Rivals

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La casa de los Kujo estaba hecha un desastre. Los organizadores de la fiesta estaban dormidos en situaciones demasiado extrañas; por ejemplo: Jotaro estaba dentro de la bañera llena de aguas locas que hizo Formaggio en el tinaco mugroso y sucio, Kakyoin estaba en el suelo de la cocina rodeado de vasos rojos que ceñían a la perfección su figura, Polnareff estaba dormido arriba del refrigerador con medio cuerpo saliéndose, Avdol en un sillón con la camiseta toda cagada producto de Iggy y Caesar adentro de la lavadora dando vueltas porque estaba en la etapa de secado.

Jotaro abrió los ojos de repente sentándose de golpe en la bañera y miró a su alrededor, luego bajó la vista hacia su propio cuerpo encontrándose que estaba rodeado de agua con cerveza. El agua del lavabo salpicaba a todos lados y cuando miró hacia allá se encontró con que se lo habían robado. Se salió de inmediato de la bañera empapando el suelo y buscando a tientas su gorra. Cuando abrió la puerta y la diferencia de luz le golpeó el rostro tuvo que entrecerrar los ojos en lo que se adaptaba. Al primero que vio fue a Avdol en el sillón durmiendo con la boca abierta y en su pecho estaba el perrito Iggy de la misma forma subiendo y bajando debido a la respiración del egipcio. 

—Avdol, despierta. —Lo movió con cuidado por unos segundos hasta que el moreno reaccionó—. Se robaron el lavamanos del baño, despierta. 

Avdol abrió los ojos y se levantó en un bostezo, dejando con delicadeza al perro en el sillón y siguiendo a su amigo pelinegro. Al llegar a la cocina encontraron aún más desmadre. Había platos rotos en el suelo, manchas de comida en la pared, la barra y la mesa repletas de basura como vasos, platos, etcétera. Los pies de Jotaro se toparon con el cuerpo de Kakyoin sobre el suelo y después su vista con el medio cuerpo del francés colgando desde el refrigerador con la baba cubrirle hasta el área de sus inexistentes cejas. Avdol fue a por el peliblanco mientras que el pelinegro despertó al pelirojo en el piso. 

—¿Qué pasó? —Polnareff se estiró y se talló los ojos con los dedos—. Cinco minutos más—. Volvió a cerrar los ojos. 

—Amigo, se robaron el lavamanos del baño... —Se pasó las manos por el cabello con frustración y luego abrió el refrigerador—. Y el puto picadillo.  

—No se lo robaron, yo me lo comí —dijo Kakyoin con una sonrisa nerviosa—. Lo siento, tenía hambre y estaba delicioso. 

—¿En dónde están los otros dos? —Avdol se asomó a todos lados pero ni rastro, hasta que sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escucharon la lavadora sonar en el cuarto de lavado. Fueron de inmediato hacia allá encontrándola encendida con la tapa abajo.

La abrieron y Caesar estaba dormido dando miles de vueltas bien rápido, hasta que Kakyoin apretó uno de los botones y el electrodoméstico se detuvo. El rubio abrió los ojos y se sentó mirándolos somnoliento, cuando se dio cuenta de donde estaba metido se salió de un salto. Era hora de buscar a Joseph. No podían encontrarlo por ningún lado, ¿en dónde se había metido? Estaban en la planta de arriba buscando hasta que Kakyoin jadeó y luego rio con diversión señalando fuera de la ventana. Los demás se acercaron a mirar y carcajearon. 

El castaño estaba suspendido de cabeza en el aire atado con la cuerda de la piñata que se amarraba de la rama de uno de los grandes árboles. Corrieron hacia afuera y se pararon frente a él averiguando de qué manera despertarlo. Jotaro simplemente desamarró la cuerda de uno de los extremos y su primo cayó de cabeza contra el pasto. Joestar abrió los ojos asustado y se recargó en el tronco del árbol tallándose el golpe. 

—Despierta bello durmiente, ya es de día —le dijo Caesar con una gran sonrisa y Kakyoin le ofreció una de sus manos para que se pusiera de pie. 

Crazy Noisy University [JJBA] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora