Por el Nuevo Amanecer

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Me tomo una semana llegar al sureste de Riften, los territorios de la grieta.

Llevaba tres días buscando la ruta señalada por Durak en el mapa, pero no la encontraba.

Si hubiese sabido que la ruta estaba tan escondida, abría ido a Riften primero, tal vez le abría preguntado Mjoll si quería venir, tal vez también Iona ò zafiro.

Acampaba cuando necesitaba descansar, cazaba mi alimento y dormía a la intemperie, pero casi no dormía, estaba un poco nervioso por el ataque de los vampiros.

La mañana del décimo día, los rayos de sol tocaban las hojas de los árboles, dándoles una variedad de colores verdes y rojizos, era hermoso.

Este lugar era hermoso, hermosos y frondosos árboles, parecían estar en un otoño sin fin. La variedad de aromas que traía el viento y el clima, todo aquí era perfecto.

Bueno, eso sin contar con los trolls que podían salirte en el camino, los osos pardos ó de cueva, las arañas congeladoras ò bandidos.

Si quitabas todo eso, era el lugar perfecto para vivir.

Por fin vi la gruta, era un estrecho barranco, baje de SleipNir y tomándolo por la brida entramos.

Estuve por ese túnel medianamente iluminado durante un rato, tanto que empecé a calcular la distancia.

Dos kilómetros.

A SleipNir no le gusto transitar por ese camino.

Salí para ver un vasto terreno exterior entre montañas, un territorio inmenso y lleno de vida, una enorme catarata helada, con un gran lago cristalino lleno de peces, habían ciervos, conejos y a la distancia un gran castillo.

Me acerqué al lago para llenar mi odre de agua, SleipNir también se refresco. Nos quedamos ahí un rato apreciando la vista.

__ woooh, hermoso no crees?

Di un par de palmadas en el lomo a SleipNir, el solo resopló.

__ Hey, no me ignores, hieres mis sentimientos.

Escuche a alguien en la gruta, venia hacia aquí, me puse en guardia.

__ ocúltate!!

Sleipnir salió corriendo mientras yo desenfundaba mi ballesta y escudo.

Espere en posición de guardia, listo para acabar con cualquier cosa que saliera de la ruta.

Salió un joven, aparentaba unos diecisiete, rubio, nórdico y... pueblerino.

- ho... hola.

__ Hola.

- vienes a unirte a la guardia del alba?

__ Si...

- yo también.

__ Oh.

Guarde mis armas y llame a SleipNir con un silbido.

- pareces ser un aventurero, debes de haber matado a muchos vampiros... por cierto soy Agmaer.

__ Jhor.

Caminamos por el sendero de tierra por mas o menos una hora, el chico estaba nervioso de que no lo aceptaran. Lo convencí de que Isran necesitaba guerreros, y no disponía de los números para rechazar reclutas, al parecer yo tenía razón.

Pasamos por varios puntos de control y torres vigías pero ningún guardia ò centinela.

Donde estaba todo el mundo?

DawnguardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora