— ¡Ai-chan~♡!!!! Vamos a almorzar — la puerta del aula se abrió de golpe dejando ver a Mikey y Draken con el uniforme, al parecer ya han llegado. 

— n-no podéis entrar así como así — el profesor intento regañarlos aún si su voz titubeaba — la clase aún no ha termi- — antes de que pudiera terminar la frase, el timbre sonó llegando así el final de la clase. Sensei, deje de intentar imponerse, son como 2 perros rabiosos, incontrolables. 

Los alumnos comenzaron a recoger sus cosas para ir a almorzar fuera o a comprar algo a la cafetería. Ambos rubios entraron al aula para así dejar pasar a las demás personas y de paso esperar a que yo también terminará de meter las cosas en la mochila. 

— darme un minuto, ya casi término — al final acabé metiendo todo de mala manera.

En la mano de Mikey había una enorme bolsa de plástico a rebosar de dulces. Eso quiere decir que no necesitaremos ir a la cafetería supongo. 

Una vez en la azotea, buscamos un sitio donde diera un poco de sombra , al ser inicios del curso, el calor sigue presente.

Como de costumbre, Draken se sentó delante de mí para facilitar las charlas que podíamos tener, mientras que Mikey se tumbó reposando su cabeza en mi regazo, ya con un dorayaki de la cafetería en la boca. 

—No puedo creer que comiendo tanto dulce como comes aun no tengas diabetes. 

—¿Sabes que no eres quien para hablar verdad? — el de la trenza sacó un bocadillo de la Bolsa junto a un pequeño brick de zumo. Estiró el papel transparente alrededor del pan para abrirlo. Por otra parte, pincho la cañita de plástico en el círculo plateado — si se trata de dulces, tu comes casi tanto como él — le dio el primer mordisco a su almuerzo, llenándose la boca. 

— no cómo tanto! Creo…. — o a lo mejor sí? La risa de Draken se hizo presente por mi indecisión ahora llenándome de vergüenza — los dulces son diferentes! como sea, podéis venir a mi casa hoy? Necesito un poco de ayuda 

— ¿Con que? No tenemos ningún proyecto por el momento, ni deberes — volvió a morder el bocadillo dejándolo casi por la mitad, luego bebió su zumo. 

Click 

El sonido de la Cámara de mi celular sonó un poco. Emma, luego te envió esta joyita. Ken-chan con un zumito vale oro. 

— bueno… han pasado unas cosas, entonces… yo… — mierda, ahora como se lo digo? ¡No sé cómo sacar el tema! — Mikey, ayudame — susurre cerca del oído ganando su atención 

—hm? ¿En que? — devoró otro dulce sin esperar.

Los ojos de Manjiro se mantuvieron sobre mi sin entender a qué me refería, intentaba procesar las muchas o nulas cosas a las que podías hacer referencia aun sin encontrar ninguna. Un "lo de la otra noche " por fin hizo brillar la bombilla en su cabeza — ooohh! Te refieres a la mudanza. 

Desde leguas se podía ver cómo el ceño de Ken-chin se arrugó sin pena alguna , tu pidiendo ayuda a Mikey, para explicar algo que no le habías dicho, A ÉL? y como que mudanza? 

La voz relajada de Mikey volvió a elevarse aún tumbado, mirando al cielo — hmm~ ____-chan se viene a vivir conmigo y Emma, no es genial~? 

Pssshh!!!!! 

Wow, pobre zumo. 

Al tatuado no le faltó tiempo para estrangular el zumito en una de sus manos. 

Tokyo Revengers {Mikey x lectora}Where stories live. Discover now