Hernán por su parte se prepara para entrar a ver a Elizabeth, y al verla llena de rasguños, vendas y moretones su corazón se encoje y es que el amor que el siente por ella es tan puro y verdadero que daría su vida por ella sin rechistar.

Hernán : no te preocupes más Elizabeth, ya estoy aquí - acaricia su cabello rubio - no sabes cuándo te amo y lo mucho que me duele el verte aquí de esta forma - su garganta se cierra de la angustia - pero ya te voy a despertar y estarás bien, juro estar contigo hasta el final de mis días así sea como un amigo porque nunca más voy a dejar que algo así te vuelva a pasar - promete besando los nudillos de la mujer que más ama en este mundo.

El no tuvo una infancia bonita, ya que a su corta edad de 8 años, sus padre murieron quedando cargo del estado y no fue hasta sus dieciocho años que se pudo ocupar de la gran fortuna de sus padres, para así poder estudiar u empezar una vida, pero apesar de todo el dinero que tenía algo faltaba en su corazón.

Y al ver a Elizabeth en la universidad ese hueco vacío se llenó, ella era la luz que le faltaba  y el se prometió a si mismo no dejar nunca que su luz se apagara, no mientras el estuviera presente.

(...)

Hernán : ¿Elizabeth? - pregunta al ver a la rubia recobrar la conciencia.

Elizabeth : Hernán - dice confundida y con la voz rasposa aún sin abrir los ojos.

El hombre le acerca agua a la joven aliviando su garganta, todo parece  ir por buen camino y la dicha de verla despierta para Hernán es mucha.

Elizabeth : ¿Hernán? - pregunta al no verlo - ¿Donde estoy? - mueve su cabeza hacia los lados.

El joven se queda paralizado al ver como sus hermosos ojos azules no se enfocan. Temiendo lo peor pasa su mano delante de los ojos de la joven confirmando lo pensaba.

Elizabeth : Hernán - dice apunto de entrar en histeria, levanta sus manos pero no las ve, todo es oscuro todo se apagó - ¡no veo, no veo! - grita envuelta en histeria - Hernán no veo - llora en vuelta en un ataque de pánico.

Hernán : tranquila shhh - la envuelve en sus brazos - ya está - la consuela pero la joven está fuera de sí, su mundo se quedó sin color - sede la - le dice a la enfermera a su lado y está tarda nada mas unos segundos en hacerlo.

Elizabeth : no...no, todo es oscuro Hernán - solloza antes de caer dormida en los brazos del nombrado.

Este la acuesta en la cama con sumo cuidado, yéndose a su oficina hechando humo por las orejas.

Hernán : exijo a Eduardo García ya en mi oficina - ordena de malas formas a su secretaria.

Al entrar en su oficina arrasa con todo lo que hay en su mesa negándose a creer que su rayo de luz se apagó, lo tira y rompe todo. Es cuando la puerta se abre se detiene para gira a mirar al culpable de todo, por lo menos para el.

Eduardo : buenas doctor - saluda - ¿En qué le puedo ayudar?

Hernán : segun pone en tus informes tienes quince años de experiencia - ríe - pero el trabajo que hizo con la paciente Elizondo me demuestra lo contrario - acusa.

Eduardo : hice todo lo posible, pero la paciente llego en muy malas... - no logra terminar la frase.

Hernán : ¡Mentira! - grita fuera de sí - quiero que se haga ahora mismo un análisis para verificar que estaba en sus cinco sentidos - ordena acercándose al otro doctor - mientras tanto queda suspendido - le arranca su identificación médica de su bata.

MUJER DE CENIZA || franco reyes 𓃗 Where stories live. Discover now