—¿Ya nos vamos, Keun Suk? —. Pregunté.
—No, espera. No vamos a Seúl, vamos a Busan —Gritó desde la cocina.
—¿Ya puedo subir las maletas a tu auto?
—Con cuidado, acomodalas bien.
Conocía bien a Keun Suk como para saber que no quería mi ayuda, a veces era tan perfeccionista que simplemente lo dejaba ser.
Entré a la camioneta sonriendo con la idea de su perfeccionismo. No había pasado mucho tiempo desde que comencé a vivir con él, siempre habíamos funcionado bien y aunque me había hecho la idea de que no todo lo podía tener, estaba bien con lo que tenía.
Siempre pediré por mi padre aunque él no lo sepa, aunque me haya dejado a mi suerte, siempre estará presente en mí.
Mi celular sonó en el momento en que pensaba en todo eso.
—Hola, ¿David?
—Me alegro que contestes, te intenté hablar ayer pero no contestaste mis llamadas, pensé en marcarle a Keun Suk pero creo él sigue sin saber sobre...
—Estoy bien David, ¿Sucede algo?
—Justamente en este momento estoy en el hospital, me acaba de informar el doctor sobre los nuevos tratamientos. Todas las posibilidades de comenzar de cero, Melody...
—¡No lo haré David!—corté sus palabras tan pronto lo escuché hablar con esperanza.
—¿Qué... dijiste?
—David, siempre te agradeceré lo mucho que has hecho por mí pero creo que el doctor tiene razón. Viviré más, viviré como todos deben vivir sin esos tratamientos. No quiero hacerlo David, quiero vivir junto a él por el tiempo que tenga que hacerlo
—Melody... Los tratamientos evitarán la perdida de la memoria.
Sus palabras me hicieron recordar que podría llegar un día en qué la vida con Keun Suk quede en el olvido.
—Lo sé David pero también sé que si ese es mi destino lo aceptaré. No intentaré alargar la vida cuando puedo acortarla solo por querer vivir más.
—Melody por favor, hagamos esto juntos.
—Lo siento David, pasaré a firmar mi decisión, no insistas más. —Colgué.
Suspiré pesadamente. En el momento que bajé el celular me encontré con Keun Suk viniendo a la camioneta.
—¿Sucede algo? —Pregunté al ver que no había expresión en su rostro.
Tomó mis manos viéndolas desesperadamente.
—¿Y el anillo? —Preguntó.
—¿Qué dices?
—¿Dónde está el anillo, el anillo que te di?
—¿Para qué lo quieres?
Me miró con un gesto poco amable. —Por favor, ¿me lo puedes dar? Es urgente.
Lo miré pensando que quizá se había arrepentido del amor prometido cuando llegué de nuevo a Corea.
—Me di cuenta de algo, Melody. No pienses mal, incluso sin el anillo este amor sigue sintiéndose igual en mi corazón. Melody, ¿Te dije lo que significaba el anillo a parte de mi amor por ti?
Recordé un segundo. La noche en que yo había regresado de México buscándolo por obra de David, Keun Suk solo me abrazó tan pronto como me vió, platicamos un rato, hasta que llegamos al parque donde me cargó por primera vez, en su bolsillo llevaba dos anillos diciendo que antes de que yo marchara por primera vez quería dármelo. Anillos de pareja pero más que eso, significaban el amor del uno por el otro.
No eran más un par de anillos sencillos, esa noche sin saberlo hasta después de un tiempo, habíamos prometido un amor que jamás sabría de separación.
No importaba que sencillo era el anillo, en mi corazón estaba él de la misma manera que yo estaba en el suyo.
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...
