Damasko.

El le dio la información a Susana quien rápidamente acelero aun mas el vehículo, pero Yulian se había dado cuenta de un detalle importante, no había personas o vehículos que pasasen al costado de ellos. Además, el cielo se había teñido de un rojo intenso, como el de un atardecer de verano, pero aún más rojo.

— Caímos en su maldita trampa—, El malnacido nos llevó a su dimensión, y el único que puede hacer eso es ...Cornelius Darakar, aquel que tiene mi corazón.

Después de decir esto el rostro de Susana había cambiado a un de terror muy profundo, sus sospechas fueron confirmadas cuando la misma empezó a hablarle a Yulian con gritos desde la distancia.

— Yulian Scared Lampierth, joven muchacho, deja el largo viaje que solo degradara tu alma—, La verdadera enemiga es la chica que tienes a tu lado, olvídala Yulian, ella solo desea el fin de la existencia misma, el fin del universo como lo conocemos.

La voz seguía hablando aun con mas fuerza, y Susana trataba de concentrarse en conducir mientras esa maldita voz volvía hablar.

— Eso Es algo ¡inadmisible!, siempre debe a ver un dios que rija el mundo o sino abra paso al completo caos.

Yulian ignoro dicha voz y trato de entrar a su mente con la ayuda de Priscilla, ella se desdibujo saliendo de su cuerpo para llegar a la miasma, pero para su mala suerte se dio cuenta que no podía entrar a la mente de esa cosa mientras no tenga un cuerpo físico. Sin tiempo a reaccionar la misma volvió a lanzar un orbe que cayo precisamente en la rueda derecha del vehículo haciéndola desaparecer, al ir a toda velocidad el auto de fue directamente hacia los sembríos y matorrales volcándose bruscamente rompiendo sus lunas y aplastando la parte superior.

El auto ya destrozado de detuvo, la primera en levantarse fue Susana, quien inmediatamente fue a comprobar el estado de Yulian, el estaba herido, aun ella desconocía la gravedad de sus heridas, lo saco del auto y lo cargo corriendo entre los sembríos de maíz mientras la miasma los seguía persiguiendo. Priscilla dentro de la mente de Yulian lo hace despertar ya consciente escucho lo que le dijo Susana:

— Yulian tenemos que enfrentar a Cornelius de alguna manera si el nos logra alcanzar será nuestro fin no tenemos posibilidades de vencerlo en su dimensión.

Yulian juntando fuerzas le respondió

— No puedo entrar a su mente Su, estoy herido no se que tanto pero no me puedo mover, me duele mucho la pierna izquierda y el hombro.

Susana al ver la gravedad de su compañero le dijo que ella iba a enfrentar a Cornelius directamente para tratar de que el manifesté su verdadero cuerpo y así el con la ayuda de Priscilla puedan controlar su mente, ella dejo a Yulian escondido en unos matorrales cercanos.

Yulian haciendo un diagnóstico de su cuerpo concluyo que, tenia la pierna izquierda lesionada y el brazo derecho fracturado, el seguía escondido y trataba en lo posible en no realizar ruido alguno mientras veía a Susana crear una onda expansiva, creando un claro para poder enfrentarse a Cornelius.

— ¡Cornelius!, Ven y toma mi alma—, Grito Susana a todo pulmón.

La miasma había quedado suspendida en el aire por un instante y acto seguido se abalanzó contra Susana atacándola ferozmente. Yulian se hallaba escondido entre la maleza, su cuerpo se había ensuciado con la densa tierra de los sembríos de maíz, el esperaba atentamente que Cornelius se materializara para poder dominar su mente y darle fin, pero poco a poco la esperanza de que eso pasase se reducía, los minutos pasaban y pasaban, Cornelius seguía con su brutal ataque sin dar respiro a la pobre de Susana, la hacia volar por los aires y de un par de movimiento la empasto contra el duro suelo de tierra de los sembríos, la miasma se alzo encima de ella y empezó a tirarle directamente esferas de gravedad, aquellas esferas no hacían desaparecer lo que tocaban, al contrario hacían que la gravedad que donde esas esferas cayesen se incrementara haciendo destrozos a su paso. Varias de esas cosas cayeron directamente en el cuerpo de la demonia, destrozando piernas, brazos, costillas. Yulian al ver este espectáculo de vida y sangre salió de los matorrales y le grito directamente a Cornelius que se detenga de una buena vez.

— ¡No!, Yulian—, Susana tosía sangre mientras decía—¡atácame! A mi Cornelius, ¡a mí!

La miasma tomo forma de nube negra espectral y rápidamente entro en el cuerpo de Yulian tratando de poseerlo. El callo inconsciente al suelo, ahora la batalla daba lugar en su mente, Susana no podía intervenir ya que la nube negra rodeaba el cuerpo de Yulian, en la mente del Cornelius se manifestó en una gran playa la cual era la mente de Yulian quien creaba el lugar de la batalla.

— Yulian, poco a poco tu cuerpo dejará de respirar—, y el control será mío, matare a Susana para darle fin a este pobre espectáculo, lo que Orión no pudo yo lo concretare.

Yulian no aparecía en su mente y Cornelius empezó a sospechar que algo andaba mal, de tras de el sin que se diera cuenta Priscilla se manifestó y entro rápidamente a la mente de Cornelius, haciendo que este deje el cuerpo de Yulian. Ya en la realidad Cornelius volvió a su forma de miasma y escapo del lugar rápidamente, el cielo volvió a un claro color celeste y el sol volvió a aparecer, los autos de la avenida principal volvían a pasar. Yulian aun mal herido se arrastro hacia Susana quien estaba bañada en un charco de su propia sangre, tenia heridas por todo su hermoso cuerpo, el solo atino a abrazarla y estar a su lado. Mientras el ya muy cansado se acostó, ella le comenzó a decir:

— Yulian, tardare unas horas en recuperarme, quedémonos aquí, quédate junto a mi—, lo siento si alguna vez te sentiste utilizado, pero ahora has sido testigo de lo que son capaces estos granujas, estando sola hubiera muerto.

— Te creo y te perdono—, no me separare de tu lado hasta que te recuperes por completo Susana, y en mi caso ¿también me recuperare? —Dijo Yulian.

Susana le respondió diciendo que el como es parte demonio ya que se volvió su familiar cuando tomo algo de su sangre para poder recuperarse, sus heridas y fracturas también sanaran, solo habría que esperar un poco más de tiempo. Yulian le respondió que habría que crear una nueva estrategia para poder hacer frente a Cornelius, y cuando sane por completo el la llevaría al pueblo más cercano.

— Si no fuera por Priscilla estaríamos muertos Susana—, ella me ayudo a expulsarlo de mi cuerpo antes que el lo poseyera totalmente, hay que estar muy agradecidos con ella Su.

Susana escuchaba con atención a Yulian hasta que dijo:

— Muchas gracias Priscilla, si me llegas a escuchar noto tu compromiso con la misión y estaré eternamente agradecida querida.

Priscilla dijo un delicado gracias la cual Yulian informo a Susana, ambos se miraron ya que estaban seguros de una cosa. Cornelius regresaría por su revancha.

De todo y sin armasWhere stories live. Discover now