LOS INCLUIDOS

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  Lo habían encontrado casi muerto de hambre en una casa en ruinas, lo habían incluido, y ahora estaba muy agradecido por ello.
   Los incluidos pertenecian a un ambicioso plan del gobierno, cuyo principal objetivo, era mejorar la sociedad mediante la cultura del trabajo. El había entendido ese claro concepto y lo llevaba marcado en la piel.
    Eran un grupo heterogéneo, en cuanto a sexo, edades, cultura, y habilidades. Por el momento no habían podido incluirlos a todos, pero según informara su coordinador de sector, estaban trabajando para poder lograrlo.
    Estaba conforme,  obvio, no todo era perfecto, había privaciones, pero al menos podías comer, muchos como el, antes de ser parte de este plan, estaban en la miseria.
    Por supuesto que había detractores, siempre había alguien que estaba disconforme. Pero al igual que el, ahora estaban incluidos.
    Este proyecto habia causado una gran controversia en la sociedad, básicamente dividida en dos corrientes de opinion, unos los odiaban y otros les tenían lastima. Su opinión personal, era que en realidad esas personas lo hacian, unas por ignorancia, y otras por vaya uno a saber que motivos.
     Si supieran, que tanto el como sus compañeros, ya estaban excluidos antes de ingresar al plan, ahora pertenecían al sector que engrandeceria y crearía una sociedad más homogénea e igualitaria.
     A el le encantaban los discursos del jefe, en vez de esas tipicos, trillados y enardecedores discursos de Barricada. El jefe los reunía a todos, y con voz suave y amable les informaba cual sería su premisor futuro, cuando la pandemia que azotaba al mundo finalizara.
     El, según sus capacidades o preferencias, les había dejado a su libre alberdrio, la elección de su actividad, estas para resumir se dividían en tres grandes ramas, PARCELAS, estas se encargaban de parquizar, sacar la basura, reciclar lo que servia, la que no, se enterraba o se quemaba. SEGURIDAD,  a cargo de mantener lo más posible el orden, y CULTURA esta última rama estaba compuesta por compañeros con inclinaciones musicales, prueba de esto era la orquesta sinfonica, que en nada tenía que envidiar a otras de gran renombre, que usualmente animaba estas reuniones y otro tipo de eventos.
     Nada es perfecto, esto es sin duda por las diferencias suscitadas entre las personas.
     El había notado que incluso entre los incluidos, se hacían diferencias. No todos, por supuesto el no se encontraba entre ellos, pero había algunos, que se creían superiores a los de parcela, por pertenecer a seguridad o cultura, siendo que todos tenían los mismos beneficios.
     Esto, según a su entender, se debía principalmente a la mezquindad, o incapacidad del individuo para visualizar la complejidad de un sistema, más allá del presente proximo, sin que esto ameritara, si era mejor o peor que otro. ¿Quien podría decir, quien era superior a quien? ¿ El que construía los cimientos de una nueva sociedad, o el que ponía el techo?
    Lleva mucho tiempo descifrar esto, pero es fácil una ves que dominas tu ego, y comprendes que todas las piezas de un mecanismo son esenciales.
    El se enfurecia, pero evitaba que está negativa y destructiva emoción emanara de su ser, cada vez que escuchaba las calumnias, mayoritariamente exageradas al ir de boca en boca.
    El le explicaba pacientemente, al generalmente exaltado portador del nuevo chismorreo, anteponiendo en muchas ocasiones su integridad fisica, la totalidad del plan, muchos de estos datos el los manejaba por su estrecha relación con el coordinador de sector, y refutaba las aberrantes aseveraciones totalmente infundadas, con una lógica prácticamente indiscutible.
    Algunos, por ejemplo decian que el nuevo hospital jamás funcionaria, a lo que el replicaba, diciendo que el mismo había supervisado la descarga de equipo médico de última generacion, como así cajas y cajas de suministros de la misma indole.
¿Por que alguien se tomaría tantas molestias en obtener tal cantidad de recursos, si no pensaba usarlos? Siempre ponía paños frios a estas situaciones, lo mejor era mantener la calma.
El jefe les daba lo necesario para subsistir dignamente, incluso había plan dental, "Para que las chicas se vieran más lindas" este, más otros beneficios, ya estaban instaurados hacia tiempo, cuándo el fue incluido, el hasta el momento no había necesitado utilizar esos servicios.
  El día poseía un desconocido nublado, un raro y sutil aroma, que no pudo dustinguir, flotaba en el aire.
  Debía hacerse cargo del primer turno de  vigilancia de la mañana, Aunque no se sentia del todo bien, había pensado pedirle al coordinador, que lo dispensase de tal tarea, pero seria hipócrita de su parte, ya que el, en numerosas ocasiones, había instado a sus compañeros a no remolonear ni quejarse por nimiedades diciéndoles.
   "Que estaban en su derecho de hacerlo, pero que a veces, no era conveniente hacerlo".
  El era firme creyente de que el esfuerzo y la constancia llevan al éxito por eso se encontraba ocupando su puesto.
—Buenos días compañero. —el saludo provenía de un joven alto y de nariz aguileña, que a menudo compartía guardia con el.
  Correspondió al saludo, lo más amablemente que pudo, le dolía la cabeza, y sabia por experiencia, que su execivamente locuaz compañero, lo pondría al tanto de todos los chismorreo más recientes, cosa que el no deseaba para nada.
—¿Te enteraste? Mas tarde habra reunión de nuevo. —Le informó su compañero.
—Si. Ya lo sabía. —contesto escuetamente. El conocía el cronograma, como no era conveniente interrumpir las tareas, las reuniones se harían por tandas, según sus cálculos, la primera del día ya había terminado.
—Seguro que nos pedirá nuevamente nuestro apoyo incondicional, me parece que al jefe le preocupa que los comunistas y los neoliberales, le quieran cascotear el rancho.
  El asintió, estos chismorreo eran de los más desgastantes, y su dolor de cabeza había empeorado, tendría que aguantar estoicamente, al menos su compañero le pasaría el parte durante diez minutos más.
  La hora de la reunión había llegado, aún le dolía la cabeza y sentía un poco flojas las piernas, pero el placer de escuchar lo que el jefe tenía que decir, le infundio ánimos.
  Ahora parado en primera fila, siempre lo hacia, esperaba ansioso su aparicion, junto a el estaba su compañero de guardia, a pesar de ser un chismoso, al igual que el, era un ferviente entusiasta del plan. 
  La orquesta comenzó a tocar la marcha, el corazon comenzó a latirle más rapido, estos acordes lo llenaban de emocion, en instantes sentiría su voz, y esto haría que su alma se inundara de esperanzas.
  La música cesó. El jefe abrió los brazos cual si fueran las alas de ún angel, como si quisiera envolver a los presentes en un abrazo protector, y las embriagadoras palabras comenzaron a  brotar de su boca.
  En pocas fraces les agradeció el esfuerzo que todos hacian, para tratar de paliar la pandemia, que entre otras cosas había diezmado la economia nacional, comentó que en otros lugares del país también existía este sistema, pero su plan era el que mejor estaba.
  Felicito a los de parcelas por la parquisacion, y sus otras tareas,  Saludo a los miembros de la orquesta, instandolos a mejorar dia a dia, también algo sobre el peligro que conllevaría la victoria de los comunistas o los neoliberales, está parte no la entendió muy bien, debido a unas fuertes puntadas en su sien derecha.
  El orador hizo una pausa, la orquesta lleno el silencio con unos suaves y delicados acordes, en cuanto este levantó la mano cesaron de tocar.
  También cesó su dolor de cabeza, ahora podría disfrutar realmente el discurso.
   El jefe comenzó por informar que muy pronto el hospital trabajaría a pleno, no sólo en medicina tradicional, si no que además en investigación de vanguardia, este hospital sería el orgullo de la nacion. Y a los trabajadores que más se habían esforzado recibirían una distincion.
  La pequeña multitud aplaudió, la orquesta acompaño, el se dio vuelta y observo que aún en la reunión los compañeros estaban divididos, era más que evidente, una ancha franja separaba los de parcela de los demas. Esto lo entristecido un poco, está era una ocasión prácticamente festiva y todos deberían estar unidos.
  El jefe tambien lo noto, utilizando su omnipresente empatia, los insto a reunirse, a mezclarse.
  Los incluidos obedecieron, después de todo el sabía lo que era mejor para ellos.
  El jefe dejó que interactuaran durante unos minutos, mientras la orquesta interpretaba una melosa y relajante armonía.
  Luego con total gentilesa, cualidad innata que solo poseen los grandes lideres, pidió que se formarán en dos columnas.
  Su pedido se cumplió rapidamente, e informó que una de las dos sería la elegida.
  El deseo fervientemente estar entre los elegidos, después de todo había trabajado muy duramente, su deseo se cumplio, tras unos instantes de expectación, su grupo fue seleccionado.
  Ahora estaba en el amplio recinto, desde ahí podía escuchar a la orquesta ejecutar a la perfeccion un aria bellisima y melancolica, se sintió un poco triste por los compañeros que no resultaron ganadores, este avatar, los haría seguramente redoblar sus esfuerzos, para ser ellos la proxima vez los vencedores.
  No cabia en si de la emocion por recibir su recompensa, seguramente en breve, el jefe en persona, como un ángel en pleno vuelo, vendría a dárselas personalmente.
  Las puertas del recinto se cerraron, en la parte exterior de las mismas podía leerse claramente, DUCHAS.
  El Hauptsturmführer Josef Mengele se alejo rodeado de su guardia personal.
 

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