𝚕𝚊 𝚋𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊

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𝒔𝒂𝒄𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊𝒔 𝒅𝒖𝒅𝒂𝒔

Aquella persona que interrumpió aquel momento fue una de las sirvientas para informar la llegada de alguien, mi atención cambio de lugar al sentir mi estomago rugir debe ser porque no como desde ayer al almuerzo, según Damian podía hacer mi vida normal, aun así se me haría incomodo cruzarme con el después de lo sucedido pero dejando mi incomodidad de lado y priorizando el ruido que provenía de mi estomago me arme de valor y baje.

Allí en medio de la sala se encontraban dos hombres y una mujer de buen parecer, las miradas se posaron en mi ya que no estaba con el abrigo solo con el vestido de seda. La cara de Damian era digna de fotografiar al quedar desconcertado el porque miraban hacia otro lado, decidí caminar en dirección a donde iba una de las sirvientas asimilando que iría a la cocina para hablar con teresa y buscar algo de comer.

-otra vez derrochando dinero Damian- se escucho una voz femenina regañando-

-tu no me das el dinero así que es mejor que no opines en que lo gasto- hablo Damian de mal humor quizás por lo sucedido o el regaño-

-de igual forma, esta chica esta mejor que las otras- hablo uno de los hombres con un tono divertido- no es así Caleb?-

-sabes perfectamente que estoy en contra de que lucren de esa manera con mujeres-hablo al parecer Caleb-

-sabes perfectamente que Tristán no pregunto eso-hablo nuevamente la chica- podría haber sido modelo su manera de caminar y su cuerpo la hubiesen beneficiado un montón-

-vamos Michelle desde cuando eres tan considerada para hablar- hablo nuevamente Damian-

Por la manera de hablar al parecer son amigos desde hace mucho aun así no debería haberme concentrado en la conversación. Solo camine en dirección a Teresa

-disculpe señora Teresa- dije sutil y amable-

-vamos corazón no seas tan formal conmigo dime Tere y que necesitas-dijo esta con una sonrisa mientras secaba unas copas-

-la verdad solo venia por algo de comer, ¿Dónde esta la despensa?-dije algo avergonzada-

-nada de despensa, te preparare algo, mientras ve a colocarte algún buzo de tu armario no quiero que te resfríes- solo le seguí la corriente y camine de regreso a la sala-

Muchas cosas en un solo día y lo único que me preocupa es como esta Katnnis, después de todo fue la que mas se acerco a lo que es la definición de familia. Cada minuto era una pregunta nueva acerca de Damian ¿En que trabaja para tener tanto dinero? ¿de que otras chicas habla Tristán? al parecer no fui la única chica comprada por este tipo pero y que sucedió con las otras. Estoy dando muchas vueltas solo espero vivir tranquila después de todo no pasaría nada del otro mundo.

-ey! tu- escuche hablar a Michelle a lo cual la mire- ¿Cómo te llamas?-

-Natalie- hable despacio la verdad no me inspiraba confianza-

-a ella si le hablas con miedo- dijo Damian observando su copa-

-no es miedo solo es timidez no la conozco-dije con cierto tono de rabia-

-joder y para agregar si sabe responder- se escucho hablar a Tristán-

La mirada de Damian junto a la de Caleb se posaron sobre mi, la de Caleb detonaba intriga y compasión en cambio la de Damian era de enojo.

-regresa a tu habitación y no vuelvas a bajar- dijo Damian, su voz era pesada y molesta-

Solo subí a mi cuarto en silencio para colocarme un vestido para dormir el cual se encontraba en el armario y quedarme profundamente dormida.

3:00am

Desperté de manera agitada debido a la pesadilla que tuve y con hambre aun así que decidí bajar a la cocina por algo rápido de comer, al levantarme de la cama una brisa helada choco contra mi cuerpo era una noche fría así que solo acaricie con mis manos mi cuerpo para provocar un mínimo de calor. Teresa ya no se encontraba en la mansión al igual que todos los empleados por lo que estaba todo oscuro y desolado.

