Esperanza

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Confieso que...
He tenido días buenos, días malos, días que me aterraban, en los que ya no sentia fuerzas para seguir, pero cuando llegabas como por arte de magia me dabas un poco de vida.

Convertías un ceño fruncido en una sonrisa, en mi interior sentía ese chispazo esperanzador... Como el combustible que necesitaba para respirar.

Desearte fue lo más dulce que pedí, encontrarnos fue lo más maravilloso, disfrutar la vida a tu lado definitivamente superó mis expectativas, nunca pensé que había tantas emociones bellas dormidas en mi interior, completamente opuestas a los problemas, a las lecciones, eran tan únicas y constructivas.

En parte entendía a esas personas dependientes a alguien, porque muy ajeno a poseer o dominar, estaba esa parte que definía pertenecer a alguien y dar todo por almenos una sonrisa, sin obligaciones, con la misma libertad e independencia, pero con el toque de ese amor puro y pasional.

Para siempre o por un día, no importaba, porque siempre recordaré al amor de mi vida con el mismo anhelo y dulzura con el que lo sentí. Eras parte de mi pasado, mi presente y mi futuro.

Para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora