-Veo que el veneno de Basilisco ya empieza a afectarte- observo Sylpheed.

-¿Veneno?- Repitió Shoko.

-Es una habilidad que yo, como la Estrella Maligna de Basilisco tengo. Solo mi señor Radamantys y ese Caballero de Dragón fueron los únicos que no se vieron afectados por mi veneno gracias a sus grandes cosmos. Pero tu, una mujer de rango Plata, tendrás la mayoría de tu cuerpo entumecido por mi veneno- explico el Espectro, abalanzándose contra Shoko y tomándola del cuello para estrellarla contra el suelo.

En el techo del viejo edificio del Club del Ocultismo, Penemue daba rápidas y precisas estocadas hacía Queen, apuntando a puntos vitales. El Espectro, con una sonrisa burlesca, esquivaba todas las estocadas.

-No puedo creer que tenga que enfrentarme a una sucia Ángel Caído, que humillación- se quejo Queen.

-No deberías subestimar a los Ángeles Caídos- Penemue preparo su espada para otra estocada. Esta vez, concentro energía sagrada en el filo de su arma.

Queen noto eso y dio un brinco hacía atrás para esquivarlo, pero Penemue no lo dejo irse tan fácil y salto hacía él, dándole una estocada que lo derribo, rompiendo la parte frontal del techo y cayendo delante de la entrada del Club.

Queen se apoyo en sus manos y vio molesto a Penemue que lo veía desde arriba. Ese ataque no le hizo casi nada de daño, pero no soportara que alguien lo humille de esta manera.

Poniéndose de pie, Queen ataco con las ramas de su Sapuris que se estiraron, Penemue salto para esquivarlo y prediciendo donde caería, Queen ataco con otra de sus ramas, la Ángel Caído se protegió con un escudo mágico que fue destruido fácilmente y ella fue golpeada, siendo empujada, pero logrando aterrizar en el suelo.

Queen la miro con arrogancia y superioridad... Penemue escupió un poco de sangre. El golpe de esa rama fue más fuerte de lo aparentado. Estiro su cuello, haciendo que suenen los huesos... hora de ponerse serias.

Queen miro sorprendido cuando esa Caída desapareció de su vista, sintiendo un gran viento a sus espaldas, concentro Cosmos en las ramas de su Sapuris.

-¡¿Qué te parece esto?!- Penemue se había movido a gran velocidad para estar detrás del Espectro. Cuando este se dio vuelta para encararla, ella apunto su espada a su pecho; pero antes de que hiciera contacto con el pecho de la armadura, las ramas envolvieron la hoja de la espada, deteniéndola.

-¿Un ataque por la espalda? ¿En serio? Eso es de novatos- se burlo Queen.

-Veo que de tus amigos eres el más débil, así como el menos listo- se burlo Penemue.

-¿Qué dijiste? Tu, escor...¡AAAGGGH!- No termino de hablar, ya que sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo.

En la mano de Penemue que sostenía la empuñadura de la espada, salían descargas y energía sagrada que era combinada con las descargas.

-Puede que no este al nivel de Baraquiel al combinar rayos y energía sagrada, pero tampoco soy muy inferior- comento para si misma. Pateo a Queen, alejándolo de ella. Se puso en pose de combate, separando un poco las piernas y elevando su espada a la altura de su rostro.

-¡Maldita mujer!- Queen ya se había cansado con jugar con ella, usaría todo su poder para cortarle la cabeza. -¡Gillotina...!-.

-¡Eres muy lento al atacar! ¡Danza de las 7 estrellas caídas!-.

Mandrágora había levantado sus brazos para realizar su técnica y cortarle la cabeza a la Caída, pero Penemue fue más rápida. Se lanzo hacía Queen y disparo a 7 estocadas que superaban la velocidad del sonido por mucho y estaban cargadas de mana: una estocada en cada brazo, una en cada pierna, una estocada en cada riñón, y la última era hacía el centro el pecho. Al dar el séptimo golpe, Queen fue lanzado a chocar contra la pared del edificio principal, derribando la pared.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora