Parte Única.

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Me and Mr. Heart, we say the cutest things about you

How you seem unreal and we'd probably die so quick without you

esto salió en un arrebato de inspiración para sobrellevar el ultimo cap del anime. espero q lo disfruten <3 besos 

Chifuyu tiene esa mala costumbre de no irse a dormir sin terminar el tomo que esté leyéndose esa semana. No importa si pasa de su hora de dormir y al día siguiente tiene una clase a primera hora. O si le han dado doble turno en la tienda de mascotas. El chico no pega el ojo hasta que llegue a esa última página donde los protagonistas de su shoujo aclaran sus sentimientos. Se confiesan cuanto se quieren (entre otras cursilerías), murmuran un par de disculpas llorosas y acaban dándose un beso y un abrazo bajo un árbol de cerezo en plena primavera.

Baji cruza el pasillo. Desganado. El reloj de la mesita de noche marcaba las dos menos treinta. Y el lado de Chifuyu estaba frio y sin Chifuyu. Una tragedia en sí misma. Lamentablemente, su cuerpo había decidido por sí solo el poner los pies descalzos fuera de la cama y e ir en la dirección de ese gritito ahogado que proviene de la sala.

—Chifuyu —rezonga al ver la melena rubia sobresalir del borde del mullido sofá que compraron hace unos meses.

Demasiado costoso, había pensado Baji. Pero Chifuyu se había sentado con las piernas cruzadas y había acariciado sus manos sobre el tejido beige del mueble. Lo había mirado con esos ojos y esa sonrisa. Y eso había sido todo. Vendido.

—Oh. Lo siento, Baji-san ¿te desperté? —le dice. El rostro ruborizado y los parpados pesados—. Es que el prota al fin le ha confesado sus sentimientos a la chica y, bueno, me emocioné un poco.

Una sonrisa avergonzada le abulta las mejillas. Precioso.

—Ven a la cama —se pone en cuclillas y apoya la barbilla en el brazo del sofá. Inhalando los residuos de la esencia de limón que usan en la tina.

Chifuyu suelta una risita al escucharle emplear ese tono infantil.

—No me gusta dormir sin ti —murmura—. Lo sabes.

Unos dedos le acarician la nuca delicadamente.

—Solo unas páginas más, Baji-san.

Baji bufa. Contrariado.

Sabe de antemano que ese "solo unas páginas más" se traduce a media hora más observando a Chifuyu removerse emocionado y somnoliento entre los almohadones hasta que llegue a la última página del manga. Y aunque esa situación en cualquier otro momento le hubiese parecido gratificante y cautivadora de presenciar. En este momento lo único que anhela es que Chifuyu arrastre sus pies envueltos en mullidos calcetines hasta la habitación y se enrolle en un capullo de mantas calentitas con Baji junto a él.

Solo quiere ocho horas de sueño ininterrumpido con el calor y los suspiros bajitos que Chifuyu profiere en su cuello. Si. Eso estaría mejor que bien.

Tendrá que jugar sucio si quiere conseguir su objetivo.

Se desliza a su lado. Hundiendo el rostro en la raída camiseta (suya) que Chifuyu usa para dormir. Alegando que es cómoda y suave y que huele a él. La levanta y se escabulle dentro de la tela.

Baji-san —se retuerce. Tratando de mantenerse enfocado en los diálogos frente a él—. Qué haces.

Chifuyu palpa su cabeza bajo la ropa y Baji sopla sobre su vientre. Ganándose una carcajada sorprendida y el movimiento de unas piernas inquietas. Las aprisiona contra el sofá.

—¿Ya podemos ir a la cama? —cuestiona. La voz ronca y grave—. Sabes que no tengo ni una pizca de paciencia.

Puede imaginarse la expresión de Chifuyu en ese momento. Mordiéndose el labio, dubitativo. Debatiendo entre rendirse ante el capricho de Baji o terminar su lectura.

—Yo no estoy cansado todavía.

Será cabrón.

—El que avisa no traiciona, Fuyu —advierte.

El chico no alcanza a preguntar a qué se refiere antes de estar de cabeza. Suelta un "¡Baji-san!" pasmado por la rapidez del movimiento. Sus brazos cuelgan a sus lados. Las piernas sujetadas fuertemente por manos ásperas. Suelta un quejido descontento al ver la portada de su shoujo en el suelo.

Ah, joder. Realmente quería terminarlo esta noche.

Deja que Baji lo lleve a cuestas hasta la habitación. Peke J persiguiéndolos con la cola elevada y pasitos cortos. Ha dejado de juguetear lánguidamente con su bola de estambre para estar al tanto del escándalo que hacen sus padres. Cuando cruzan el umbral de la puerta, Baji suelta el agarre en sus muslos y lo recuesta en la cama. El movimiento hace que suelte de golpe el aliento.

Baji lo contempla con los ojos entornados y una media sonrisa burlona.

—¿Satisfecho? —inquiere con las cejas elevadas.

—Todavía no.

Procede a moverse al centro de la cama. Arrastrando a Chifuyu con él. Cuando ha colocado quien sabe cuántas mantas una encima de la otra sobre ellos, chista en dirección al peludo animal que se lame perezosamente las patas en la esquina del cuarto. Baji palmea sobre el colchón para instarle a que se suba y en cuanto lo hace, los cubre hasta la barbilla en frazadas y aprieta a Chifuyu contra su pecho.

—Ahora sí, joder —suspira. Contento—. Qué frio hace.

Tiene razón, piensa Chifuyu. Mediados de diciembre en Shibuya es de los climas más helados. Sin duda. Pero aquí. Rodeado de mantas y amor y ronroneos, siente la calidez calarle la piel de adentro hacia fuera. 

Te quiero, Baji-san.

si les pinta pueden pasarse por la introducción de mi otro fic bajifuyu "The sea in your eyes" <3 cuidense amores

Bedtime, FuyuWhere stories live. Discover now