R A N H A I T A N I

Start from the beginning
                                    

No tuviste fuerzas para esperar una respuesta, tan solo lo dejaste con las palabras en la boca y te fuiste de su departamento.

...

Habían pasado dos meses desde que no se veían, lo extrañabas, pero ya había dejado en claro que no quería nada serio y la forma en que te lo hizo saber no fue para nada correcta. Pero te dolía no tener tus besos, te dolía recordar las veces en que solo se recostaban y se abrazaban, como si hubieran sido una pareja real, como si hubieran sido "algo".

Necesitabas ahogar tus penas con algo de alcohol, y ese bar en Roppongi te pareció una buena opción. Te sentaste en el taburete frente a la barra, cruzando las piernas causando que tu corto vestido rojo se alzara un poco más dejando a la vista tus muslos, agitaste tu cabello y lo recogiste en una coleta alta, el tequila margarita que habías pedido ya estaba frente a ti, te lo llevaste a los labios saboreando el licor, solo esperando a que algún incauto te ayudará a borrar su rastro de tu mente como llevabas semanas semanas haciendo, sin mucho éxito hasta ese momento.

—¿Tan bonita y tan sola? —escuchaste esa típica frase de una atrayente y masculina voz—. ¿Puedo invitarte a otro trago?

Cuando volteaste lo que viste te gustó, era un hombre alto, sus ojos color violeta y su cabello bicolor eran de todo tu gusto, pero sentías algo extraño, se parecía tanto a aquel que tratabas de olvidar.

—Otro margarita me vendría bien... —respondiste con una sonrisa coqueta.

—Un margarita y un whisky... —pidió al atendedor, mientras se sentaba en el taburete de al lado.

—Jamás te había visto por aquí... —dijo soltando un poco su corbata, dejándote observar el extraño tatuaje en su cuello.

—Intento no venir mucho por aquí... —respondiste encendiendo un cigarrillo—. Conflicto de interés...

—¿Tienes problemas con alguien? —inquirió—. No tendría problemas en ayudar a alguien tan hermosa a resolver sus conflictos, anda, dime, ¿quien es el bastardo de Roppongi que te causa problemas?

Soltaste una leve carcajada, por un segundo pensaste en el pobre iluso si intentara hacerle frente a Rindou, sin dudar quedaría sin un hueso compuesto en cosa de segundos.

—No creo que lo conozcas... —respondiste recibiendo el trago de parte del atendedor—. Pero cuéntame de ti, ¿cual es tu nombre?

—Me llamo Ran, encantado de conocerte...

Las horas pasaron rápido charlando con Ran, era un hombre interesante, maduro y muy atractivo, pero lo que mas te llamaba la atención en él eran sus ojos violeta, tan similares a los suyos. Simplemente te dejaste cautivar por él, así que cuando la conversación se había vuelto lo suficientemente insinuante decidiste dar el siguiente paso, la parte mas interesante.

—Bueno, creo que iré al tocador —murmuraste contra su oído, estaban tan cerca el uno del otro que casi podías sentir lo ardiente que estaba su cuerpo producto del alcohol—. El ambiente está algo caliente y necesito refrescarme un poco...

—Oh, espero que no tardes mucho... —respondió—. Dicen que este bar es peligroso, alguien podría secuestrarte en el baño, y no queremos que eso pase, ¿no es así?.

Te dirigiste al baño de mujeres, acomodaste tu cabello en una coleta para refrescarte con un poco de agua y luego retocaste tu labial carmesí. No pasaron ni dos minutos y la puerta del tocador se abrió, obviamente había captado tu insinuación, le miraste a los ojos dándote cuenta del deseo que expresaba en ellos, arqueaste la comisura de tus labios formulando una sonrisa coqueta y le viste poner el seguro a la puerta, esto si que iba en serio.

《 TOKYO REVENGERS STORIES ♡ 》Where stories live. Discover now