Sweet Lips (slaxl)

dos

Había algo en lo que Axl no había pensado.

Que Slash  solo se había ofrecido a quedarse con él para limpiar su conciencia. Ser perdonado por alejarlo. Han estado afuera durante diez minutos, sentados en el suelo sobre la hierba húmeda, justo afuera de la casa de Adam. Están fumando y Slash no dice una palabra. Axl lo mira. Lo ha visto en la luz de neón verde y roja de la sala de estar, pero lo encuentra mucho más hermoso bajo el resplandor de las estrellas. Su piel lechosa escasa con delicadas sombras. Axl se siente incómodo mirándolo así, como mirando un tesoro, pero no puede evitarlo. Y luego Slash también tiene que hablar, mierda. 

Lo que más le gusta es su mandíbula. A veces hay cosas que hacen que alguien sea hermoso, y Axl está seguro de que, para Slash, es su mandíbula. Su cabello recogido en un moño sobre su cabeza le permite estar perfectamente dibujada, y a Axk le encantaría poner su boca en él. Muerde su piel fina. Deja rastros rojos, morados. Le gustaría lamer a Slash con la punta de la lengua y escucharlo gemir. Le gustaría estar en el lugar de la articulación que desliza lentamente entre sus labios. 

Slash es guapo y Axl todavía tiene sabor a alcohol en la lengua. Piensa cualquier cosa.

- ¿No tienes alcohol?

Slassh simplemente ha vuelto lentamente la cabeza hacia él. Su ceja está levemente levantada y sus ojos brillan como el cielo. Axl recuerda una frase: “Los ojos son el reflejo del alma. Y se dijo a sí mismo que encajaría perfectamente con el rizado.

- Sí, aunque me hace parecer...

- Enfermo ?

- No. Había bebido demasiado, por eso el ... Finalmente. Quise decir que el alcohol me entristece. O hacerme hacer cosas estúpidas, o simplemente sentir ... que me duele el corazón. Eso es. Me duele el corazón. Como si un peso me presionara el pecho, muy fuerte, y quisiera asfixiarme.

Slash asiente lentamente, inhala otra bocanada de hierba antes de entregar el cilindro a Axl. Luego se acuesta con las manos detrás de la cabeza y comienza a hablar lentamente. 

-Yo nunca bebo, cuando bebo me salgo de control. No de una mala manera, simplemente lo sabes ... Muy tierno.

- ¿Quieres follar con todo el mundo?

Slash se ríe. Un poco triste. Axl lo mira por un momento, y quiere tomar su mano, o simplemente acostarse sobre su cuerpo. Escuchar su respiración.

- De alguna manera. Tuve mi primera vez así, y fue ... No es un buen recuerdo.

- ¿Por qué estabas aquí esta noche?

- Ya te lo dije, estaba acompañando a un amigo.

Axl toma un suspiro antes de negar con la cabeza. Aplasta el porro en la hierba húmeda y, a su vez, se acuesta junto a Slash. El cielo le parece inmenso así.

- Me refiero al baño. ¿Por qué subiste?

Hay un pequeño silencio. Luego, los dedos de Slash rozan los de Axl. Lentamente se toman de la mano, como si fuera solo un gesto inofensivo, hecho mil veces. Un gesto que no significaría nada.

- Te he visto. No te veías muy bien... Está bien. Así que miré un poco si bajabas o no y cuando vi que llevabas media hora arriba subí a ver.

- Gracias.

- No es nada...

Axl se da vuelta levemente. Se apoya en el flanco. Slash gira la cabeza hacia él y sonríe. Todo su rostro parece estar envuelto por la luna, y Axl una vez más quiere besarlo. Parece un ángel.

- Mis amigos nunca hubieran hecho lo que tú hiciste por mí ... Suena a cliché así, pero te lo aseguro. Gracias por ... El baño. Todo eso.

- Dije que no era nada, Axl.

Sus dedos tiemblan cuando los llevan a la mejilla de Slash. Lentamente, le cepilla la piel. Vuelva a dibujar su pómulo. Ya no sabe muy bien lo que está haciendo. Si tiene el derecho. Pero Slash no dijo nada, así que continuó. Es suave. Axl no sabía que tal dulzura existía en alguna parte, y que estaba en la piel de un ser humano. 

- No suelo llorar ... En el baño. Lloré y normalmente no. Yo no sé por qué. No quiero que pienses que soy débil o ... Fue el alcohol y todo lo que me puso triste, y las cosas en la garganta. Yo no. Yo no soy así.

Slash sonrió suavemente. Sus labios se estiran, brillan en la noche e instintivamente, Axl mira allí. Ya no puede apartar los ojos de ella. Realmente quiere besarla de nuevo ahora.

- No te estoy pidiendo que te justifiques, todos tenemos derecho a ser malos y a llorar. No es para ser débil ...

- ¿Eres débil a veces?

Axl se siente febril. No sabe por qué. Todos sus músculos parecen estar nerviosos. Es la mirada de Slash. Sus ojos. Sus ojos son líquidos y brillantes, sus ojos son fascinantes. Y su voz lo envuelve. Como una fuente termal.

- A veces sí. A veces quiero hacer cosas de las que luego me arrepiento, a veces quiero arrojarme al fuego cuando sé perfectamente bien que ahí me quemaré las alas, a veces yo también quiero empezar a llorar en medio de la calle, quiero a sentarme en la acera, acurrucarme en una pelota y dejar que el viento me lleve en sus brazos, a veces sueño que alguien se detiene, me mira y me toma en sus brazos brazos, a veces estoy solo en casa y me da ganas de Estoy solo en el mundo, que mi corazón es el último en latir y que nada funciona como debería, que incluso la tierra ya no puede respirar y tengo miedo y a veces..

No tiene tiempo para terminar. Axl lo besa. Una vez. Dos veces. Un beso no basta. Es solo una sensación que se filtra por todas las venas, las enciende en llamas. Axl siente que se va, si el porro lo hace flotar sobre los labios de Slash, lo transportan. No es como antes, en el baño, esta vez es real y lento. Esta vez Slash pone su mano en su espalda y responde, sus labios a su vez presionando contra los de él y su lengua acariciando su boca. Esta vez hay un respiro, una cohesión.

Slash sabe a hierba y Axl piensa que tal vez por eso acepta besarlo, pero al final, no importa. Lo bueno es el momento, no el resultado.

Entonces se besan. Suavemente. Como una caricia. Se besan y no piensan más que en sus bocas que se tocan, que en este calor que se difunde entre sus dos cuerpos. Se besan ya veces sus manos se tocan, se rozan entre sí, con las puntas de sus dedos,

Y es bueno.

Nunca ha sido tan bueno como esta noche de otoño.

Son dos cuerpos. Y sus corazones laten al unísono.