I'M NO EXPERT | BLEVILLE

1. Herbología

-Estoy harta de esto.- dijo Pansy mientras atravesaban el campus hacia los invernaderos. Se acercaba la Navidad y la nieve caía levemente, dando una atmósfera alegre.

-¿De qué?-  Preguntó Draco, sacudiendo un poco de nieve de su cabello rubio con molestia.

-Oh, ya sabes, estás suspirando por Potter, estás lloriqueando por Potter, estás mirando a Potter.- dijo, rodando los ojos cuando Draco la miró. Ella había estado tratando de hacer que Draco admitiera sus sentimientos por un tiempo, y eso estaba volviendo locos tanto a Draco como a Blaise.

-Pero además de eso, estoy cansada de tener que atravesar estas condiciones. Honestamente, este clima es terrible.- quitó un poco de nieve de su nariz.  Blaise puso los ojos en blanco.  Ciertamente estaba cansado de que sus dos amigos se quejaran de todo, ya fuera por Potter o por el invierno.

Entraron en los invernaderos de mal humor y ocuparon sus lugares en unas mesas de madera cerca de la parte trasera del invernadero.  Al menos hacía calor allí, para que Pansy dejara de quejarse sobre lo mucho que odiaba el invierno.

Blaise miró a Draco para ver que estaba buscando a Potter en el invernadero.

-Por favor, hazlo menos obvio.- suplicó Blaise, cansado del comportamiento de Draco.

-Cállate Blaise.- fue el comentario débil de Draco. No era culpa de Blaise que Draco estuviera prácticamente enamorado de Potter desde primer año.  Era natural que todos finalmente se cansaran de su comportamiento obsesivo.

La profesora Sprout entró al invernadero con un par de guantes en las manos y comenzó a explicar la lección. Debían cuidar del Geranio Colmilludo. Ahora que estaban en quinto año, tenían que aprender sobre las cosas más... extremas.

Los tres Slytherin intercambiaron miradas. Esta fue una tarea peligrosa ya que eran flores con dientes. Dientes muy afilados.

-Serán grupos de tres, ya que van a necesitar toda la ayuda posible.- anunció la profesora Sprout. La clase inmediatamente comenzó a charlar con entusiasmo. -El problema es que no pueden emparejarse con ningún amigo. Si los veo con alguien con quien siempre se juntan, tendré que separarlos.-

-¡¿Qué?!- Susurró Draco. Él parecía como si estuviera entrando en shock. Pansy le palmeó el hombro y se fue a buscar a alguien con quien emparejarse, mientras Blaise recorría la habitación con la mirada para encontrar un grupo adecuado. Vio al Gryffindor, Neville Longbottom y sonrió. Era bien sabido que Neville era particularmente hábil en Herbología, por lo que sería una ventaja tenerlo en su grupo.

Blaise se acercó al chico de Gryffindor y le tocó el hombro. -¿Te importa si somos compañeros?-

Preguntó, sonriendo fácilmente. Sabía que la planta en particular con la que debían lidiar era peligrosa y difícil de manejar, por lo que necesitaría un experto. O al menos, estar lo más cerca posible de uno.

Neville se sonrojó y murmuró algo tímidamente. Blaise frunció el ceño e inclinó la cabeza. -¿Qué?-

-Dije que t-tú podrías, eh... quiero decir, ¡no me importa que seamos compañeros!- Se sonrojó de nuevo y bajó la mirada. Blaise levantó las cejas y se encogió de hombros. No era novedad que Neville se dejara intimidar fácilmente.

-Necesitamos un tercero.- dijo, buscando en la habitación a una persona adecuada. No parecía que quedara mucha gente como una opción y se maldijo mentalmente. Debería haber estado buscando a alguien más para ayudarlos en su lugar de encontrar entretenimiento en el sonrojo de Neville.

-¿Q-qué hay de... Hermione?- Neville propuso después de verla, parecía estar buscando a alguien con quien emparejarse.

-Perfecto.- aprobó Blaise. Realmente era el grupo perfecto, con la bruja más inteligente de su año, el experto en Herbología y, por supuesto, él mismo.

Después de que Granger se les unió, se acercaron al Geranio Colmilludo. Blaise tuvo que admitir que estaba empezando a sentirse un poco nervioso. Existía una alta probabilidad de perder una extremidad o de que le arrancaran un trozo.

