Capítulo 2

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A diferencia de Lexa yo no compartiria habitación con ningún estudiante, mis padres habían insistido en que así sería mejor, principalmente para que no haya malos entendidos con ningún estudiante.

No es que me molestase estar sola todo lo contrario se me hacia cómoda no compartir, así podría hacer magia libremente sin asustar a nadie.

Lexa y yo siembre fuimos muy diferentes, mí hermana mayor siempre se vistió más relajada a diferencia mía que siempre vestía elegante pero casual, varias veces mis hermanos se habían burlado de mí obsecion por las zapatillas blancas, jamás había salido con ellas sucias siempre estaban relucientes.

Sabía que a pesar de llamarme Hope Pramheda-Woods todo el mundo me llamaría Hope Mikaelson es algo que con el tiempo me fui acostumbrando.

Tome uno de los Jeans blancos de mí perchero y lo planche, una vez listo me lo coloque y comenzé a buscar una camisa, elegí una azul apenas escotada con un abrigo negro.

A último momento me arrepentí de mí outfit y me cambié, los Jeans blancos pasaron a ser negros y la camisa azul a  blanca.

Preferí ponerme mis comodas zapatillas blancas con unas medias que no se veían

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Preferí ponerme mis comodas zapatillas blancas con unas medias que no se veían. Tome mí abrigo con las llaves, el celular, billetera y bolso.

No necesitaba el auto ya que la universidad quedaba en el mismo lugar que las habitaciones.

Al entrar sentí las miradas de todos sobre mí, como siempre levanté el rostro e ignore a todos a mí alrededor.

"Es la hija de Klaus Mikaelson"- oí a lo lejos

Repire ondo y seguí mí camino hacia mí clase, era temprano, aún faltaban 5 minutos para que comienze la clase pero me daba el tiempo siguente para responder los mensajes a mí madre.

Yo: Mamá estoy bien

Mamá: Lo se lo sé... Solo me preocupo por mí pequeña... Las personas suelen ser cruel Cielo

Yo: Me di cuenta, no hay de que preocuparse, Haré todo lo posible para que estén orgullosos de mí

Mamá: Estamos orgullosos, siempre lo estuvimos

La clase ya había iniciado, abrí mí cuadernillo y comenzé a tomar apunte, escribí durante toda la clase, las siguientes horas fue así, me consentre en las clases y en estar al día.

A la hora del almuerzo fui a la cafetería, por una extraña razón no subía de peso, por más que comiera damasiado mí cuerpo seguía igual. Por lo que no me preocupe por la comida, compré tres hamburguesas y papas fritas y una coca.

Note la mirada de todos sobre mí incomodandome un poco, finjio indifencia y me senté en una de las mesas libres.

Me consentre en mí teléfono evitando a todo el mundo, o eso intente, vi como una taza de café caía sobre todos mis apuntes que estaban apilados a un costado de la mesa.

Me levanté bruscamente y vi a una chica pelirroja mirarme divertida junto a su grupo de amigos.

-¿Que mierda haces?- dije mirándola mal

-¿Te molesta? ¿Que haras matarme? Eso es lo que hace tu familia.

Claro que no la iba a matar, pero si le daría un buen susto, había aprendido a hacer muchas cosas para asustar a mis hermanos y eso hize.

Me aleje unos pasos de la mesa y comenzé a murmurar un hechizo. Mis hojas, apuntes y libros comenzaron a flotar en el aire formando un remolino con ellas.

Una vez que mis hojas estuvieran limpias y sin una gota de café aún con magia las órdenes perfectamente sobre la mesa. La ignore completamente, esta vez puse un campo de protección a mis hojas y así evitar que se dañen nuevamente.

Luego de almorzar me fui de allí ignorando a todos, si el miedo hara que no se metan conmigo entonces prefiero que me teman. Tampoco es que haya hecho un hechizo tan peligroso pero sin dudas me tendrían al ver lo que hice.

Por Siempre Where stories live. Discover now