Restaurante

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***

Era septiembre finalmente.

El cumpleaños de Hange Zoë, su amiga de preparatoria, estaba próximo. Sus ex compañeros de la escuela utilizaron esto como una excusa perfecta para organizar una reunión y reencontrarse luego de tanto tiempo sin verse. Erwin propuso reunirse en un restaurante al centro de la ciudad.

Cuando llegó al lugar de encuentro, Mike y Nanaba ya se encontraban esperando. Se hallaban en una mesa reservada para cinco personas.

Al ver a Erwin aparecer, no dudaron un segundo en levantarse e ir a abrazarlo. La última vez que Erwin se había encontrado con ellos fue en la boda de la pareja, casi dos años atrás. Desde entonces solo mantuvieron contacto mediante mensajes y llamadas por teléfono.

Erwin consideraba que Mike era su mejor amigo desde que se conocieron en la preparatoria, así que, a pesar de tanto tiempo sin poderse reunir, podía bromear y hablar con él con toda naturalidad. Los tres conversaron animadamente sin notar que el tiempo pasaba hasta que finalmente Hange y Moblit aparecieron.

Todos tomaron asiento y luego de felicitaciones a Hange por su cumpleaños, cenaron y charlaron durante largo rato.

Las risas entre los amigos no se hicieron esperar al recordar todas esas cosas que vivieron durante la preparatoria. Desde aquella vez que Mike los convenció de ir a beber a un bar cuando tenían que terminar un trabajo escolar que entregar al día siguiente, donde Moblit, que no estaba acostumbrado al alcohol, terminó en tan mal estado que su madre le prohibió salir con ellos durante 2 semanas, hasta aquella ocasión donde Hange los arrastró a todos a un viaje a un pueblo lejano en busca de aventura, terminado perdidos y sin mucho dinero para regresar a casa. En aquella ocasión la madre de Moblit fue a recogerlos y luego le prohibió a su hijo salir con Hange durante 1 mes completo.

Hange les habló sobre sus últimos viajes de trabajo a la cordillera Dauper. Ahora trabajaba con Moblit en una investigación de campo, y por lo que Moblit contaba, parecía que Hange continuaba siendo su principal fuente de ansiedad.

Por su parte, Nanaba y Mike hablaron de cómo era su nueva vida viviendo como una pareja de casados. Ellos habían sido novios casi desde primer año en la preparatoria y siendo muy jóvenes comenzaron a vivir juntos, así que luego de la boda no cambiaron tantas cosas como esperaron. Mike se mantenía trabajando como contador, mientras que Nanaba tenía un trabajo como profesora de inglés en una escuela primaria.

Erwin les contó sobre la plaza que había conseguido como profesor de Historia en la Universidad Central de Paradise. Estaba trabajando mucho últimamente, pero se sentía afortunado de poder hacer algo que le gustaba.

La campana de la entrada del restaurante sonó de pronto, llamando la atención de Erwin, quien volteó casi por instinto. Observó la llegada de una chica pelirroja conocida. Se trataba de aquella joven que trabajaba atendiendo la caja registradora en la tienda de helados cercana al parque de la ciudad. A su lado, caminaba un joven alto y delgado, con cabellos castaños claros y con un atuendo mucho más formal que el de la chica, a quien parecía reprender por ser tan ruidosa. Y finalmente, la figura que hizo a Erwin abrir los ojos con sorpresa: Levi.

El chico vestía un largo abrigo negro y llevaba el cabello peinado hacia atrás, descubriendo por completo su frente, lo que le daba un aire de extraña formalidad. Él caminaba sonriente mientras escuchaba a su par de amigos discutir. Los recién llegados fueron hacia la mesa que uno de los meseros les había ofrecido, al extremo contrario del lugar donde Erwin se encontraba.

La aparición de Levi lo sorprendió bastante, quedándose un poco retraído de la conversación de sus amigos, que ahora se había movido a un tema nuevo. El brusco cambio de actitud de Erwin, aunque momentáneo, llamó la atención de Mike, quien volteó a mirar con curiosidad hacia la misma dirección en que Erwin hizo antes.

—¿Alguien conocido? —Preguntó.

—Sí, podría decirse —respondió Erwin en un susurro, tratando de no interrumpir a el speech de Hange a cerca de todas las asombrosas propiedades de una clase de hongo que había recolectado en la cordillera Duaper, mientras le mostraba fotos de este a Nanaba.

Mike no dijo nada más, algo que Erwin agradeció profundamente.

Luego de varias horas conversando, el momento de despedirse llegó. Los primeros en marcharse fueron Moblit y Hange, prometiendo llamar en cuanto tuvieran la oportunidad y diciendo que podrían realizar una reunión en el departamento de Moblit al regresar de su siguiente trabajo de campo.

Cuando Nanaba, Mike y Erwin se dispusieron a marcharse, Erwin no pudo evitar dar una mirada más hacia el lugar donde Levi cenaba. En ese momento, Levi también volteó a verlo. No lucía sorprendido ante su presencia, parecía más bien que él también había notado hace tiempo que Erwin estaba ahí. Y en ese instante, mientras el joven al otro extremo del restaurante le sostenía la mirada, Erwin no pudo más que sentirse extraño al descubrir que esa noche Levi lucía... muy bien.

Se aclaró la garganta y apartó la mirada de inmediato, mientras Mike y Nanaba terminaban de pagar. Luego de unos instantes, Erwin aprovechó y una vez más giró su cabeza para encontrarse con Levi, quien no había perdido detalle de lo que hacía, mientras parecía examinar a las personas alrededor de él.

Ante ese último detalle, Erwin no pudo evitarlo y, sintiendo cómo sus mejillas se tensaban, le dedicó una sonrisa a Levi. Observó como los ojos grises del pelinegro perdían el inexpresivo gesto que los caracterizaba y se abrían con sorpresa, volteando la cabeza abruptamente y tratando de fingir que estaba en la conversación que llevaban sus dos amigos.

Erwin rio nerviosamente para sí mismo y Mike lo miró con los ojos entrecerrados mientras caminaban juntos a la salida del restaurante.

—Es solo alguien conocido —mencionó Erwin antes de que su amigo pudiera decir cualquier cosa.

Mike sonrió, relajando su expresión.

—Lo imaginaba —respondió con simpleza.

Y con una sonrisa boba, Erwin regresó a casa aquella noche. 

Invisible String | Eruri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora