Capitulo Diecisiete: La batalla contra Cornelius Darakar parte uno

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Habiendo terminado la batalla contra Orión, uno de los miles de cazadores del "Dios Bueno", Susana hablo un momento con Yulian, más que para calmarlo, le hablo para que asimile lo que acababa de pasar en aquel pueblo de Signos. Priscilla solo atinaba a escuchar ya que al estar refugiada en la mente de Yulian se hallaba mas tranquila, hasta hace un momento se desangraba en el pasillo de un hostal, pero al hacer el pacto con Yulian logro que su alma entre en su mente y así también poder seguir "viviendo".

Susana regreso al hotel y se dio un baño rápido junto con Yulian, ambos desnudos en la bañera solo atinaron a lavarse los cuerpos impregnados aun de la sangre de Orión, ambos cruzaban miradas hasta que Susana dijo:

— No tenemos tiempo para hacer, tú ya sabes—, debemos tomar un vehículo para ir a la carretera diecisiete, siento que en el siguiente pueblo llamado Deragon encontraremos al siguiente cazador.

— Como es que lo sabes—, Pregunto Yulian mientras terminaba de ducharse y secándose con una de las toallas del hotel.

— En la gaveta del auto inspeccione el mapa a detalle, la siguiente provincia cercana es Damasko así que allí podemos canalizar más energía para enfrentarlo.

Al decir canalizar más energía se refería a devorar más personas.

Susana y Yulian se cambiaron de ropa, la cual encontraron en unos armarios del hotel de unas personas que huyeron despavoridas cuando inicio la masacre, cogieron una gran mochila y la llenaron de algunas cosas básicas, como agua y comida no perecible. Susana salió del hotel y volvió al vehículo, pero antes de eso lo lleno de combustible, de un bidón que cogió en una gasolinera cercana antes de venir al lugar.

Una ves terminado todos los preparativos ambos subieron al vehículo, Susana tomo las llaves y logro arrancar el vehículo, así ambos partieron a la carretera diecisiete a seguir con la caza del siguiente cazador.

Dejaron Signos al alva, el auto se movió rápidamente, Yulian pudo ver como el paisaje cambiaba alrededor de el mirando como las casas acababan y se transformaban en arboles y una sola carretera los acompañaba, algunos carros cruzaban a su alrededor, pero al parecer nadie aun sabía lo que había pasado en Signos, ya que ni en la radio se escuchaba alguna información de aquella masacre en la que estuvo involucrado. El miraba a Susana Mientras conducía, tenia ojeras en los ojos, aquellos seguían de color amarillo y provocó un leve escalofrió en el cuerpo de Yulian, el solo atinó a decir:

— Susana, te quiero hacer una pregunta ¿alguna vez volveré a ser humano? Y si es así ¿seguirás a mi lado? —, trato de sonar lo menos cursi pero esta pregunta te quería hacer desde que estábamos en mi apartamento.

Un leve silencio invadió el vehículo, Yulian veía como Su pensaba que decirle. El sentía que hizo una pregunta demasiado sensible.

— Ay, Yulian—, no te puedo responder esa pregunta aun, pero lo que si te puedo decir es que te visitare de ves en cuando para poder compartir mas momentos románticos, eres el único junto con Priscilla que conocen mi historia.

— Entonces somos mas que fichas en tu retorcido juego— Respondió Yulian mientras miraba a Susana.

Ella detuvo el auto por unos momentos solo para poder responderle:

— Yulian, mi meta ahora es volver a recuperar mi corazón y espada, para poder seguir con mi viaje y poder derrotar a Silferem, aquel dios que me lo quito todo.

Susana volvió a pisar el acelerador y el carro hecho se a andar, Yulian le hablo de otros temas mas tribales mientras su alrededor los frondosos arboles daban paso a inmensos campos de sembrío cubiertos por un sol brillante. Yulian miro hacia el espejo retrovisor y vio una miasma negra los seguía a la distancia.

De todo y sin armasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora