Capítulo 11

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—No te preocupes...yo cuidare de Yuri, pero ¿estás seguro que no quieres ir a verlo?— preguntó Jean.

—Yuri quiere un tiempo...debo de respetar su decisión— respondió Otabek tranquilamente.

—A veces Yuri puede ser muy obstinado con las cosas...esa fue una de las razones por las que terminamos nuestra relación— explicó Jean.

—Eso y que yo no insistí...quise respetar su decisión, así que no hagas lo mismo— Otabek lo miro y suspiro.

—Pero ¿como puedo hacerlo cuando Yuri es quien no está seguro de lo nuestro?— Jean suspiró resignado.

—Bonnie y Clyde tuvieron final feliz, murieron pero al menos estuvieron juntos, pero ustedes están teniendo uno muy trágico— alzó Jean su copa haciendo un pequeño brindis.

—Volveré...tampoco es como si desapareciera de sus vidas— respondió Otabek chocando su copa con la de Jean.

Ambos amigos se quedaron hasta muy tarde en la noche, hablando del futuro y de lo que cada uno haría cuando llegara el lunes.

[...]

—Joven amo...este es el último— señaló la secretaria dejando los papeles en el escritorio.

—Esto es aburrido y no entiendo nada...estaría perdido sin ti— se quejo el rubio recargándose en la silla.

—Cuando termine la universidad nunca me vi trabajando con la familia Plisetsky— respondió Jean revisando los documentos.

—Eres el único de confianza que tengo y entiende esto...no quiero más trampas para hacerme trabajar más de 5 años en este lugar— dijo Yuri mirando hacia el reloj de la pared.

—¿Qué sucede?— preguntó Jean.

—El avión de Otabek ya debe haber despegado— Jean lo miro y suspiro.

—No perdías nada con ir a despedirlo aunque sea— dijo el pelinegro.

—Lo sé...pero estando ahí habría querido irme con él o pedirle que se quedara— dijo tranquilamente.

—Él estaba dispuesto a quedarse— insistió Jean.

—Lo sé...pero acaba de graduarse y no quiero que detenga su carrera por mi...no quiero que la gente cambie por mi otra vez— respondió Yuri con algo de melancolía al recordar a toda su familia.

—Lo entiendo pero...que la gente cambie por otros no es culpa de los otros sino de la persona ya que ella tomó la decisión de hacerlo— dijo Jean tranquilamente, Yuri solo sonrió.

—Solo es un gran pretexto para dejar salir lo que en verdad son en el fondo— agregó el pelinegro continuando con el trabajo.

Luego de unas horas en la oficina llegó la tarde, Yuri se veía un poco inquieto lo cual no pasó desapercibido por Jean.

—Ocultas algo...suéltalo— pidió Jean con actitud de policía.

—No es algo importante...ire a ver a Dmitry— respondió indiferente.

—¿A Dmitry? ¿Por qué?— preguntó Jean sin entender.

—Quiero hablar con él una última vez...esta mañana lo sentenciaron a 50 años en la cárcel y yo quiero romper ese lazo ahora— dijo decidido.

Bonnie & ClydeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora