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ᴸᵉᵃ
──Voy a bajar. ──Mi voz se escucho firme pero mi corazón temblaba.
──No.
──No te estaba pidiendo permiso.
──Lea, no estas bien.
──Aquí nadie esta bien.
La conversación entre susurros se dio por finalizada cuando el chico aparto sus brazos de mi cintura para colocar las manos en sus bolsillos y apartarse de mi, dejándome paso abierto hacia el primer piso.
Sonrió dándose la vuelta y me marche.
──¡Oye, Aguni!
Este me miro fijamente, acababa de aparecer de la nada ya que nadie se dio cuenta de mi presencia hasta que alce la voz.
──¿Sigues viva?
──No amigo, soy un fantasma. ──Mi paso no cambio, seguían caminando con una sonrisa plantándome delante de l, acto seguido golpee sus partes intimas cayendo este al suelo──. No vuelvas a tocar a mis amigos.
──¿Acaso eres la bruja? ──Dijo desde el suelo──. Llevas todo este tiempo escondida.
──¿Acaso no lo eres tu?
──Arisu es el único con una coartada y Aguni lo golpeo. ¡Es la bruja! ──Gritó Usagi.
Aguni aprovechó mi despiste al mirar a la chica y se abalanzó sobre mi, ahorcándome con su brazo.
Kai gruño y trato de llegar hasta mi pero grite un "NO", acato mi orden a la perfección pero estaba nervioso y lloriqueando.
──¿Tu...eres la bruja? ──Pregunto un hombre, algo tembloroso.
El aire volvió a llegar a mis pulmones una vez el hombre me soltó, lanzándome contra Arisu. Arisu me atrapo en cuanto vio el movimiento de Aguni y no dejo que cayera al suelo.
──Sí, soy la bruja.
Las armas fueron apuntadas contra el numero 1 de la playa, incluso los paramilitares que tenían su plena confianza en él, no dudaron en sentenciarlo a una muerte segura, sus armas temblaban pero sus sentimientos parecían claros.