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Capítulo 39

Gu Xiaoshan fue entretenido por él.

Esta podría ser la primera sonrisa despreocupada que Gu Xiaoshan le había dado a Renzi desde que saltaron al mar. Como si estuviera siendo bañado por una lluvia de primavera, Renzi sintió que un cálido calor se apoderaba de él. Pensó, realmente amaba a Gu Xiaoshan hasta la muerte, y estaba realmente dispuesto a gastar y perder su dinero si fuera por Gu Xiaoshan. En este momento, incluso deseaba que Gu Xiaoshan se declarara en bancarrota, ¡entonces Gu Xiaoshan podría convertirse en su bebé de azúcar!

Gu Xiaoshan respondió: "No digas cosas tan tontas".

Renzi objetó: "Esto no es tonto, lo digo sinceramente".

"Sus palabras sinceras pueden hacer que la gente malinterprete".

Renzi se sonrojó, "¿Qué entenderían mal?"

Gu Xiaoshan luego los enumeró uno por uno para Renzi. "Una vez le dijiste a Xiaowu que la amarías por diez mil años. Cuenta tú mismo, ¿cuántos años más le debes? Dijiste que querías casarte con He Rucui, luego le prometiste a Tiffany que registrarías tu matrimonio con ella en Las Vegas. ¿Cuántos cuerpos tienes para convertirte en el marido de tantas personas?

Renzi se atragantó, claramente no había una respuesta correcta a esto. Luego tartamudeó, "¿Q-quién es Tiffany?"

Gu Xiaoshan se rió, como si se burlara de él. "¿De Verdad? Por suerte te detuve entonces, y no te dejé hacer algo de lo que te habrías arrepentido de por vida. Ya no eres joven, ¿no debería ser hora de crecer? Deja de hacer cosas de las que te arrepentirías.

Renzi se puso de pie ferozmente. "Pero, pero fue claramente tú quien lo dijo ... Dijiste que todavía soy joven, dijiste que mi" índice de tolerancia a errores "es alto, dijiste ..."

Mientras Renzi hablaba, su voz comenzó a temblar, ya que se estaba poniendo emocional. Tampoco sabía qué estaba pasando con él, ¿de dónde provenían estas emociones repentinas?

¡Debe ser porque estaba furioso, estaba indignado, que sus sentimientos eran tan despreciados!

Sin embargo, por otro lado, tuvo que admitir que sus acciones anteriores fueron realmente irresponsables. Ahora, tenía que enfrentar las consecuencias de sus acciones irresponsables.

Él solo estaba ... triste.

Se podían ver lágrimas brotando de los ojos redondos de Renzi, y él apretó los dientes, tratando de contenerlos. Gu Xiaoshan no podía soportar mirarlo así, por lo que olvidó todo el "debería congelarlo", "tengo que ser frío con él, para que se rinda" y otros pensamientos similares que tenía. Él lo persuadió: "Por supuesto, todavía eres joven. Incluso si cumples los ochenta años, deberías ser como un niño. Será bueno así, me gusta así ".

Cuando Gu Xiaoshan terminó de hablar, sintió una facilidad indescriptible dentro de él. Parecía que no estaba tratando de convencerlo, sino que dijo la verdad que estaba oculta en lo profundo de él.

Al escuchar las palabras de afecto de Gu Xiaoshan, Renzi se recuperó. "Eso tampoco funcionará. Realmente no debería continuar de esta manera. Hermano Xiaoshan, tienes razón.

Esta comida terminó con una nota infeliz.

Gu Xiaoshan sacó a Renzi del restaurante, diciendo que había bebido, que no estaba en condiciones de conducir y que ya había pedido un conductor sustituto, y que regresarían a casa. Renzi luego dijo: "Vamos por el mismo camino, solo pedir un conductor sustituto estaría bien".

"No, voy a volver a la oficina".

Renzi estaba alarmado. "¿Por qué te quedas en la oficina todos los días? ¿No vas a trabajar hasta la muerte así?

Gu Xiaoshan se echó a reír: "¿Quién trabajaría hasta morir? No soy un empleado normal, si quiero acostarme en la oficina, puedo acostarme. Si quiero tomar té, solo tomaré té. Si quiero hacer ejercicio, lo haré. Qué cómodo ".

Renzi asintió con la cabeza. "Mientras estés cómodo".

Gu Xiaoshan y Renzi pidieron un conductor sustituto individualmente, y llegaron a sus destinos en un automóvil cada uno.

Cayó la noche y el cielo se llenó de estrellas. Gu Xiaoshan miró el paisaje fuera de su ventana e inesperadamente suspiró. Pensó que tenía un corazón de piedra, pero no esperaba que hacia Renzi no tuviera resistencia. Esto era algo que nunca antes había sucedido. Después de todo, pensó que Renzi era una persona que lo había acompañado desde que eran niños, y que era como su hermano menor. Por supuesto que sería diferente. Debería seguir congelándolo y tratarlo fríamente, solo con un método diferente. En dos días, Gu Xiaoshan se había asignado un trabajo que lo llevaría al extranjero, utilizando tanto el tiempo como el océano para aumentar la distancia entre él y Renzi.