-No tienes que preocuparte.- aseguró Neville, como si notara el malestar de Blaise. -Estas plantas no son peligrosas a menos que hayan sido descuidadas.-

-Ese es el problema, Neville.- dijo Granger. -Tenemos que aprender a cuidar a los indómitos durante las próximas semanas.-

Blaise sintió que la sangre se le escapaba de la cara. No había forma de que se acercara a una planta que se había vuelto rebelde con dientes afilados a menos que quisiera perder una extremidad. Lo cual ciertamente no quería.

-Todo está bien…- aseguró Neville mientras se ponía los guantes. -Solo vamos a darle un poco de agua y tierra fértil hoy.-

De alguna manera, las palabras de Neville no hicieron nada para que las palmas de Blaise dejaran de sudar. No era un Gryffindor. No era tan tonto como para acercarse lo suficiente para regarlo, pero ¿qué opción tenía? Si quería pasar la clase con al menos un Aceptable, tenía que hacer lo que los Gryffindors consideraran oportuno.

-Accio regadera.- murmuró, llenándola de agua y entregándosela a Hermione. Ella había usado un hechizo flotante para regar la planta, pero eso resultó en que la regadera fuera devorada por el monstruo planta, salpicando agua sobre ella. En cualquier otra circunstancia, habría sonreído, pero tenía que mantenerse en buenos términos si quería sobrevivir el día.

-Bueno, al menos lo regamos.- suspiró Blaise mientras limpiaba un poco de tierra. Definitivamente no estaba de acuerdo con el trabajo, pero tenía que hacerlo. Rápidamente arrojó un poco de tierra a la flor gigante y retrocedió. Las enredaderas que salían de la base de las plantas empezaron a hacer coronas y a hacer volar la tierra.

Neville se volvió hacia Blaise y le dio una pequeña sonrisa. Tenía suciedad en la mejilla, que Blaise tuvo que contenerse para no limpiar por razones desconocidas.

Probablemente porque era un fanático de la limpieza.  O tal vez no, no lo sabía.

-¿Por qué no podemos simplemente aturdir a la maldita planta?- Murmuró para sí mismo mientras trataban de mantener la tierra en un lugar en vez de que la planta la tirara por todos lados.

Neville, que estaba al alcance del oído, dio un grito ahogado horrorizado. -¡No puedes hacer eso!- Susurró el chico.

Blaise se secó un poco de sudor de la frente. -¿Por qué no?- Preguntó. Sólo habían transcurrido cinco minutos de la lección y ya estaba agotado.

-No puedes aturdir a la planta incluso si quisieras.- explicó. - No responde a muchos hechizos, excepto a unos pocos excepcionales.-

Blaise tuvo que evitar reírse ante la explicación de Neville. Parecía saber mucho sobre plantas. A veces se preguntaba por qué el chico no estaba en Hufflepuff.

Pasaron el resto de la hora tratando de empacar la tierra alrededor de la flor.  Resultó ser un proceso difícil que los dejó físicamente agotados. Al menos no terminaron cubiertos de barro y arañazos como el grupo de Potter.

Blaise se rió cuando vio a Draco. Sus mejillas estaban rojas cuando Potter sacudía un poco de tierra del cabello de su compañero Slytherin. Supuso que era bueno que se llevaran tan bien. Quizás eso haría callar a Draco una vez que estuvieran juntos.

De alguna manera, Blaise lo dudaba.

-Uh, ¿B-blaise?- Preguntó una voz tímida. -T-tienes un poco de tierra en la frente...-

Giró para ver a un nervioso Neville apuntando a su cabeza. Sus mejillas estaban enrojecidas, haciendo que el estómago de Blaise hiciera algo raro.

-También tienes un poco de tierra en la cara.- dijo Blaise y casi extendió la mano para limpiarlo. Afortunadamente, Neville sacó su varita y se limpió la suciedad de la cara antes de que Blaise pudiera hacer algo tonto. Que no fue nada. En absoluto.

Sacudió la cabeza y se quitó la tierra de la frente, tratando de averiguar por qué de repente se sentía tan extraño.  ¿Quizás había comido algo malo en el desayuno? Tendría que preguntarles a sus amigos si también se sentían mal.

× × × × × × × ×

Hola, quiero aclarar nuevamente que la historia le pertenece a Treadmillofanxiety, yo solo la leí y me encantó así que le pedí permiso para traducirla, espero que también les guste :)