(GenyaxOc) En esta vida y la que sigue (Kimetsu no Yaiba)

Epilogo

Luego de que las cosas se calmaran un poco en el templo mariposa Kyomi pudo reunirse con Genya.

La revelación de que al fin eran libres de esas criaturas cayó sobre ellos en cuando se vieron. El jardín estaba en silencio y ellos solo se abrazaron mientras lagrimas de alivio escurrían por el rostro de ambos. El pelinegro se inclino para esconder su rostro en el cuello de Kyomi mientras aspiraba su aroma. Ella siempre olía a dulce y a flores. Por su parte, Hiroko besaba su frente y su mejilla mientras acunaba su rostro más cerca de ella, queriendo sentir su calor y su respiración.

Al separarse se sonrieron con una gama grande de emociones. Desde el alivio hasta la alegría, atravesando por la incredulidad, pero cargados de anhelo.

—De verdad estoy feliz de que estés bien. —volvió a susurrar ella.

—Me alegra haber vuelto. —respondió él.

Ambos se sentaron en el jardín para descansar un poco, habían sido horas difíciles las anteriores.

—La luna esta hermosa esta noche. —susurro Kyomi. Un gran sonrojo adornaba su rostro al igual que una sonrisa radiante.

—Si, lo está. —Genya se sonrojo hasta el pecho, pero no importaba ya que se sentía feliz, más que eso, se sentía jubiloso y pleno.

Al encontrar su mirada con la de Kyomi no dudo en inclinarse y darle un suave beso. Ella suspiro por el contacto y Genya sintió que su garganta se secaba. Se quedaron poco tiempo juntos ya que ambos volvieron al interior para descansar. Sin embargo, Genya no se durmió enseguida. Un pensamiento no le dejo dormir.

A lo largo de esa semana Genya continuo con su cortejo, esperaba paciente a Kyomi para acompañarla una vez que terminaba con sus responsabilidades. Paseaban en el jardín y se tomaban de las manos con más confianza.

Y finalmente una noche de luna llena hizo la pregunta que no lo había dejado descansar.

—Kyomi, ¿te gustaría ser mi esposa y que yo sea tu esposo? —el chico estaba completamente rojo y nervioso, sin embargo, hablo fuerte y claro.

La reacción de Hiroko fue lanzarse a sus brazos mientras asentía.

—Si, me encantaría.

Luego de eso fue a dejarla a su habitación y sin tiempo que perder fue en busca de su hermano para darle la noticia.

A la mañana siguiente Kyomi fue a reunirse con su ahora prometido al jardín. Pero al llegar no fue solo al pelinegro a quien encontró.

Sanemi le miraba con una sonrisa y sin formalidades le dio su bendición a la pareja. Estaba feliz de que su hermano pudiera formar una familia con la mujer que amaba. Se disculpo con ella por las cosas que había dicho en el pasado y ella sonrió comprensiva.

Fueron los primeros en casarse. La boda no fue tan sencilla como querían ya que el ex pilar del viento insistió en hacerse cargo de todo.

Por suerte los invitados eran pocos, solo las personas que más querían y apreciaban. El día de su boda Hiroko pudo reunirse con sus hermanos. Asa y Dai estaban más grandes e igual de alegres de volver a ver a su hermana mayor. Luego de la ceremonia todos comieron reunidos, extrañando a los que ya no estaban, pero felices por los que seguían vivos.

Los hermanos de Hiroko regresarían con la amable anciana una semana y media más. Después de todo ella y Genya tenían que consumar su matrimonio en su luna de miel. Sanemi insistió a que se fueran a la zona moderna de Tokio para que pudieran estar tranquilos.

La primera noche fue totalmente vergonzosa.

Kyomi se sentía extraña de ser llamada señora Shinazugawa. Sin embargo, le gustaba. Al llegar al hotel donde se hospedarían comieron y salieron a pasear a los alrededores. Al caer la noche ambos regresaron a la habitación, Genya se veía muy nervioso y ansioso, pero no vacilo en besarla. Poco a poco las vestiduras de ella iban cayendo mientras Genya recorría su piel expuesta con la mirada y con sus manos. Ella también fue retirando las prendas de él, se sorprendió de ver su cuerpo tan grande y bien cuidado.

Durante el acto Genya bastante gentil y cuidadoso. Cada beso que le daba a Kyomi solo confirmaban su amor por ella.

A la mañana siguiente Genya estaba rojo y tímido, pero luego de un beso de buenos días y de una sonrisa Kyomi logro relajar a su esposo.

El resto del día la pasaron paseando por las calles de Tokio. Para los últimos cuatro días la pareja casi no salió de su habitación.

De regreso llegaron directamente a su casa, gracias a que la organización había recompensado con creces a los que estuvieron en la pelea final Genya gano el dinero suficiente para comprar una casa. No había peleado contra Muzan, pero si había ayudado a derrotar a la luna superior uno.

Sus hermanos menores se mudarían con ellos y comenzarían a asistir a la escuela. Sanemi los visitaba con regularidad y cada tanto se quedaba con los niños para que ambos tuvieran privacidad.

Pero al cumplir 25 años Kyomi comprendió que algo andaba mal ya que a pesar de tener una vida sexual algo activa con su esposo ella aun no quedaba embarazada.

Sus hermanos ya tenían 17 años y vivían prácticamente aparte. Comenzaban a formar sus propias vidas y sin su compañía la casa comenzaba a sentirse sola.

Al ir con el medico descubrió que era estéril. Y con lagrimas en los ojos le conto la noticia a Genya. Estaba profundamente avergonzada porque nunca podría darle un hijo, pero él siguió amándola con la misma intensidad, permaneció a su lado y siempre le consolaba cada vez que observaban al resto de sus amigos tener hijos.

Sanemi se sorprendió, pero no tomo a mal la noticia.

—En otra vida será. —había respondido cuando ambos le contaron sobre su situación.

Y no se equivocaba. 

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¿Con esto confirmo una continuación? Si.   

Por cierto, espero que entendieran la referencia de la luna en la conversación del inicio. Y si no entendieron porque Genya y Kyomi se sonrojaron tanto es debía a que antes se utilizaba la frase de: "La luna esta hermosa esta noche" para decir de forma discreta un Te amo.    

En verdad me ha ganado mi amor por Genya estos días y necesitaba agregar más a este fic. Muchas gracias por sus comentarios y apoyo. Lo aprecio muchísimo.

Pronto publicare la continuación de este fic. 

Nos vemos pronto.