La puerta se abrió otra vez.

Buenas noches, Samantha. 

Cuando escuché "jefe" sinceramente esperaba encontrarme con un hombre barbudo de unos 40 años aproximadamente... ¡No con un maldito adolescente que no alcanza los 18 años!

¿Tú eres el "Jefe" Sandman? -Hice las comillas con las manos y me reí.

Soy yo, un gusto -Soltó una sonrisa. —Por fin te veo -Tomó asiento en la silla frente a mí, quedando cara a cara conmigo, lo único que nos separaba era la gran mesa del centro.

Mis respetos para usted señor, pero... los estúpidos de tus sirvientes se equivocaron de chica, así que me retiro de aquí. -Me pusé de pie dispuesta a marcharme.

No te vas a ningún lado niña, no hasta que pagues lo que debes. -Me miró y cruzó sus brazos.

No te conozco, jamás en mi puta vida te he visto, no te debo dinero -Comencé a sudar. —Mi nombre es Abby, no Samantha. -Grité

¿No eres Samantha? -Preguntó abriendo sus ojos como platos. 

Es lo que dije, necesito irme. ¿Por favor? -Supliqué nuevamente.

Sandman se levantó de su silla comenzó acercarse mi y una vez llegó, agarró mi barbilla con ambas manos.  

Jamás cometemos errores de este tipo, no puedes decir nada de lo que viste acá. -Dijo en un tono amenazante. 

Joder que no diré nada, sólo quiero irme a mi casa. -Quité sus manos de mi barbilla.

Me puse rápidamente de pie, el lugar era tenebroso.

¿Tienes idea de la hora que es? -preguntó.

Supongo que han pasado 2 o 3 horas desde que tus estúpidos sirvientes me secuestraron. -Me crucé de brazos enojada.

Samantha, dormiste toda la noche, ya es Sábado, casi Domingo. -Miró su reloj. —Y son las 23.25 para ser exactos. 

¡Qué!

Mierda mierda mierda -Repetí una y otra vez. —Mi madré va a matarme -Grité. —Y no vuelvas a llamarme Samantha, me llamo Abby. -Volví a gritar.

Perdón, te llevaré a tu casa Abby -Me interrumpió.

¿Estás loco? no te me acerques, mira donde estoy por tú culpa. -Levanté ambos brazos señalando el lugar.

Fue un error y es lo menos que puedo hacer por tí, tranquila. -Me ofreció su mano.

Ni muerta tomo su mano, pasé por al lado de él y abrí la puerta.

Al salir me encontré inmediatamente en un ¿Night Club? 

La música estaba increíblemente fuerte, ¿cómo no escuché desde ahí dentro? 

Al otro lado del lugar donde yo estaba localicé al tipo que dijo tener mi móvil, caminé rápidamente hacía él. 

Quiero mi móvil, ahora. -Exigí

¿Sigues viva? -Me miró sorprendido.

¿No debería? -Estiré mi mano esperando mis cosas de regreso. —Son unos malditos desgraciados, hagan bien su trabajo la próxima vez.

Me llamo Oscar  -Lanzó una mirada coqueta.

Y yo NO me llamo Samantha -Marqué la voz en el "no".

El chico comenzó a reír.

¿Qué te hace tanta gracia? -Lo fulminé con la mirada.

-Siguió riendo. 

Oscar me entregó mi mochila, la revisé por dentro.

Móvil

Audífonos

Cuadernos

Todo en orden 

Adiós, puedes quedarte con tus... -Mire con asco el lugar. —putitas. -Me dirigí hacía la salida del lugar.

Logré salir, estaba oscuro.

Habían demasiados autos en el estacionamiento, al parecer le iba muy bien al sitio, pero no me importaba. 

No sé porque me alegraba tanto salir de ahí, cuando mi madre me vea, estaré muerta de todas formas.

Oye... -Me giré rápidamente, después de lo que ocurrió el Viernes por la tarde, cualquier voz me provocaba escalofríos.

¿Qué quieres ahora? -Respondí irritada.

Este chico me traerá problemas. 

Hola queridas, ¿les gusta como va o ya les aburrió?

Por favor comenten y díganme que quieren que salga en la novela, que les gustaría que sucediera, si quieren aparecer también haganmelo saber.

Cuídense y que esten muy bien :)

The Sandman Daily - Felix SandmanWo Geschichten leben. Entdecke jetzt