𝐋𝐋𝐔𝐕𝐈𝐀 𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐀𝐕𝐄𝐑𝐀

Amanecer

A la mañana siguiente el despertador molesto hizo su entrada a la cabaña ¿Quién era? Nada más y nada menos que Chorotega-

ARRIBA! PEREZOSO DE MIERD* QUE YA HA SALIDO EL SOL HOMBRE! -dijo entusiasmado mientras arrojaba a Nueva España de la cama-

¡¡VATICANO YA DESPERTÉ!! -Dijo Nueva España aún saliendo del trance del sueño, frotó sus ojos y se estiró-

¿Qué es Vaticano? -Dijo Chorotega confundido, esa palabra era extraña nunca la había escuchado-

¿Que?... Ho... Eso... El Vaticano no es una cosa, es como tu-no como tú no... Es como yo -dijo Nueva España mientras se acomodaba la ropa-

¿Así que hay más de un idiota? -preguntó Chorotega aún que fue más para molestar a Nueva España-

¡Oye! No le digas así, él es lo más cercano a Dios -defendió Nueva España- Es un hombre Justo y ejemplar... Realmente es impresionante

-ladeando la cabeza Chorotega habla- ¿Dios? Así que también tienes dioses... Creí que no tendrías nada como eso -encogiéndose de hombros pues la cultura española no era de su más mínimo interés- en fin, venga vamos tenemos trabajo que hacer -Chorotega salió primero dejando solo a Nueva España-

...Vaticano... Padre... Me preguntó cómo estarás -empuñando su mano la lleva a su pecho- Me preocupa, el hecho de que pienses que morí... Y te descuides -juntando sus manos para hacer una oración donde desea que su padre adoptivo (el Vaticano) tenga salud y felicidad, al terminar sale de la cabaña y va a donde estaban Chorotega y Maya-

Tu si que eres lento, vámonos ya -se quejo Chorotega, antes de extender sus alas ¿Alas? -

E-esperen... ¿Desde cuando vosotros dos tenéis alas? -Nueva España estaba más que confundido, sabía que se convertían en grandes felinos pero en ¿aves? Que faltaba ¿Qué fueran capaces de volver en el tiempo?-

Ha... Si, no te dije pero tenemos la habilidad de copiar ciertas características de otros animales -Hablo Maya-

Además ir a pie contigo... No es muy buena idea que digamos hay muchas montañas y hay que subir mucho y casi nunca bajas así que iremos por los cielos -Agregó Chorotega-

Por... Por los cielos? -el corazón de Nueva España latió rápido realmente las alturas nunca serían lo suyo- Bueno Vale vamos... Pero yo no-

-Maya interrumpe tomándolo de la cintura- Yo te llevo -apegándolo a él, los tres empezaron el viaje-

-Al inicio Nueva España tenía miedo, ir por los cielos sin ninguna protección era peligroso, pero después con la ayuda de Maya y los insultos de Chorotega se tranquilizó, volaron por mucho tiempo y llegan cerca de la frontera con el Imperio Azteca-

¿Qué haremos aquí? -preguntó Nueva España quien creía que Chorotega y Maya iban a matar a todos los soldados-

No podíamos aterrizar en el lugar exacto a donde íbamos, así que tocará caminar desde aquí, no está muy lejos -Respondió Maya y tomando la mano de Nueva España empezaron el camino alejándose de la frontera del Imperio Azteca-

-Paso algo de tiempo antes de llegar al lugar, el cual estaba oculto en la selva. Primero pasaron por una aldea, Chorotega se encargo de conseguir lo necesario, Nueva España aún no se acercaba a las aldeas, muchos nativos odiaban a los españoles así que era mejor mantener la distancia, siguiendo con su camino llegaron a un templo que parecía estar abandonado era a donde se dirigían, sin soltar la mano de Nueva España entraron al lugar. En el interior de la pirámide estaban cuatro árboles grandes y hermosos, la luz del sol hacia que los árboles resplandecieran, Maya y Chorotega colocaron incienso, agua, flores, comida entre otras cosas, era como una especie de altar. Nueva España se limitó a observar manteniendo su distancia quedándose en la sombra, lo que hacían parecía algo sagrado y era mejor no interrumpir o eso creía hasta que Maya lo tomó de la mano y lo acercó

