Capitulo I La llegada

67 5 5
                                    



No tengo idea de que paso, tal vez me transportaron a tiempo a un hospital.

Un frío fantasmal me despertó.

Poco a poco fui recobrando la conciencia.

Estaba acostado en el suelo, el frío me tenía entumecido, estaba muy incomodo y cubierto por algo pesado.

Mis extremidades parecían de piedra, me dolían del frío, me dolía moverlas.

Con mucho esfuerzo me arrodille como pude y vi a mi alrededor, todo estaba muy oscuro, mire mis manos y no pide distinguir que las tapaba.

Parecia que estaban cubiertas por guantes, pero tenían algo duro sobre ellos.

Mi cabeza se sentía incómoda y pesada, palpe mi rostro y me di cuenta que tenía una especie de casco, y mi cuerpo tenía una coraza.

No tenía idea de que mierda estaba pasando.

Tenía mucha hambre, demasiada sed, una debilidad que me impedía moverme ó levantar mis manos.

Era una sensación de vacío incomparable. Era horrible tenía que moverme, tenía que salir aquí.

Pero para ir a donde?

apenas podía percibir la losa en la que estaba tirado. Muy a mi pesar volví la mirada en varias direcciones.

Tras buscar un rato lo vi, ahí a lo lejos una luz, un fuego lejano.

Era a mis ojos tan pequeño que apenas podía percibirlo.

Fue difícil, muy difícil, pero logre ponerme de pie.

Mis piernas trastabillaban, mis tobillos estaban temblorosos y mi cuerpo pesaba mucho.

Como pude camine hacia la luz.

Solo di unos nueve pasos antes de caer.

La baldosa en la que me encontraba, era una plataforma, caí de manera estrepitosa, escuche claramente el traqueteo metálico que provenía de mí, el golpe fue fuerte y desastroso.

__ mald...

El golpe me saco el aire, si hubiese tenido algo en el estomago hubiera vomitado, sufrí un par de arcadas, mi boca estaba seca y agrietada, incluso podía percibir mi asqueroso y putrefacto aliento.

Mis labios estaban contraídos y mi lengua jamás estuvo tan seca. Solo el hecho de respirar me dolía y hacía arder mis pulmones.

Durante un tiempo que pareció una eternidad me arrastre poco a poco por la tierra y la maleza.

Estaba arto, estaba enojado use esa furia para ponerme de pie y caminar en dirección a la luz.

No sé cuánto tiempo camine, pero con pies arrastrados y paso tambaleante caminé. Mi mente fantaseaba, se perdía y alucinaba.

Aveces era claro lo que pensaba, aveces solo pasaban pensamientos sin coherencia ni sentido.

Era como dejar de tener conciencia y lucidez de momentos. No tenía orden de conciencia ni pensamientos.

Me estaba perdiendo a mí mismo.

tras lo que parecieron días llegue.

Podía ver unas antorchas iluminando la entrada de una vieja casona construida en la base de un árbol.

Un decrepito puente separaba el acantilado donde estaba y mi objetivo.

Podía oír el golpe de una feroz caída de agua. Recordé lo sediento que estaba.

Dark Souls II _ IsekaiWhere stories live. Discover now