––El primero es la liquidación por los días que laboraste en el Disney Magic; el segundo es una compensación por el despido indebido…

Anne miró asombrada la cifra del segundo cheque: era aproximadamente el dinero que hubiese recibido de haber trabajado los cuatro meses completos en el barco.

––No entiendo… ¿Dinero de compensación? ––preguntó asombrada––. ¡Felicity, me despidieron!

––Indebidamente ––repitió la mujer.

––Sigo sin comprender…

––Según me explicaron los de Recursos Humanos, incurrieron en un grave error al despedirte. Luego de hacerlo supieron que la familia con la que te relacionaste, era tu familia, y que el joven era en verdad tu novio. No se puede despedir a nadie por ver a su novio ni a su familia, ¿verdad? ¡Es algo absurdo!

Anne se quedó en silencio, pensando. Para que aquello hubiese sucedido, Wendy tenía que haber hablado con los de Recursos Humanos. ¡Debía llamarla cuánto antes para salir de dudas y agradecerle!

––Muchas gracias, Felicity, te lo agradezco mucho. De hecho, no me lo esperaba…

––Entiendo tu confusión ––repuso la chica con una sonrisa indulgente––, y nos disculpamos por lo sucedido. De hecho, venía a decirte que tienes las puertas abiertas para volver a la línea de cruceros o para trabajar en los parques. ¡Tú decides!

––Te lo agradezco mucho, Felicity, pero no volveré. He decidido que no voy a postergar más mi especialidad. Mi residencia en pediatría es ahora mi única prioridad.

––¡Buena suerte entonces! Es una pena no poder contar contigo, pero haces bien.

La visitante se puso de pie para despedirse, Anne la imitó.

––Muchas gracias de nuevo por venir, y por los cheques.

––¡De nada! Disfruta tu dinero. ¡Un abrazo!

Anne reciprocó el abrazo, Felicity era muy amable. Todavía no podía creer lo que había sucedido, pero una vez que se quedó a solas, tomó el teléfono y lo encendió.

Algunas llamadas de David y dos mensajes aparecieron, pero no los leyó: solo le interesaba llamar a Wendy.
Luego de varios timbres, la pelirroja al fin le respondió. Se hallaba tras bambalinas, después de actuar en la obra Disney Dreams en el teatro.

––¡Anne! ––exclamó alegre––. ¡Hasta que al fin me llamas! Estaba preocupada por ti, amiga. ¡Te echo de menos!

––Yo también, amiga. Lamento mucho la ausencia, pero necesitaba pensar. Por cierto, muchas gracias por haber intercedido por mí en Recursos Humanos. Recién se ha retirado de aquí Felicity para entregarme un cheque de indemnización por el despido indebido…

––¡Cuánto me alegro! Sin embargo, no es a mí a quien tienes que agradecer. Es cierto que yo los llamé, pero fueron David y Alice quienes hablaron con el gerente.

––¿Ellos? ––Anne no salía de la sorpresa.

––Sí, amiga. Nick estuvo presente durante la conversación que sostuvieron. ¡Ni imaginas cuánto te defendieron esos dos! Me alegra que me llamaras para que conozcas la verdad.

Anne se quedó un instante en silencio.

––Gracias por decirme, amiga. De igual forma te agradezco a ti por todo lo que hiciste. Si no les hubieras avisado, no me hubiese podido reivindicar frente a la compañía.

––Tú hubieses hecho lo mismo por mí, Anne. Por cierto, ¿vas a volver? ––le preguntó ilusionada.

––Lo siento mucho, Wendy, pero no. Me ofrecieron la oportunidad de retornar o de otro empleo, pero creo que las cosas suceden por algo, y que es momento de comenzar mi especialidad. ¡Ese es mi verdadero sueño!

Disney Magic ✔️Where stories live. Discover now