Donde Caben Dos .. CABEN ..

32.3K 1.5K 846
                                    

El día en el que la vida de Kyungsoo cambió por completo no sucedió nada extraño. Al contrario de lo que siempre había leído o visto en las películas, nada le avisó de lo que se le venía encima. El jovencillo de ojos grandes se encontró, sin comerlo ni beberlo, con toda su vida patas arriba sin poder entenderlo.

Aquella mañana el despertador sonó como los días anteriores, a la misma hora y con idéntica melodía. Kyungsoo se desperezó lentamente bajo las sábanas y las mantas apagando el aparato. Se encontraba de buen humor, había hecho sus tareas para clase y no había ningún examen. Los ensayos en la academia musical iban mejor que nunca y sus compañeros de piso parecían más tranquilos en aquellos días. Así que no había ningún motivo por el cual no sonreír. 

Se levantó y caminó hasta la ducha canturreando una cancioncilla que llevaba en su cabeza desde que se había levantado. Tomó su toalla y la colocó al hombro mientras caminaba con el cepillo de dientes en una mano. Observó como Jongdae y Joonmyeon hablaban emocionadamente en la cocina con una taza de café en las manos. Jongdae le miró y le sonrió con ternura empequeñeciendo sus ojos traviesos, Kyungsoo le devolvió el saludo y continuó caminando. Jongin y Luhan habían pasado toda la noche jugando contra Sehun y Baekhyun en el salón y parecía que se habían quedado dormidos sin haber apagado la consola. Kyungsoo chasqueó la lengua y se desvió para taparles con una manta que colgaba de uno de los lados del sofá y apagar la TV. 

Escuchó a lo lejos como Chanyeol y Kris discutían sobre una nueva letra de rap y como Tao intentaba colarse en la conversación mientras parecía ser ignorado una y otra vez por los otros dos. No encontró ni rastro de Yixing y Minseok en la casa y supuso que tras el palizón que se habían pegado trabajando en el turno de noche en la cafetería, ambos estarían todavía durmiendo. 

Kyungsoo adoraba vivir ahí y, aunque echaba de menos a su familia en algunas ocasiones, habían aprendido a dorar los pequeños detalles de aquella extraña familia en la que se habían convertido esos doce chicos. 

El día en el que había decido dejar de estudiar Psicología y matricularse en una pequeña escuela de arte en contra de las demandas paternas, se dijo a si mismo que se estaba equivocando. Pero al final, a pesar de no ser el mejor de su clase, se sentía completamente agradecido y lleno con cada día de su vida. 

Aprovechó la ducha para reorganizar mentalmente los planes de ese día. No había clase así que pensó que lo mejor que podría hacer era pasar el día vagueando, ya que se lo merecía, o quizás salir sólo al cine. Muchas personas podían encontrarle extraño, pero Kyungsoo adoraba la soledad. Muchos le habían llamado autista por ello, pero él no consideraba que aquella palabra fuese un insulto, ni que quienes la usaban supiesen realmente lo que estaba diciendo. Así que ignoraba a todos aquellos y disfrutaba de sus nachos con queso en una sala de cine 4D.

Pero aquel día, el pobre chiquillo de mirada eternamente asustada, no se esperaba lo que realmente le iba a pasar.

Salió del cuarto de baño dejando tras de sí una enorme nube de vapor que dificultaba la vista. Continuó canturreando su cancioncilla hasta que se encontró con la sonrisa maléfica de Baekhyun ante él. Kyungsoo intentó esquivarle pero el cachorrillo de mirada caída le agarró de la muñeca y le atrajo hasta él susurrándole al oído.

—Sé que hoy no tienes nada que hacer, así que no te vas a escapar.

Kyungsoo resopló y se dejó llevar. En el salón estaban todos los demás, incluidos Yixing y Minseok, los cuales parecían estar totalmente serenos y descansados, no destrozados por el trabajo como había imaginado el aspirante a artista. Justo en el centro, con las manos tras su espalda sujetando algo que el chico de ojos grandes no pudo distinguir que era, estaba Jongdae alargando sensualmente su sonrisa. 

Donde Caben Dos .. CABEN ..Where stories live. Discover now