Tokyo Revengers [One Shots]

"Armario" - Escenarios

Personajes: Angry, Draken, Chifuyu, Baji, Kisaki.

Pensaron que era una buena idea ayudarles a dar el paso en lo que podría ser una relación.

Obvio, encerrarlos en un armario no era la mejor opción, pero que se podía esperar de ellos.

Sōta Kawata | Angry

— ¡No los dejaremos salir hasta que hablen entre ustedes!— Escucharon una voz desde fuera, seguido de risas y pasos alejándose, indicando que realmente los dejarían encerrados ahí.

— ¿hermano...? ¿Smiley?— La voz preocupada de Souta resonó en el apretado armario. Las risas de Smiley, a diferencia del resto, parecía resonar más que el resto mientras se alejaban.— ¡Nahoya! ¡Por favor ábrenos!.— Alzó la voz a la vez que tú alzabas la mirada, intentando verle entre esa profunda oscuridad.

Cerraste tus ojos con fuerza, sintiendo como tu respiración se agitaba con cada golpe que Angry daba a la puerta.

Lo oíste soltar un suspiro.

— Lo siento mucho, (Tn)___, ellos realmente no nos abrirán...— No respondiste a su comentario, centrándote solamente en mantener la calma. Comenzaste a jugar con tus dedos con nerviosismo, intentando distraerte. Estabas al borde de una crisis de pánico por un estúpido armario cerrado.

Podías sentir cada movimiento que el chico hacía, después de todo el armario era bastante pequeño y estaban apegados uno al otro, cosa que no hacía más que alterar tus nervios.

— ¿(Tn)___? ¿Estás bien? Llevas callada un buen rato... Si te incomodo mucho podría... Entrar el estómago para no...— No pudo terminar su propuesta cuando tomaste el borde de su chaqueta, jalando de el con suavidad, pero apretando con fuerza. El pareció notarlo.— ¿(Tn)___...?— El tono de preocupación en su voz se acentuó incluso más.

— N-no me gusta la oscuridad, ni los espacios cerrados.— Dijiste en voz baja.— Tengo miedo...— Admitiste avergonzada. Odiabas decir tus "debilidades" en voz alta. Angry, quien era plenamente consciente de ello, pareció alterarse, pues tomó aire, tal parece que preparado para ponerse a gritar para que les abrieran la puerta, pero todo terminó en un suspiro.

En el fondo, el sabía que eso te haría sentirte aún más asustada. Tenía que mantener la calma.

— E-eso era...— No pudiste ver la expresión en su rostro, pero si oíste y sentiste el roce de la ropa cuando el se removió. Supiste que llevó su mano a su cabeza cuando lo oíste rascar ese lugar. El parecía estar pensando en que hacer.— ¿Quieres un abrazo?— No supiste si el pudo ver como asentías, pero actuó de inmediato.— Entonces, con permiso.— Por la diferencia de altura el rodeó tus hombros, atrayéndote hacia el. No tardaste en rodearle con tus brazos, apretándolo fuerte, como si fuera un muñeco de felpa.

De todas formas, a él no pareció molestarlo, pues se limitó a acariciar tu cabello, dejando suaves besos sobre tu cabeza.

— Ya, ya...— Te consoló.— Ya vendrán a abrirnos.— Fue positivo. Ambos se mantuvieron en esa misma posición durante un par de eternos minutos. El en ningún momento te juzgó, es más, se mantuvo acariciando tu cabello, diciendo suaves palabras de aliento.

— ¡Que aburridos que son! ¿¡Por que tan silenciosos!?— Smiley abrió las puertas, topándose con la escena que tenían. Los gritos de fondo de los miembros de la ToMan arruinaron aquel ambiente relativamente tranquilo que habían creado dentro del armario.

Angry no fue capaz de pronunciar palabra alguna y sus nervios no le permitieron ver cuando te habías separado de él, posicionándote frente a Smiley con tu puño en alto, preparada para darle la paliza de su vida. Por suerte para el, lograste contener la ira que había desatado aquella vergüenza.