Entre a la cocina en busca de un vaso y algo para saciar el hambre, la cocina era enorme por lo cual apenas se notaba por la oscuridad decidí encender la luz para buscar lo que necesito. Comienzo a sentir un frio recorrer mi cuerpo como de aquellos cuando Damian me mira de pies a cabeza.

Al dar vuelta doy un brinco y mi corazón se acelera al verlo allí mirando atentamente mis movimientos parecía no poder dormir su cabello estaba desordenado y su mirada era oscura y llena de molestia y lujuria

-al parecer tengo un problema de ratas-dijo seco-

-solo venia por algo de comer- tome una posición firme- no comí nada ya que me enviaste a mi habitación como si fuera una niña de cinco años- reproche-

-que maneras son esas de hablarle a tu amo mocosa malcriada-dijo este acercándose a mi de manera desafiante-

-no eres mi amo Damian entiéndelo- solo quería provocarlo- no soy tu juguete-

-eres jodidamente insolente- agarro mi cabello por la parte de la nuca y lo jalo para que lo mirase-

-y tu un crio con aires de superioridad- después de lo que dije solo sentí su otra mano en mi cuello-

Y como sucedió en la habitación me encontraba pegada a la pared y el cada vez mas cerca, la mano que se encontraba en mi cabello bajo a mi trasero y este no apartaba su mirada de mi, el frio de la noche se volvió inexistente y en el lugar solo se escuchaba mi respiración agitada, su rodilla yacía en mi entre pierna presionándola levemente, por el roce y el apego de nuestros cuerpos mi vestido se había levantado, al ser mi pijama no traía ropa interior

-suéltame- hable con dificultad porque su mano apretaba cada vez mas fuerte mi cuello-

-tu boca dice algo pero tu intimidad dice lo contrario- dijo con una sonrisa victoriosa- estas tan mojada que provocas querer estar dentro de ti-

Sus palabras eran cada vez mas excitantes pero no cedería así de fácil y hasta ahora no parecía una consecuencia

-no te mereces que este dentro de ti- de un momento a otro me encontraba encima de la barra- se que quieres que te toque y te haga sentir el mejor orgasmo de tu vida- apego su rodilla a mi intimidad logrando que soltara un gemido- pero no hare nada a menos a que me supliques-

Abrió mis piernas de manera brusca para luego acercar su miembro a mi intimidad y rozarlo, lo único que nos separaba de piel a piel era la fina tela de su bóxer este seguía mirándome a los ojos esperando mi suplica para entrar en mi, mi cordura cada vez se hacia mas débil y la idea de suplicar por el se hacia mas notoria aun así debía conservar mi dignidad

-y si no suplico que vas a hacer?- seguí su juego para luego mover mi mano derecha a su miembro-

Antes de llegar a el este paro mi movimiento, con una pura mano agarro mis muñecas y las coloco sobre mi cabeza para así no moverme, después eso movió sus caderas para intensificar el roce y llevo su boca a mi cuello para dejar besos húmedos y chupones.

-joder que mojada estas niñata- su voz ronca era música para mi- deja tu orgullo a un lado se que me quieres dentro de ti y cuando lo este rogaras por mi-

Su bóxer se encontraba húmedo por mi culpa, el palpitar de mi intimidad cada vez se intensificaba mas antes de llegar a mi climax este paro en seco, su miembro duplico su tamaño presionando mi intimidad pero no al punto de poder llegar al climax intente mover mis manos a lo cual las presiono aun mas

-joder Damian deja de torturarme así- dije entre gemidos por la excitación-

-ruégame tenerte dentro, llámame amo y dejare que te corras encima de mi- dijo este a mi oído

𝑺𝒖𝒃𝒂𝒔𝒕𝒂𝒅𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora