¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Mikey-san, Mikey-san.—una chica de cabellera pelimorena, qué sostenía redondeadas gafas se acercó al dormido chico y empezó a remover su hombro, en un intento fallido de hacerlo levantarse, este no parecía inmutarse siquiera y seguía plácidamente dormido, babeando ligeramente—¡Mikey-san, suelte a Takemichi-kun!
El nombrado, ante el grito de la chica, abrió uno de sus ojos mientras hacía una mueca molesta—Catarina-chan..Déjame.—hizo un ligero puchero, mientras abrazó con más fuerza el torso descubierto de Takemichi y posaba su cabeza en su ombligo, había subido un poco la camisa del Hanagaki con la excusa de que su piel era muy suave y fría. Cuando estaba decidido a volver a cerrar los ojos otra vez, notó como la mano de Takemichi tocaba suavemente su mejilla, haciendo llamar toda su atención.
Miró al rostro del rubio, qué ya estaba lleno de falsos hematomas y con sangre falsa recién aplicada ,este ladeaba la cabeza mientras le sonreía—Mikey-kun, déjame terminar de firmar la escena y vuelvo contigo.—El pelicenizo desvió su mirada, mientras se despegaba del ombligo del chico y miraba el montaje que ya estaba preparado:
Los coches chatarros falsos amontonados mientras los hermanos Haitani estaban sentados en ellos; los dos miraban desinteresadamente sus móviles mientras los estilistas le daban sus últimas formas a sus cabellos. Baji y Chifuyu que estaban sentandos en el suelo recubierto de arena mientras Baji mostraba sus colmillos; reía de algún chiste del rubio y por último, Kazutora que hablaba con el director Ken Wakui. Todo estaba listo y solo faltaba el Hanagaki en escena.
Mikey, resignado, asintió mientras dejaba que Takemichi se levantara, a lo que el otro con paso apresurado, se dirigía a la escena mientras saludaba con la mano a Chifuyu y a Baji, los dos le sonreían atontadamente cosa que Takemichi nunca notaba pues para él, sus sonrisas era geniales, mientras tanto su entrada llamó también la atención de los hermanos Haitani y de Kazutora. Mikey estaba molesto del como la atención de los demás se dirigían al Hanagaki, se cruzó de brazos y piernas mientras miraba la escena.
—Siento como si cuando Takemichi entra en escena, toda nuestra atención solo se centra en él y los demás quedan en segundo plano.—Una risa suave resonó a las espaldas del Sano, este, al darse la vuelta, pudo divisar a cierto pelivioleta y su brazo era abrazado por un Shiba, parecía algo cansado pero pese a eso sonreía, también, atrás suya, venían dos imponentes chicos; Hanma y Draken, cada uno tenía su brazo posado en el hombro del contrario, haciendo saber a cualquiera que eran grandes amigos.
—¿Hakkai-san, Mitsuya-kun? Creia que estos días estaban muy ocupados con sus ocupaciones como para pasaros por aquí a saludar.—Catarina rápidamente se dio cuenta de la entrada de los llamativos chicos ,a lo que dejando de lado los papeleos fue a saludarlos.
—Así es, pero siempre hay tiempo para ver a Takemicchi entrar en acción.—El Shiba asintió hacia la respuesta directa de su diseñador mientras bostezaba y se aferraba aún más al brazo de Mitsuya. Oh, el diseñador siempre fue alguien directo y nunca escondía su favoritismo y adoración hacía el rubio de ojos zafiros, a lo que hizo reír a la chica de cabellera morena mientras negaba como si no tuvieran remedio.