Ellas son mis hermanas y mi hermano -indicó Maya- Los que estaba al norte son Tehuacán y Azteca y...mi hijo... -dijo mientras señalaba tres árboles de ahuehuete- y el que está al sur es Tahuantinsuyo mi hermana menor -señaló un árbol de Quina-  todos ellos... Ahora están pueden estar juntos

-Aún que fuera algo de tristeza, no se sentía como tal era pacifico y hermoso, Nueva España tomó algo de valentía y sujeto la mano de Maya entrelazando sus dedos con el contrario, recostando su cabeza en el hombro de Maya Nueva España habló- debió... Ser difícil para todos...

Se hace lo que se puede... Por eso, tenemos que vivir y apreciar cada día, el hoy es lo único que esta asegurado en la vida -Maya le ve un momento y después regresa su vista a los árboles- ellos a pesar de su distancia y sus diferencias...son todo lo que tengo y ahora...

¿Y Ahora? -preguntó Nueva España en un tono bajo casi susurrando-

-Maya tomó ambas manos del español y viéndolo de una forma calidad habló- tú eres todo lo quiero...

-Esas palabras sorprendieron por completo al joven español, por alguna razón los latidos de su corazón se aceleraron, realmente le agradaba escuchar esa confesión del mayor, pasando el tiempo rindiendo culto a los que ya no estaban con ellos, Chorotega, Maya y Nueva España se dispusieron a salir del lugar-

yo...me quedare un momento más, los veré después -hablo Chorotega-

-Maya solo asintió, sabia a la perfección por que Chorotega quería quedarse mas tiempo, así que  para no molestarlo, Maya y Nueva España se alejaron, caminaron un rato  sin decir palabra alguna, solo veían los bellos tonos cálidos que el atardecer les ofrecía, sentándose en un roca ambos contemplaban la vista- 

Te sientes...bien estando aquí -pregunto Maya-

han pasado ¿que? seis meses ya desde que llegue a este lugar... -mostrando una leve sonrisa Nueva España sigue hablando- claro que me siento cómodo estando aquí, más si estas a mi lado

-Maya Sonríe- yo...quiero que te quedes a mi lado...hasta el fin de mi existencia -Maya desvía un poco la mirada para aclarar sus ideas, al tener mas o menos formulado lo que diría ve a Nueva España- a ti, te gustaría pasar, el resto de los días a mi lado -entre sus manos Maya tenia un anillo de Jade y Oro estaba nervioso ¿debía mostrar el anillo ya? ni siquiera sabia que debía continuar diciendo, los latidos de su corazón se aceleraban por los nervios-

-Nueva España lo ve, eso sin duda le sorprendió aun que el tiempo de estar junto a Maya era muy breve, no hace mucho que se conocieron aun así, cuando estaba a su lado él se sentía completo, así que mostrando una sonrisa Nueva España respondió-  si... me gustaría pasar el resto de los días a tu lado

-Colocándole el anillo sellaron dicha promesa con un beso cálido, ahora ambos se pertenecían uno al otro, en ese momento el tiempo se detuvo por un instante pues dos almas destinadas a estar juntas, realizaron la promesa de estarlo, el sol se despidió de ellos dándole paso a la bella noche quien los saludaba acompañada de las estrellas y bellas luciérnagas que alumbraban el lugar, así ese beso finaliza. Al caer la noche, ambos caminan de regreso a su hogar, Maya se transformo parte del camino para llevar a su amado a casa-

-El camino para ellos era difícil, Maya no quería dejar solo a Nueva España la mayoría del tiempo pero debía cumplir sus obligaciones como líder del Imperio, así que esa noche Maya se quedo pensando en como introducir al español al pueblo sin que los habitantes lo vieran como una amenaza, se quedo ideando un plan hasta el amanecer-