Red Connection • Soukoku • Finalizada

"Dazai Osamu"

Hablando del pequeño pelirrojo, era curioso como la mirada castaña de su amigo siempre buscaba aunque sea por un corto segundo a Chuuya.

Aún recuerda la noche que Dazai lo llamó preguntándole si podía ir por él en el auto hasta el parque en donde se encontraba. Odasaku había pensado lo peor, pero cuando llegó y se bajó rápidamente del auto para correr a buscar a Dazai, este simplemente explotó en risas que goteaban desesperación.

Oda se había preocupado. Pero Dazai simplemente le invitó a sentarse junto a él.

"No vas a creer esto, Odasaku"

Era lo primero que Dazai había soltado entre risas inquietantes y mirada desenfocada.

A partir de allí, Oda había escuchado todo lo que Dazai tenía para soltar. Todo lo relacionado con Chuuya, el cómo se sentía al respecto, y todos las inseguridades que comenzaron a acechar su mente.

"No sé qué hacer, Odasaku... No sé como resolver este tipo de problemas... Nunca he sabido cómo lidiar con este tipo de sentimientos."

Convencer a Dazai de probar con un terapeuta, le llevó a Oda alrededor de una hora.

Eso fue bastante poco, en consideración de lo mucho que tuvo que luchar cuando Dazai era menor de edad.

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Osamu siempre había sido el tipo de niño tranquilo y callado. Aprendía rápido y tenía una gran afición a leer libros gracias a que su madre desde pequeño le impartió el gusto por ellos.

Siempre veía como su padre y su madre se profesaban amor. Y a pesar de que a sus cortos años no estaba interesado en las relaciones amorosas (porque vamos, era un niño), siempre le intrigó el bonito hilo rojo que envolvía su dedo meñique.

"Es importante. Si alguna vez llegas a encontrar a la persona que está al otro extremo, serás muy feliz."

Le había dicho su madre una vez que encontró a Osamu observando su mano.

"¿Y si nunca encuentro a esa persona?"

Preguntó, y su madre rio con ternura.

"Bueno, siempre habrá alguien allí afuera que quiera estar al lado de alguien tan dulce como tú. Pero cuida esa conexión que tienes ahí. Aunque no encuentres a esa persona, respeta ese enlace. Después de todo es tu destino. Si no se encuentran en esta vida, tal vez sea en otra."

Estaba bien. Él lo entendía. Y gracias a algunas investigaciones que había hecho al respecto, sabía que encontrar a tu alma gemela era difícil y estadísticamente casi imposible debido a barreras de edad, nacionalidad, u otros factores a considerar como... si es que esa persona estaba viva o no.

Y a pesar de la existencia de múltiples aplicaciones y redes sociales, estas nunca fueron confiables y mucho menos ayudaban con la búsqueda de tu otra mitad. Aunque muchas personas lo intentaban.

¿Qué pista podrías proporcionar de todas formas?, ¿el estado actual de tu hilo?

¿Qué podrías conseguir al describir el tono rojizo específico de tu enlace? Si Millones y millones y billones de personas podrían afirmar tener exactamente el mismo color rojizo.

Otra posibilidad era describir las tenues emociones percibidas. Pero aunque lo hicieras todos los días... millones, y millones, y billones de personas podían estar sintiendo la misma emoción en ese preciso instante.