Kaien Cross [PAUSADA]

Capítulo 7

Asia

No puedo negar que estos días sin los chicos la casa está más silenciosa y no he tenido nada de paz, algo que pensaba que tendría pues cuando Kiyoshi, Yagari y Kaien estaban a mi alrededor era lo que menos podía tener pero ahora los extrañaba. Sus voces eran lo que hacia falta a mi alrededor.

Juri y yo teníamos entendido que aquella misión y excursión no tardarían mucho, el primero en llegar sería Kiyoshi después de algunos tres días, mientras que Kaien y Yagari llegarían dos días después de él, pero no había rastro de la llegada de ninguno de los tres eso me preocupaba pero mi querida amiga me decía que era normal pues ninguna misión tenia limite de tiempo ya que a veces son largas o algunas más cortas pero ella sabía que todos estaban a salvo pues ellos eran algunos de los mejores cazadores.

— Despeja tu mente, utiliza tu energía — me decía una y mil veces, Juri estaba algo estresada pues aquel hechizo que me estaba saliendo a la perfección en este momento no era algo tan lindo — Deja de estar pensando en tu novio, él está bien

— No estoy pensando en nadie — su comentario me había hecho sonrojar — Solo no me puedo concentrar...

Ninguna de las dos mentía. Yo tenia tantas cosas en mente que mi energía no estaba concentrada en algún punto en concreto y mientras tanto con lo de Juri, Kaien era como un amor imposible pues al ser de esta dimensión era algo difícil de llevar ya que nadie sabia cuando me iría, aunque no podía negar la fuerte atracción que se sentía en el ambiente al estar juntos.

— Esto querida amiga es un bloqueo para tu practica. La magia va ligada a las emociones por lo que tu corazón y mente deben de ser fríos y calculadores

Juri tomó lugar frente a mi quitando mi objeto de practica, una maceta la cual contenía una pequeña semilla de girasol, mi flor favorita. Colo sus manos a cada lado de la maceta, cerro sus ojos y se concentro en lo que tenia que hacer, dar vida a una nueva planta.

— Lo que quieres es que sea un robot. Sabes que soy muy sentimental

— Tienes un corazón de pollo — su sonrisa era de burla pero de esas que usas para molestar a una persona cercana a ti — Relájate y haz que tu corazón y cerebro sean uno solo, la mente tiene un poder extraordinario

Frente a mi estaban un montón de macetas unas con hermosos girasoles, otros con flores marchitas y algunas con brotes que no alcanzaron a crecer, todo eso demostraba mi potencial y la concentración que estaba teniendo.

Intente hacer lo que me aconsejó Juri tranquilice mis nervios, mi estrés, todas aquellas emociones dejándome en blanco sincronizando los latidos de mi corazón con mis respiración.  Al tener los ojos cerrado sentía como aquella sensación de paz comenzaba desde mi cabeza hasta las planta de mis pies desechando todo los nervios me sentí poderosa y eso lo demostraba al abrir mis ojos, mi mirada era como la de una cazadora.

Con pasos firmes y con todo este poder me acerque a mi última prueba, coloque mis manos a cada lado de la maceta y así al instante visualice como aquella energía pasaba desde mis brazos y manos hasta llegar a la pequeña semilla y como esta iba creciendo para formarse en una increíble y hermoso girasol tan brillante y lleno de vida.

— Creo que tu magia es un don nato

— Con mucha practica puedo lograr esto pero no puedo negar que se me ha hecho fácil

— En esta ocasión no te fue demasiado fácil querida

Amaba aprender de la magia y de como utilizando los recursos naturales podía crear asombrosos ungüentos medicinales para cualquier persona, para cualquier enfermedad o problema y por el momento había aprendido solo para las heridas pues en este momento donde creía que me era más de utilidad.