||Capítulo 8||

1K 154 35
                                    

-Que bonito -dijo son una sonrisa burlona- Que pena que Kazutora vaya a morir.

-Hanma, cállate. Hasta que se muera tenemos que estar vigilandolo -continuó serio.

-Kisaki, vamos a relajarnos -se estira en la silla- Todo va como queremos -sonrie.

Alguien entra a la habitación.

-Jefes...

-¿¡Qué quieres bastardo?! -dijo molesto Hanma mirando al que acababa de entrar.

-Eh... Esto... Han matado a los de seguridad...

-¿¡QUÉ?! -gritaron al unísono los dos jefes.

-Se cree que alguien se ha infiltrado en el edificio y que está intentando llegar a donde los dos presos.

-¡Hanma te lo dije, idiota! -gritó molesto Kisaki.

-¡Pon a todos buscando al o a los infiltrados! -mandó Hanma ignorando a su compañero.

El chico hizo una reverencia y se fue corriendo.

-M*erda, m*erda, ¡m*erda! -gritó furioso Kisaki.

-Debemos intervenir nosotros también.

Kisaki se le quedó mirando.

-Estas loco.

-No. Imagínate que son los de la antigua Toman los que están aquí -miró a Kisaki serio- Estamos acabados si los demás lo hacen por nosotros. Tenemos que intervenir.

Kisaki lo pensó. Hanma tenia razón.

-Vayamos -Hanma cogió una pistola que estaba encima de la mesa y cogió otra para Kisaki antes de irse. Los dos sonrieron psicópatamente.
.
.
.

-Tengo detectado a dos cuerpos calientes por la cámara térmica -dijo Smiley a través de un auricular-Se encuentran en el sexto piso en la última habitación.
.
.
.

-Recibido. Draken quédate y ayuda a Mitsuya y a Hakkai con los guardias. Takemichi y yo iremos a por Kazutora y Chifuyu.

-De acuerdo -dijo golpeando a uno de los guardias y los dos chicos se fueron corriendo escaleras arriba.
.
.
.

Allí estaban el alfa y el omega. Sentados en el frío suelo abrazados. El rubio tenía su cabeza escondida en el pecho del oji-amarillo intentando darle calor, pero el alfa se enfriaba  cada vez más y más. Chifuyu soltaba alguna que otra lágrima, maldiciendo por lo abajo y Kazutora solo podía mantener los ojos cerrados sintiendo el calor del cuerpo del omega. Quería sentir aquel tierno abrazo para siempre, quería quedarse así para todo la vida pero no lograría sobrevivir. Sólo podía aprovechar aquel momento único que la vida le había dado justo en el momento que se iba a morir.

De repente, una alarma roja iluminó toda la habitación de color rojo que parpadeaba cada segundo.

Chifuyu se puso alerta quitando su cabeza del pecho del oji-amarillo, pero sin dejarlo de abrazar. Este solo no hacía nada. Quería estar en aquel paraíso que lo envolvía con los brazos del menor antes de morir. No le interesaba nada lo demás.

Alguien abrió la puerta. Matsuno no pudo evitar soltar a Kazutora cuando se levantó dejándolo solo en el suelo.

-Vamonos -dijo una voz muy familiar.

-¿¡Donde piensas que iremos contigo, hijo de p*rr*?! -gritó furioso.

-¡Aquí mando yo, ¿vale?! -Hanma disparó al techo pero Chifuyu ni se inmutó.

-¿Por qué nos tenemos que ir de aquí?

-Vuestros amigos están en el edificio -dijo acercándose a los dos chicos.

Sé mi Chico Malo [Kazutora×Chifuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora