Elsa se encontraba tomando un café Americano en el Sott Café, una cafetería afiliada a Harvard. Ya había consumado su estadía ahí pero disfrutaba el café de esa tienda.
-- Elsa, como estas!!-- apareció una conocida frente a ella
-- Hola Ivi, es un gusto volver a verte-- dijo con una sonrisa antes de tomar su café
-- El gusto es mío, pensaba que ya ni vendrías. Digo, ya saliste de aquí
-- Si, pero este lugar me encanta. Y tu como vas?--
-- Este semestre salgo tu ya tienes algo en mente para trabajar
-- Voy a trabajar para mi padre hasta que encuentre algo.
-- Ah okey, puedo sentarme?
--Claro, ya te extrañaba-- dijo Elsa con una sonrisa
Ivi se sentó frente a Elsa. Y la mesera llegó para atenderla, ella se fue y suspiró, Elsa la miro confundida
--Si... No debí confiarme en ese examen-- dijo fastidiada
-- Al menos conociste a Tyler
-- Eso si, ya llevamos 3 meses-- dijo emocionada aplaudiendo
-- Me alegro, por algo así si vale repetir un semestre
--... Tampoco, pude haber salido con el sin reprobar. Tu no viste a nadie
--No estoy para eso
-- ... Sigues pensando en él?-- preguntó
--Eso es reciente, ahora que volveré a casa me da miedo volver a verlo.
-- Por qué, te hizo algo?
-- No es algo de lo que quiera hablar, menos aquí.
--Oh, claro... Y cuando tienes pensado irte?
--Salgo hoy en la noche
--Que?!--exclamó su amiga-- lo dices enserio?
-- Estamos en una cafetería-- le regaño
--Sabes lo poco que me importa-- dijo con una divertida sonrisa, no tenia vergüenza
-- Luego preguntas por que no voy a estudiar contigo
-- Estamos en carreras diferentes-- respondió
--Lo sé. Bueno, debo ir a empacar mis cosas-- dijo mientras se levantaba-- No quiero que se me olvide nada
--Esta bien. Nos vemos bella-- le guiño el ojo
--Adiós Ivi-- dijo con una leve sonrisa, ella se ofendió
--Disculpa?
--Mi dulce de cereza-- respondió
--Hábleme con respeto-- sonrió-- nos vemos
Elsa salió de la cafetería con nostalgia, había hecho varios amigos aquí. Ivi, Tyler, Jonnathan ... y hoy les diría adios. Aunque por otro lado volvería a ver a sus viejas amigas, eso la alegró. Se moría por contarles las mil maravillas de Harvard. Había cumplido su meta. Era hora de volver a casa.
La noche llegó y llegó sola al aeropuerto: No tuvieron tiempo de prepararle algo de despedida más que un video conmemorativo que vio en el camino al aeropuerto. Después de 1 hora de tramites pasó a seguridad hasta que finalmente pasó todas las pruebas y entró al avión, sentándose relajada en la clase ejecutiva. Después de 6 años de estudio extremo y un poco de convivencia podría relajarse como antes, quedándose dormida en el avión.
