Annette Jefferson podía tener todo menos una vida perfecta; padres muertos y hermana mayor muerta. Vivía únicamente con su tía Ivy, la cual casi no le prestaba atención.
Su vida parece cambiar cuando empieza a tener sentimientos hacia la persona de...
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EPILOGO
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25 de diciembre de 1990
—¡ADRIK LEO BLACK¡ ¡DEJA A TU HERMANA!—exclamo Annette Black, de soltera Jefferson, mirando a su hijo mayor.
—¡Ella empezó!—se defendió el niño de once años—¡Me lanzo puré de papa a mi cabello!
—¡Por que tu te comiste mi postre!—exclamo Adriana Black, una pequeña niña de nueve años.
—¡Solo fue un poquito!
Annette soltó una risita mirando como sus hijos se peleaban por una simple rebanaba de pastel, de pronto sintió una mano sobre la suya y al mirar a su izquierda conecto sus ojos azul celeste con los grises de Régulus Black, su esposo.
El hombre de veintinueve años se inclino un poco para dejar un tierno beso sobre los labios de la castaña, aunque se vieron interrumpidos por una exclamación de asco.
—Por favor no hagan eso en mi presencia...—comento el pequeño Black dándole un sorbo a su bebida.
—Cinco galeones a que queda en Slytherin—murmuro Régulus en el oído de su esposa.
—Hecho.
Habían pasado casi catorce años desde que Régulus y Annette se besaron por primera vez bajo aquel árbol, luego de aquello las cosas habían mejorado, ambos decidieron comenzar una relación. Luego de que su sexto curso finalizara Annette acepto su oferta de vivir juntos y al graduarse de Hogwarts se unieron a la orden del fénix.
Sin embargo, no todo podía ser tan feliz como ellos hubieran querido, el treinta y uno de octubre de 1981 Lily y James fueron asesinados por Voldemort, mientras que Sirius fue encarcelado a ser acusado como el traidor y haber asesinado a Peter Pettigrew.
Annette intento reclamar la custodia de Harry Potter, el hijo de James y Lily, ya que era su madrina y tenia derecho. Pero al estar casada con Régulus Black y haber sido la mejor amiga de Sirius Black claramente no se la dieron, incluso le prohibieron acercarse al niño.
Remus Lupin se alejo sin siquiera despedirse, Annette lo entendía, ella hubiera hecho lo mismo si no estuviera con Régulus ni tuviera dos hijos.
El matrimonio Black-Jefferson comenzó a trabajar en el ministerio de magia, ambos como aurores. Luego de la muerte de los Potter se negaban a seguir viviendo en el Valle de Godric, es por eso que compraron una casa realmente linda en el centro de Londres muggle. No era ni tan grande ni tan pequeña, tenia todo lo esencial para una familia de cuatro integrantes.
Los pensamientos de Annette fueron interrumpidos por el sonido de unas hojas, alli fue cuando se dio cuenta que su hijo mayor había sacado un libro a mitad de la cena de Navidad y se encontraba leyéndolo. Desde muy pequeño Adrik había presentado un gran amor hacia la lectura, y en cada Navidad o cumpleaños pedía libros nuevos.
—¿De que trata tu libro, cariño?—le pregunto.
Adrik Leo alzo la mirada y le dedico una leve sonrisa a su madre: —Sobre las estrellas.
