Capítulo 11. Noche eterna
Atsushi estaba estirándose en la oficina, cuando sintió en su bolsillo el celular vibrando. Lo tomó y era un simple mensaje "ventana". Se asomó curioso a la ventana, donde un hilo bajo desde el techo dejando una rosa y una galleta. Sonrió por ello, ocultó la rosa y guardó la galleta. Miró hacia arriba pero solo pude ver el hilo regresando. — ¿como es tan lindo? — preguntó sincero.
Miró a los lados, nadie miraba, así que fue a la cocina, tomó un vaso y le puso agua, allí puso la rosa, se sentó mirándola de frente sonriente — ¿esto es lo que llaman felicidad? — se preguntó y recargó en la mesa — Si es así, espero que jamás termine.
Atsushi salió para su hora de almuerzo, llegó a una panadería para pedir pan de trigo con vainilla y té; llevaba el pan envuelto y calientito por la calle, además de haber comprando un par de aperitivos extra para acompañarlo; uno, dos y hasta cinco callejones hasta que lo encontró. El lo miró sorpresivo, se acercó sonriente. — Jinko
— ¿Quieres almorzar conmigo? — le sonrió.
El azabache sonrió.
Usaron a Rashomon para subir por el callejón y llegar al techo, para Atsushi fue una gran aventura montar en Rashomon como elevador.
Se sentaron en el techo, disfrutaban del pan con un poco de aderezo y algunos quesos. — Jinko
— ¿mmm?
— ¿Que quieres tomar?
— mmm... quizá... ¿agua de limon?
— claro.
Rashomon se activó yendo a la calle, y buscando en la máquina expendedora. Regresó con dos latas haciendo a ambos chicos chocarlas como su propio brindis — Ojalá esto jamás se acabe — mencionó Atsushi
— Haré lo posible por siempre tener algún tipo de detalle
— No necesito detalles, cosas como las de hoy son increíbles
— Buscarme, buscarte. Comer
— y un besito
Akutagawa sonrió y se acercó besando al menor — ¿feliz?
— Si, mucho. Sabes a queso y limón
Ambos se pusieron a reír y seguir hablando.
Habían pasado tres meses, donde aunque si tuvieron discusiones, ambos se buscaron para arreglarlo. Y esa noche, era LA noche.
Akutagawa estaba nervioso pero había limpiado cada rincón de su casa, cocino y dejó impecable la cocina; la mesa servida con los platos tapados y velas que estaban listas para ser encendidas.
Quería verse casual pero elegante, así que uso un pantalón de mezclilla color negro. Camisa de cuello V color blanca y su abrigo. Finalizó su atuendo pasándose sus mechones de cabello por detrás de las orejas.
Justo terminó cuando el timbre sonó, sacudió su ropa y fue a abrir. Allí estaba su pequeño rayo de luz.
Atsushi llevaba un bolso de papel el cual alzó en cuanto lo vio — Tra-Traje un po-poco de soda
El azabache sonrió y tomó la bolsa — bienvenido
— Co-con permiso.
Pudo deleitarse mejor del traje del menor, usaba un pantalón alto a la cintura color beige, y un suéter corto color verde con mangas color blanco. Vio al menor quitarse sus zapatos y con ello noto como aquel pantalón hacía que sus glúteos relucían más. Trago saliva, cerró la puerta y llevó la bolsa a la cocina — Cálmate Ryunosuke, sosiega
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SUCU-mbiendo al amor || Shin Soukoku
FanfictionSolo tienes una oportunidad, nadie más podría enamorarlo pero ¿Darías tu alma por amor? Esta his