N u e v e

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Beso Público


Me encontraba por las calles de Itaewon junto a Park y algunos de sus amigos. Es una zona bastante conocida por la vida nocturna y la gran variedad de restaurantes, desde barbacoa coreana hasta los más sencillos locales, que si no sacian el apetito de los trasnochadores, el lugar ya puede ser un completo sueño.

—Hey, ¿se atrevería tu amiga a...? —comenzaban con sus tonterías pronto, ya decía yo que tal vez estaban tardándose en hacer alguna de las suyas, pero no me esperaba lo siguiente, el reto que me ponían era sinceramente un poco atrevido y tal vez descarado.

—¿Estás loco? —Park saltaba al momento, realmente era una locura, pero sabemos lo que les encanta a ellos, hacer travesuras. Ya me encontraba suspirando.

—Oh vamos, ¿qué tiene que perder? hoy vamos a una reunión con más gente para "conocernos".

—Eso es cierto, no creo que sea malo.

No sería así para ellos, ¿pero cómo una mujer iba a acercarse a un hombre desconocido y hacerle tal acto? ah no puedo no puedo, es ridículo.

—En la reunión estaremos jugando juegos para romper el hielo, ¿realmente no te atreverás?

—Ah está bien —Park quedaba asombrado ante mi respuesta, él sabía bien que yo no era de hacer esas cosas, pero incluso había aceptado asistir a un reunión grupal, tal vez sería la primera en romper el hielo, o tal vez la primera en morir de vergüenza. Tal vez le daría las gracias a mi posible compañero por llevar las riendas, aunque sería en caso de una gran confianza como la que tengo con Park, creo que ya estoy pensando estupideces.

Ya podía escuchar como animaban desde lo lejos, mientras mi querido amigo les llamaba la atención para no montar un escándalo y que la gente me observase aún más. Tragaba saliva nerviosa, fichando un posible objetivo en la parte derecha de la acera. Me vi caminando cerca de forma poco apresurada, no quería tropezar. En cuanto llegué, extendí mi mano más cercana al hombre para dejar una caricia en la zona de su cintura, aunque apenas rozaba su camisa y parte del cinturón.

—¿Qué le toma tanto tiem-...? —el hombre dejó de hablar cuando sintió una corriente de aire por la zona de su cintura hasta ser consciente de la caricia que era dejada en el lugar, pensó en tomar de la mano a aquella persona, pero el leve roce de la mano contraria contra su muñeca le impidió moverse.

Rápidamente me vi tratando de desaparecer del camino, por lo que el hombre no pudo buscarme aún si observaba hacia la lejanía. El grupo de escandalosos estaba celebrando por mi cumplimiento del reto, pero contrario a ellos, Park se encontraba algo pensativo, incluso pasaron frente al hombre, pero él fue el único que se tomó unos segundos para observarlo todo desconcertado, aunque un leve rubor en una de sus mejillas fue prueba suficiente para saber que se sintió avergonzado.

—Lo has dejado todo atontado —me comentaba mi amigo entre el jaleo de los demás al llegar a mi escondite, yo tan solo podía prestarle atención dispuesta a seguir con la reunión que teníamos en la tarde.

—¿De verdad? siento que he hecho algo malo —la mano con la que había rozado dicha cintura ahora se sentía cosquillosa.

—No te preocupes, ya ha pasado, ¿nos vamos? —me dedicaba alguna que otra caricia en la cabeza con una de aquellas sonrisas que si no te hacían estar tranquilo es que algo le pasaba. Me vi asintiendo hasta llamarle la atención a los otros chicos, podían estar ya en sus veintitantos o treinta, pero aún parecían niños cumpliendo con su educación postobligatoria antes de entrar en la universidad.

𝘉𝘦𝘴𝘰 𝘋𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘰 | B I L O G Í A 1Où les histoires vivent. Découvrez maintenant