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Había mucho movimiento en la empresa cuando Hoseok fue a presentarse pocos días después. Parecía que, al menos la parte de la recepción, estaba remodelándose o instalándose recientemente.

A pesar de que estaba consciente de que era un hombre fuerte, hacerse escuchar entre las multitudes lo ponía increíblemente nervioso. Si alguno de sus usuales clientes en el bar supiera eso probablemente no le creerían, pero no era más que la verdad. Además, estar rodeado de muchas personas causaba que se cohibiera.

Vio a pocos metros de distancia a una mujer abriéndose paso entre los trabajadores; ella le sonrió apenas lo tuvo delante y estiró su mano para presentarse.

"Hola, soy Yongsun, supongo que llegas tarde. Sígueme y te diré dónde debes ayudar".

Apenas la chica dio media vuelta, el fornido estiró su brazo para tomarla y evitar que avanzara.

"Eh... Lo lamento, no soy un obrero".

"¿No?". Preguntó ella algo confundida, pero su expresión cambió tan pronto le dio una rápida mirada. "¿Vienes a hablar con Seungkyun?".

"Me dio su tarjeta". Explicó rápidamente, buscando en los bolsillos de su pantalón aquel rectángulo de papel para poder extenderlo hacia quien parecía ser la asistente. "Me dijo que podía trabajar aquí".

"Ya veo".

Hoseok esperó con paciencia su gesto pensativo. Sabía que su visita había sido inesperada y que seguramente la empresa se movía a través de citas, pero había actuado tan rápido que lo único que pensó fue presentarse personalmente en lugar de agendar.

"Seungkyun está algo ocupado ahora, pero veré si Alexander puede hablar contigo".

El hecho de escuchar un nombre extranjero hizo que se extrañara y considerara que tal vez era una empresa internacional, después de todo, ¿en qué parte de Corea estaría bien visto que material como ese se distribuyera con tanta libertad? Así que, mientras avanzaba detrás de Yongsun temeroso, se convencía en mayor medida de tal vez aceptar las ganancias que aquel lugar podría proporcionarle.

Estaba esperando que Alexander fuera un hombre mayor, tan mayor como lo era Seungkyun, por lo que lo tomó por sorpresa encontrarse con un chico que ante sus ojos parecía irreal. No pudo apartarle la mirada durante un buen rato, incluso si el otro todo lo que hacía era juzgarlo por haberlo interrumpido con sus demás labores.

Recordaba que cuando era un pequeño niño solía encariñarse mucho con cualquier persona que le brindara una mano y con quien le tratara indiferente, así era su personalidad: Hoseok repartía amor sin distinciones. Muchas veces llegaba llorando a casa porque alguien no había devuelto ese cariño que él con esperanza daba a cada uno; su madre lo reprendía diciéndole que no todos demostraban sus sentimientos del mismo modo y que era algo que debía aceptar conforme crecía.
Una vez que supo en su adolescencia que le atraían los hombres, se reunió con ella para charlar sobre el tema.
En múltiples ocasiones le rompieron el corazón porque él estaba acostumbrado a perderse a sí mismo para que otros brillaran. Matthew era quien especialmente se molestaba con él por ser tan tonto y engancharse a la primera, pero Hoseok no podía comparar, en ese instante, haberse encantado tanto con una sola mirada.

Vio a Alexander cruzarse de brazos y examinarlo sin vergüenza sólo para al final sonreír cínicamente, como si se hubiese burlado de su apariencia. Lee Hoseok soportaba infinidad de cosas cuando alguien solía gustarle, pero el que lo observaran de una manera déspota definitivamente no era una de ellas.

"¿Qué sucede?". Cuestionó a la defensiva. Todas aquellas mariposas en su estómago habían muerto en cuestión de segundos. "¿Te parezco gracioso?".

"Sí". Respondió el alto todavía sonriendo y retándole con la mirada. "La forma en que te has detenido es poco usual".

El rubio observó hacia abajo para entonces notar la posición de sus piernas. Constantemente las personas le preguntaban por qué era que caminaba así, con sus pies casi cruzados, pero no tenía una respuesta concisa a ello ya que simplemente era una situación de mala postura.

Trató de enderezarse mientras su cara comenzaba a arder.

"¿Eso de algún modo es relevante?". Atacó intentando ignorar lo avergonzado que se había sentido.

"¿Exactamente para qué viniste a hablar con Seungkyun? No me digas que piensas unirte".

"¿Por qué? ¿Temes que te haga perder tu trabajo?".

El delgado largó una risotada que enfureció a Hoseok; aquello ya no se trataba de competitividad laboral, estaba seguro de que era un asunto personal.

"Solo eres un grandote asustado. Créeme, este empleo no es para ti".

"De todos modos, ¿quién eres tú aquí?". No quería causar problemas en su primer día, sin embargo, no podía evitarlo cuando alguien estaba tratando de sabotearlo.

"Soy el sujeto que acepta a los nuevos".

Su cara tomó un tono mucho más rojo luego de escuchar su respuesta. ¿Verdaderamente estaba discutiendo con quien podía sacarlo de allí en cuestión de segundos? Matthew seguramente se decepcionaría si supiera que lo echó a perder sin antes haberlo intentado.

"Q-Quiero hablar con Seungkyun".

"¡Oh, estás aquí!".

Hoseok volteó para dar con el dueño de aquella empresa. Nunca en su vida se sintió más aliviado que en ese preciso segundo, pues su atención fue de Alexander hacia el hombre mayor que se acercaba a paso calmado a ellos.

"Veo que ya conociste a Alex. ¿Qué tal todo por aquí?".

"Estaba asegurándome de que los planos fueran los correctos cuando el conejito nervioso llegó por obra de Yongsun".

El fornido estuvo a punto de reprochar, pero el brazo de Seungkyun pasando por sus hombros lo distrajo de nueva cuenta.

"Al parecer ustedes ya son cercanos".

"Ni en sueños". Respondió el rubio. En ese entonces, Alexander pasó por su lado para finalmente marcharse y continuar con su trabajo. "¿Siempre es así de arrogante?".

"Es un buen muchacho". Dijo Seungkyun después de reír. "Lamento que hayas llegado en estas condiciones, recientemente nos movimos de locación, este lugar poco a poco va creciendo".

"Sí, yo... Realmente solo venía a echar un vistazo, todavía no he tomado una decisión".

"Entonces espero que termines de esclarecerte, las puertas de Paradise siempre estarán abiertas para ti".

Como había acudido a la empresa poco antes de que iniciara su turno en el bar, tuvo que ir directamente hacia su trabajo para comenzar su jornada.

Matthew le volvió a insistir que aceptara unirse, Paradise podía tratarse de su única salvación, pero Hoseok aún no estaba seguro, mucho menos luego de la charla pasivo-agresiva que había tenido con Alexander, a quien seguramente debía ver con mucha frecuencia si aceptaba unirse a su equipo.

No obstante, en cuanto salió a la barra para atender, vio a su jefe enfurecido avanzando hacia él y a su esposa casi pisándole los talones tratando de detenerlo.

"¡Maldito bastardo!".





























































Casi dos meses sin actualizar, wao.

Estos capítulos son muy cortitos, una disculpa, la historia de Hoho es rápida. ㅠㅠ

-GiDae.

X Between [2won]Where stories live. Discover now