Inupi se había levantado con muchos mensajes en su teléfono, su familia felicitándolo y dándole buenos deseos.
Su hermana le había regalado unos tacones que quería, aunque sabía que el dinero se lo había dado su novio, Koko. Sus padres le hicieron un desayuno y mucho amor.
Seishu al revisar todos los mensajes de texto de sus familiares y amigos, se encontró con un número desconocido
"xxxx Hola, inupi. Feliz cumpleaños a tí, precioso.
Soy shinichiro".
La respiración de inupi se cortó. Estaba atónito por ver aquél mensaje. No preguntaría cómo consiguió su número, eso es lo más obvio.
Corrió a escribirle de vuelta y agradecerle.
" Gracias, shinichiro-kun <3"
La respuesta de Seishu era corta, casi todos sus respuestas eran así, pero ese simple corazón marcaba la diferencia.
A los minutos recibió otra respuesta de su parte
" Hey, Inupi. ¿Recuerdas que te pedí salir conmigo? ¿Aceptarás?".
Seishu casi lo había olvidado, rápidamente recordó la conversación que tuvo el día que lo trajo a su hogar.
"Por supuesto que sí, solo dime la hora".
Rápidamente recibió una respuesta:
"A las 10pm, primero debes pasar tiempo con tus amigos y familia. Te. Espero, lindo"
Y ahí iba otro apodo, con el mismo significado que el anterior. Inupi no dejaba de pensar que el mismo shinichiro le encontró un atractivo.
Suspiró haciendo Miles de ideas y escenarios sobre su cita de hoy. Era una cita, ¿Cierto?.
Decidió arreglarse y pasar el resto de día con sus amigos y familia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegó la tan esperada hora, Seishu ya se había puesto otra ropa. Consistía en una falda larga que tenía una abertura y una camisa ancha y sus nuevos tacones.
Les había informado a sus padres que iría a casa de los sano, lo cual no era mentira del todo, porque sí estaría con uno de los sano.
Se había dirigido hasta la vuelta de su casa, sabiendo que shinichiro estaría esperándolo ahí. Y sí fué, el mayor lo estaba sentado en su motocicleta con unos jean negros, chaqueta de cuero del mismo color y debajo una camiseta blanca.
El corazón de Inui dió un salto al verlo.
- Hey- le dijo.
- Hey- respondió.
Los dos de vieron, sus miradas recorrían los cuerpos ajenos, de arriba a abajo.
