Kamigami No Asobi ~One Shots~Lemon~+18

Apolo

Fue una tarde horrible, estuve muy triste extrañando a mi familia.
Hace ya 6 meses que no se nada de ellos y realmente me hace mal.

Estaba llorando en mi habitación cuando alguien golpeó la puerta y habló.

- ___ soy yo... Apolo. - hablaba detrás de la puerta - se que estás triste pero tengo una propuesta para ti.

- No quiero hacer nada Apolo, te agradezco - grité desde adentro.

-¿No quieres conocer el olimpo?...

Maldito, sabe que amo hacer travesuras. De hecho somos mejores amigos con Loki por eso.

Corrí a la puerta y abrí con rapidez.

- Eso está mal.

-Lo sé, pero encontré la forma de ir y volver. Y se que quieres acompañarme... - dijo extendiendo su mano de forma caballerosa.

- Maldición....¡Vamos! - le dije con emoción.

Corrimos por el pasillo hasta la sala principal donde suele estar Zeus.
Apolo lo llamó detrás de la puerta junto a mi y al no recibir respuesta, entramos.

Caminamos en silencio hasta el trono.

Apolo se sentó.

- ___, se que esto será extraño pero.... debes sentarte en mi regazo para viajar conmigo.

Lo dudé un momento ya que no suelo tener contacto físico con él.
Esto se debe a que me me gusta, me gusta desde el principio y me siento nerviosa cuando estamos cerca.

Tomé asiento en sus piernas y me pidió que lo abrace con fuerza y lo haga por el cuello.

Lo hice, Apolo colocó sus manos en ambos apoyabrazos y cerré mis ojos.

Sentí calor y viento pero no me animé a abrirlos.

Cuando el viento cesó, Apolo por fin me habló.

- Ya puede abrir los ojos pequeña...

¿Pequeña? ¿Apolo me llamó pequeña? Eso sí es extraño.

Abrí los ojos y lo tenía frente a mi, conectabamos miradas, estábamos a unos pocos centímetros el uno del otro.

Me levanté rápidamente con mis mejillas algo sonrojadas.
Es tan lindo.

Me aparté de él bajando unas escaleras de mármol y lo miré desde abajo.

Estaba en su forma de Dios, con el cabello largo y luces a su alrededor.
Se veía su abdomen y brazos marcados que completaban una figura perfecta.

- Discúlpame, no puedo controlar mucho mi poder - dijo con el ceño fruncido.

Energía amarilla brotaba de él, pero poco a poco se fue calmando.

Una vez tranquilos me dispuse a ver a mi alrededor.

Estábamos sobre nubes y todo a mi alrededor eran estructuras de mármol blanco con detalles y adornos de oro.
Realmente estábamos en el Olimpo.

- Esto es bellísimo Apolo - dije con los ojos brillando de emoción.

-Tan bello como tú. ¿Acaso te viste?

Me llamó la atención lo que dijo, él suele ser muy respetuoso y hasta tímido.

Ignorando ese pensamiento, miré mi cuerpo.

Mi ropa era como la típica que nos enseñan en las escuelas o caricaturas.

Me veía bastante bien.