—Sé lo que estás pensando, —dijo Bill— y yo me lo pregunté también, de camino aquí, que parecían estar esperándonos, ¿verdad? Pero Mundungus no puede habernos traicionado. No sabían que habría siete Harry, eso les confundió en el momento en que aparecimos, y por si lo has olvidado, fue Mundungus quien sugirió esa pequeña treta. ¿Por qué no iba a contarle la clave del plan? Creo que Dung cedió al pánico, es tan simple como eso. No quería venir en primer lugar, pero Ojoloco le obligó, y Quien-tú-ya-sabes fue directamente a por ellos. Eso es suficiente como para que cualquiera entre en pánico.

—Quien-tu-ya-sabes actuó exactamente como Ojoloco esperaba de él, —resopló Tonks—. Ojoloco dijo que él esperaría que el auténtico Harry estuviera con el más duro y hábil de los Aurores. Perseguiría a Ojoloco primero, y cuando Mundungus les decepcionara iría a por Kingsley...

—Si, y todo eso está muy bien, —exclamó Fleur, pero todavía no explica como sabían que tgasladabamos a Haggy esta noche, ¿verdad? Alguien debe habegles alegtado. A alguien se le escapó la fecha ante un desconocido. Esa es la única explicación para que supiegan la fecha pero no todo el plan.

Miró a todos alrededor, con rastros de lágrimas todavía grabados en su hermosa cara, desafiando silenciosamente a cualquiera de ellos a contradecirla. Nadie lo hizo. El único sonido que rompía el silencio era los hipidos de Hagrid desde detrás de su mantel. Note a mi novio que veía de reojo a Hagrid que moriría por él pero a veces no media lo que decía, quien una vez había sido engañado y había dado a Voldemort información crucial a cambio de un huevo de dragón. Pero Hagrid a estas alturas no cometería un error como ese.

—No, —dijo Harry en voz alta, y todos le miraron sorprendidos. No me sorprendió mucho que contradijera , así era él—. Quiero decir... si alguien cometió un error -, y se le escapó algo, sé que no tenía intención de que así fuera. No es culpa de nadie. Tenemos que confiar los unos en los otros. Yo confío en todos ustedes, no creo que nadie en esta habitación me vendiera nunca a Voldemort.

Más silencio siguió a sus palabras. Todos le miraban. Harry se sentía un poco acalorado otra vez, y bebió más whisky por hacer algo. Yo pensé en seriamente tomarme otro trago. Me pregunté si Lefay hubiera estado entre esos mortifagos pero rechace esa idea, Bellatrix había ido por mi.

—Bien dicho, Harry, —dijo Fred inesperadamente.

—Si, oído, oído, —dijo George con una mirada de reojo a Fred cuya comisura de la boca estaba retorcida.

Mi tío Remus mostraba una expresión rara cuando miró a Harry. Era casi de lástima.

—¿Crees que soy un tonto? —exigió Harry.

—No, creo que eres como James, —dijo mi tio Lupin—. Que habría considerado una absoluta deshonra recelar de sus amigos.

Sabía adonde quería llegar mi tio Remus: a como habían sido traicionado por su amigo Peter Pettigrew que dio la información sobre el paradero de los Potter siendo su guardián secreto. Note la furia de Harry y di un paso hacia adelante.

—Nadie en esta habitación— aclare—. Nos hubiera traicionado. Desconfiar los uno de los otros solo nos destruirá. De la misma manera que empezaron a desconfiar de ti hace 16 años, tío Remus. ¿O acaso no lo recuerdas?

Mi padrino en respuesta negó con la cabeza, resoplando, sabiendo que yo tenía razón pero sin querer admitirlo, entrelace mi mano con la de mi novio a la vez que mi tio dejo su vaso en una mesita, y se dirigía a Bill.

—Hay trabajo que hacer. Puedo pedírselo a Kingsley si...

—No, —dijo Bill al instante—. Yo lo haré, iré.

Laila Scamander Y Las Reliquias De La MuerteWhere stories live. Discover now