Mina no había dicho nada y no sabía sí era una buena o mala señal.

Sólo espero que Dios sea compasivo conmigo sí es que la diablilla con cara de ángel, trataba de hacer algo.

**

Salude a Akira quien estaba en su despacho con varios documentos esparcidos por su escritorio.

Su reacción había sigo igual de afectiva que la de su esposa, después de todo éramos como familia.

Hablamos un poco de sus negocios, de la vida y sobre todo de mi vida romántica.

No era un secreto para nadie que me gustaba mucho la compañía femenina, así como también del secreto entre mis piernas; pero Akira era fan de la idea que compartía con mi madre.

Sentar cabeza con una buena chica y llamarla mi novia.

Si tan solo él supiera.

"Mira" me pasó los contratos "Los he leído más de cinco veces pero hay algo que siento les falta" me dijo

Revise los contratos, todos de compraventa entre las empresas de Akira y los Kim.

"¿Es el último paso para finalizar su relación con los Kim?" Pregunte desinteresadamente.

"Así es" sonrió " Esto alegrara a Mina" dijo en un susurro.

Trate de no tomarle importancia y continúe con mi trabajo. Al cabo de unos veinte minutos sabía lo que le faltaba.

"Akira, se que tienes confianza con los Kim pero, ¿que te parece sí le agregas una cláusula de penalización en caso de incumplimiento de contrato?" Sonrió

"Que haría sin ti, mi pequeño tigre de bengala" Me sonroje por que hacia tiempo que no me decir así.

"Entonces, ¿estas de acuerdo?" El asintió.

"Y me sentiría más confiado si tu la redactas" Y así pasamos las siguientes dos horas hasta que nos llamaron para cenar.

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Sentarme a un lado de Mina no era buena idea, nunca lo había sido.

Y tenía toda la maldita razón.

Su mano derecha descansaba en mi muslo izquierdo y la movía de arriba hacia abajo, mientras su padre hablaba sobre el crecimiento de su empresa.

Yo trataba de concentrarme en la conversación de su padre, sin embargo todo se iba al carajo cuando las caricias de Mina de hacían más persistentes.

Tome un sorbo de agua y casi me ahogo cuando la mano de Mina ahora estaba bajando la cremallera de mi jodido pantalón.

"Chaeyoung, ¿estas bien? Te vez un poco roja" la mire desafiante.

"Sí... Sólo .." Joder su maldita mano estaba dentro de mi bóxer " Necesito ir al inodoro " me disculpé y salí del comedor tratando de ocultar mi protuberante erección.

Nunca le sentir detrás de mi, nunca sentí cuando me tomo de la mano y me estampo contra la pared, mucho menos cuando sus labios tomaron los míos.

Sus manos estaban en mi cintura y las mías tomaron su rostro para volver a fundir mis labios en los suyos.

"Me estaba volviendo loca tenerte tan cerca y no tocarte" me susurro contra los labios para después bajarlos a mi cuello.

"Dios, Mina. Fue jodidamente sexy lo de la mesa pero también fue riesgoso" susurre.

"Pero te gusto" rodé los ojos y jadee al sentir sus manos dentro de mis bóxers.

"Sí, Minari pero estamos en casa de tus padres, por favor..." ella suspiro y asintió. Sacó sus manos de mis bóxers y acomodó bien mi pantalón y el cinturón.

Beso mis labios una vez más y esperamos hasta que mi jodida erección disminuyo.

Maldita diablilla con cara de ángel.

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Mi celular soñó pero estaba tan agitada que no me preocupe por tomarlo.

Tenía a Mina sobre mi pecho, con sus manos en mi cintura tratando de descender más allá de la cinturilla de mi ropa interior.

"Ugh! Ya me hartó el sonido de tu celular" y tomo y teléfono.

Al ver su cara, sabía que algo estaba mal por que se levantó de mi pecho y me aventó el teléfono a mi cuerpo y salió desnuda de la habitación.

"Sigo esperando tu mensaje, o no te gustó lo que pasó en el bar?" S.

Santa mierda.

"Minari, vamos... No tienes por que ponerte así.." La abrace por detrás de la cintura y bese su cuello.

"No me toques, Chaeyoung" suspire y apreté mi agarre en su cintura.

Se movió entre mis brazos y me abrazo por los hombros. Su cara se pegó en mi pecho, beso uno de mis senos y después beso mis labios.

"Es sólo que duele..." Susurro.

"Ya lo se... Igual todo depende de ti, Mina..." Ella asintió y volvió a besar mis labios, acurrucandose en mi pecho cuando habíamos llegado hasta el dormitorio nuevamente, entrelazando mis piernas con las de ella.

Y al final, así como Suho era la marioneta de sus padres, yo era la de Mina.

Shameless (Michaeng G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora