Libre una mano de mi agarre en su cintura y la estire a la fría noche haciendo ondas con mi brazo, Baji sabía lo que estaba haciendo era algo de nosotros así que imito mi acción soltando de un lado su agarre de la moto para después tomar mi mano suspendida y llevarla a sus labios dejando un beso en ella.
-¿Juntos?- dijo casi en un grito para que pudiera oírlo.
-¡Juntos!- respondí en el mismo tono para después reír con él, era algo que siempre hacíamos cuando andábamos en moto era nuestra manera de decir "Si tu saltas yo salto" uno estiraba su mano hacia la briza y el otro la tomaba era peligroso manejar con una mano pero representábamos la confianza plena que teníamos en nosotros.
Los autos que pasábamos se quedaban atrás de nosotros, como un destello, llegamos a casa y lo hice entrar, dejamos los zapatos en la entrada y caminamos a la cocina. -Al parecer mamá no está- dije abriendo el refrigerador. -Vamos Kei, manos a la obra.
Entre risas y bromas cocinamos juntos unos platos de fideos con carne, nos sentamos en la sala a ver un poco de TV una vez que terminamos entre los dos lavamos los platos y subimos a mi habitación donde nos recostamos en la cama mirando el techo.
-¿Kei?- lo llame en un susurro el me miro de reojo y me hizo un sonido para que continuará- ¿Todo estará bien cierto?- dije dudando un poco entre palabras.
-A decir verdad ya no lo sé, todo comienza a ser un poco más peligroso, tengo miedo de que estés ahí. Se hasta donde puedo llegar para salvar a quienes amo. ToMan es mi familia más que nada los miembros fundadores... ellos son mi razón de seguir tenemos la cima casi en nuestras manos pero debemos estar más unidos y eso lo incluye a EL y lo sabes bien.
Deje salir un suspiro, claro que lo sabía. -Mikey no quería que luchara.- pause, el me miro confundido y con el ceño fruncido,- Takemichi le pidió que me dejara pelear, dijo que debía cuidarte en todo momento. Que era vital que lo hiciera, a decir verdad me sorprendió un poco siento que hay algo que no nos está diciendo completamente lucia tan desesperado porque Mikey aceptara así que yo acepte por el si debo pelear lo hare, pero trata de no alejarte demasiado de mi.- lo mire a los ojos y sonreí con tristeza, Take parecía hablar muy en serio y si planean acabar con Baji debía impedirlo de alguna forma. El solo me acerco a él y beso mi cabeza.
Recostados así se separó un poco de mí y me dio una pequeña sonrisa y justo como esa noche en la moto estiro su mano al techo y comenzó a moverla le devolví la sonrisa y comencé a hacer lo mismo para después entrelazar nuestros dedos y dejar ahora yo un beso en su mano.
-¿Juntos?- le dije riendo
-juntos.- me respondió en un susurro antes de darme un beso que poco a poco fue más profundo ahí estaba de nuevo nuestra "cosa especial" nuestro... para siempre, hablamos un poco más de cualquier cosa antes de caer dormidos aferrándonos al otro un sentimiento de tristeza lleno mi pecho lo sentía tan cerca pero no era suficiente había una barrera que me separaba de él así que solo me pegue lo más que pude a Baji y así dormí hasta el otro día.

31 de Octubre.
Era hoy Baji me movió un poco y yo lo sentí pero no abrí los ojos
-5 minutos más mamá- dije con voz adormilada.
-Está bien reina pero no quiero que llegues tarde, debo hacer unas cosas antes de la batalla, desayuna bien que no quiero desmayos de tu parte debes demostrar lo fuerte que es la chica del capitán de la primera división.- dijo dando un beso en mi cabeza
-soy tan fuerte que podría noquear al capitán de esa división.- dije riendo mientras le lanzaba una almohada con fuerza el recibió la almohada con toda la cara y cayo de la cama, se levantó del suelo con el ceño fruncido y con una vena marcada en la frente.
-¿Qué te parece si empezamos a calentar?- dijo entre dientes- no quiero que tengas una contractura a media pelea- soltó una risa burlesca, me tire sobre el sin dejarlo pensar mucho y comenzamos una lucha leve entre los dos sin pasarnos pero luchando, en fin los dos éramos muy enérgicos y casi siempre teníamos luchas de ese tipo era como nuestro "club secreto de la pelea" reíamos mientras nos empujábamos y tratábamos de someter al otro en un rápido movimiento me puso contra el suelo y sostuvo mis brazos en la espalda yo solo me removí debajo de el sin mucho éxito.- justo aquí.- dijo bajando un poco el hombro de mi playera y clavando sus colmillos con fuerza me dolió pero me impresiono más el sentir un líquido caliente bajar con la gravedad por mi hombro. Mi novio era excéntrico pero nunca sin una razón... bueno algunas veces, o sea si incendiaba carros por hambre pero era completamente normal.
-¿Qué crees que haces?- solté con una pequeña risa para no llorar.- Tú, sucio vampiro.- lo mire sobre mi hombro y note que se limpiaba un poco de sangre de la boca, no lo creía aun así que mire mi hombro había clavado sus dos colmillos en este y parte de su boca estaba ahí marcada.
-te mordí.- dijo de forma orgullosa.
-eso veo- dije confundida.- ¡¿Qué mierda te pasa?! Esto nunca va a salir de ahí Keisuke Baji.
-Eso lo se Mako, eres mía tómalo como un recuerdo por si te quieren coquetear recuerda que eres mía.- lo mire incrédula, okey me retracto nada de lo que hacía tenía sentido. Me solté de su agarre y baje un poco el cuello de su camiseta para morder justo como él lo había hecho escuche que soltaba un pequeño gruñido mientras sentía el sabor a hierro en mi boca.
- ahora estamos a mano.- dije riendo un poco.
Nos levantamos del suelo y lo acompañe a la salida de la casa le dese suerte pues no nos veríamos hasta la batalla, su objetivo ir tras Kisaki, el mío proteger a mi enérgico novio de el mismo lo cual era el mayor peligro para el, deje un beso en sus labios y esta vez fue diferente lo necesitaba, lo quería cerca no sabía la razón pero tenía tanto miedo, dejamos salir una lagrima al mismo tiempo y ambos nos miramos sorprendidos y sin decir nada sabíamos lo que estaba pasando, ambos teníamos miedo. Limpiamos la lágrima del contrario y nos miramos a los ojos puse mi meñique entre nosotros cerca de nuestros corazones y el correspondió mi acción entrelazando nuestros dedos.
-Hasta el mismo infierno, Kei.- dije mirándolo a los ojos
-Esperaría por ti una eternidad si fuese necesario.- dijo mirándome de forma profunda y así sellando nuestra promesa. Lo vi marcharse sin mirar atrás y yo entre a casa suspirando me recargue en la puerta, un escalofrió recorrió mi cuerpo por completo decidí ignorarlo y prepararme para la batalla.

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