4. i'm the kind of trouble that you enjoy

Începe de la început
                                    

― ¿Quién diablos es Yue?

― Mi novia. ― sonrió para sí con cinismo. Podría comenzar a llamarla suegra en su cabeza.

Estaba tan jodido.

― ¿Qué...? ¿Desde cuándo tienes novia?

― Como... seis meses, creo.

― ¡¿Seis meses?! ¡Es imposible que tú dures tanto con alguien! O que alguien te aguante tanto, en todo caso. ¿Y cómo es que yo no lo sabía y Mei sí?

― ¡Oye! Soy un estupendo novio ― "Si dejo de lado que besé a su hijo, claro" pensó. ― Y Mei es una bruja, eso es todo.

― No, no lo eres. ― Sostuvo la copa en alto, viendo la luz traspasar el vidrio hasta él ¿Sabría algo Geto o solo era un pésimo amigo? Que, bueno, el pésimo amigo siempre había sido Satoru, aquel era un cambio interesante en su relación. ― Aunque debo admitir que seis meses es todo un logro para ti. De verdad debe haber algo que te guste de esa mujer.

Oh, las bromas internas.

Rio divertido, desconcertando al otro. Habría deseado responder "su hijo", pero decirlo en voz alta ya debería estar muy mal, ¿no?

― Mm, me entretengo. ― Dijo en su lugar. No que sonara mejor, en todo caso, pero Geto lo conocía tan bien que preguntar más (sabía) iba a resultar en un posible trauma.

Dejó el tema para después, cuando tuviese a Satoru en frente y pudiese descifrar sus expresiones casi nunca sinceras.

Escuchó un último suspiro resignado por parte de su amigo pelinegro. ― En realidad, hay otro tema más importante por tratar que tus desvaríos emocionales.

― Buu, comenzaba a divertirme.

― Bueno, si tanto quieres bromear, te informo que Gakuganji estuvo en la junta de ayer. Has un chiste con eso.

Frunció el ceño. Tan rápido como el buen humor había llegado a él, fue opacado por la sensación irritante de la ira naciente.

― ¿Qué mierda hacía él ahí?

Aquello no le gustó nada. El viejo era como una polilla: su presencia nunca podía significar nada bueno. Sobre todo, no cuando había estado peleando los últimos años por incorporar su propia empresa a la suya, insistiendo en acuerdos que, si bien no sonaban aparentemente mal del todo, Satoru ignoraba o negaba abiertamente.

El hombre se le hacía poco moral, demasiado concentrado en el poder de su familiar, en la riqueza y el orgullo de su casa y empresa, como para ver nada más allá de su propio ego. El viejo tenía ideas tan podridas.

― Te enterarás cuando vengas mañana a trabajar y te comportes como el adulto que eres, Satoru.

― Yo siempre me comporto como un adulto, Geto. ― dejó la copa sobre la mesa de cristal. Reposicionó su cuerpo recargando sus brazos sobre sus piernas abiertas, mirando a la nada inestable que su estado anímico creaba a su alrededor ― ¿no lo has notado?

― Satoru, hablo en serio. Tu padre también estuvo ahí.

Entrecerró los ojos, sintiendo la ira acumularse en su cuerpo. Ese hijo de perra...

― Estaré ahí mañana.

• • ҉ • •

Al bajar las escaleras la luz del día entraba como fuente por la ventana, iluminando toda la cocina y comedor con el brillante reflejo de los pequeños adornos y los cristales que hacían de pared. Observó los destellos, pequeñas volutas brillantes que danzaban alrededor del pequeño y despistado adolescente frente a él.

Venus | GoyuuUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum