𝐂𝐄𝐋𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐀 | [ 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔 ] ©

𝘀𝗲𝗶𝘀

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Dedicado a CelesteMuoz787

Juan Pablo Villamil salió enojado del departamento de Celeste. Se quedó pensando en que podía hacer para sacar a su amada de aquel mundo. Se hecho la culpa de no ser lo suficiente para ella, se odio por no poder ayudarla, se odio por no ser...

Entonces lo vió.

El hombre de hace unos instantes estaba subiendo a su auto.

Juan Pablo Villamil tuvo una idea.

No lo dudo ni un segundo antes de acercarse.

—¿Hola?- preguntó, con un tono serio

El hombre salió del auto y le dio una mirada. Era alto, vestía unos jeans y usaba lentes. La barba estaba muy bien recortada y por el modelo del carro, tenía muy buen trabajo.

—¿Qué quieres?- gruño el extraño

—Vengo a advertirte.- musitó

Oh Villa ¿En qué estás pensando? ¡Aquel hombre podría matarte!

—¿Advertirme? ¿De qué?
—Sífilis
—¿Qué?

Aquél hombre palidecio, se podía notar su miedo. Ni siquiera Villamil podía creer lo que acababa de salir de sus labios.

—Lo que oíste, si Celestina te vuelve a llamar ¡Huye! Aún no es nada grave, a ella le irá mal, a el resto no.

—Voy por mi gente, me las va a pagar esa...

—No es necesario, ya hay alguien que lo está haciendo.- se apresuró a decir

El hombre lo miro, mientras arqueaba una ceja.

Lo analizó detalladamente.
No respondió solo subió a su auto y se fue.

Juan Pablo suspiró y... Bueno, pasó toda su tarde ahí, espantando a todos los cerdos que llegaran, con cuentos distintos y disparatados.

Celestina 🌀

Reviso mi reloj por última vez, mientras taconeo el piso.

Son las 7:00 PM.

Nadie ha llegado, nadie me ha llamado, estoy preocupada.

Bueno, hasta ahora.

Tres toques en la puerta, hacen que mi sonrisa aparezca.

No debería emocionarme pero lo hago. No he recibido ninguna visita, no he trabajado, no he podido hacer nada.

Y no es que me entusiame trabajar, pero necesito el dinero. Sino lo consigo, probablemente mis últimos días sean más duros de lo que pensé.

Abro la puerta, mientras ensayo una sonrisa coqueta
Pero mis ganas por sonreír desaparecen cuando veo quien está afuera.

Él no trae dinero, él trae amor.

Y por ende, sufrimiento.

—¿Qué haces aquí Villamil?

Él me miró, tratando de ¿Leer mi mente? No lo sé, pero sus ojos son profundos, capaz de pasar sobre encima de mí y analizar todos mis defectos.

—¿Esperabas a alguien más?- pregunta serio

—Crei haberte dicho que no vuelvas.

Suspiró, mientras arreglaba su cabello.

—y yo te dije que te amo, así decidas ser... Celestina

Bajo la mirada.

—Villamil, no hagas dramas
—No puedo dejar de hacerlos, te lo prometí.

Se me partió el corazón, aún más.
Él recordaba el día del disparo, recordaba cada detalle, cada hecho y hasta esa estúpida promesa.

En ese momento, Celeste fue más fuerte.

Celeste 🌀:

Empecé a llorar. A llorar como nunca lo había hecho.

No sé en qué momento me lanze a los brazos de Villamil, pero ahí estaba, esparciendo mi debilidad en él.

—¿Qué tienes Celes..?

—Celeste, soy Celeste.... Y yo... Villa, voy a morir.

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