Capítulo único.

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⚠️Spoiler del manga capítulo 222 ⚠️

Después de aquel tiroteo en aquel festival a Draken le habían dado el alta. Por fin, podría dormir en su "casa", por suerte todo había quedado en susto del que Takemichi y Senju habían presenciado.

-Kenchin -dijo una voz bastante conocida para él -Te llevo.

Su pequeño pero invencible mejor amigo había ido a recogerlo a la salida del hospital en su preciosa moto. Con una sonrisa el rubio trenzado se subió en ella.

Prendió el motor y salieron a toda velocidad dejando atrás aquel hospital, del cuál desearía no volver a pisar.

El atardecer iluminaba aquella carretera en la que Mikey se hacía notar, ese enano siempre aparecía en el momento justo, cuando más se le necesitaba.

Seguía siendo su bumerán, siempre volvía a él.

Llegaron al lugar donde Draken vivía y se bajó de la moto del menor. Ambos se quedaron callados y Mikey apretó el puño en el mango de la moto, había pasado un tiempo y no sabía que decirle.

-Puedes pasar -rompió el silencio Draken.

Mikey se sorprendió.

-Te haré de comer, es lo mínimo después de haberme salvado.

El rubio le sonrió con nostalgia, le echaba de menos. Extrañaba muchísimo estar junto él.

Al final se bajó y ambos se adentraron al lugar. Draken comenzó a preparar la cena mientras Mikey (como siempre hacia) se sentaba en la mesa y le miraba cocinar. Aquellos hombros anchos que tanto echaba de menos. Aquella trenza rubia y tatuaje de dragón en la cabeza.

Una vez terminados de comer se pusieron más cómodos encima de la cama del rubio trenzado. Como si nunca hubiese pasado nada mantuvieron una larga charla contando anécdotas que habían sucedido en la pandilla. Las horas pasaban y ambos se sonreían.

-Oh, ya es muy tarde -miro Mikey el reloj despertador de la mesita de noche - Me voy ya.

Mikey se levantó de la cama pero una mano le agarró de la muñeca.

-No te vayas -Draken le miró con ojos brillosos - Quédate.

El pequeño le observó. No sabía cuál era el significado tras ese "Quédate". Pero lo hizo.

No era la primera que ambos dormían juntos en aquella cama tan pequeña pero el ambiente que impregnaba el lugar era totalmente distinto. Aquellos dos cuerpos se daban la espalda entre ellos. Por completo silencio. Se escuchaba la respiración de ambos.

-Me volviste a asustar de nuevo, Kenchin -susurro Mikey.

-Pero no pasó nada. -respondió Draken -Esta vez fue más épico, sobreviví a tres balas. Es genial.

-No, no es genial -la voz de Mikey rompió en un pequeño llanto.

Draken se asustó y se giró para mirarle a la cara. Estaba echo bolita y limpiándose las lágrimas. Se veía tan vulnerable.

-Mikey...

-No quiero que te vayas de mi vida nunca más, Kenchin...

Draken lo abrazó fuertemente contra él. A fin de cuentas el pequeño rubio era suyo y verlo de esa manera le hacía ver más claro sus sentimientos. Pasó su mano por la mejilla del menor limpiando sus lágrimas. Mikey lo miro a los ojos, el mayor no se pudo contener y lo besó.

Lo besó como nunca antes había hecho. El pequeño abrió más la boca para que profundizará aquel beso. Draken se dejó llevar y se colocó encima suya, cosa que Mikey acepto abriendo sus piernas para aferrarse a aquella cintura.

Draken corto el beso para susurrarle al oído.

-Eres mío maldito enano.

Al borde de la muerte {Draken x Mikey} one shotWhere stories live. Discover now