"Tu nombre significa felicidad, eso es lo que debes de expresar"
Le decían sus padres al rubio de pecas, pero Felix a sus 17 años estaba cansado de fingir, lo único que había de felicidad en su vida, era su nombre.
Por lo tanto, Lee Felix había d...
— Sí, odio esto — el rubio se recostó en el asiento — los odio a ellos, odio todo — colocó su ante brazo sobre su rostro, intentando contener las lágrimas que amenazaban por salir.
— Hey, Lixie no llores — Chan miró con pena al chico — Sabes que no me gusta verte así, niño.
— Es que ya no lo soporto Chan, soy tan infeliz en este momento — el menor sorbio su nariz — Solo quiero terminar esto de una vez — murmuró esta vez para si mismo.
— Llegamos — anunció el pelirojo al pasar unos minutos en silencio.
— Gracias Chan, regresa con cuidado — Lee le dio una sonrisa al mayor antes de salir.
El rubio entró al lujoso edificio frente a él, llendo directamente al ascensor, lo odiaba, pero no tenía ganas de subir por las escaleras.
Al llegar a su piso entró a su departamento, se quitó los zapatos mientras caminaba a su cama y se tiraba sobre ella, colocando una almohada sobre su rostro, intentando callar sus sollozos.
— Lo haré hoy — anunció a la nada el chico.
Limpio vagamente las lágrimas sobre su rostro y caminó a el enorme baño, sacó un par de botes del botiquín tras el espejo y los abrió, tirando las pastillas sobre el lavamanos, agarró un puñado y caminó a la cocina por un vaso de agua.
Al servirlo fue nuevamente a su cama, no quería quedar tirado en medio del suelo.
Acercó las pastillas lentamente a su boca...
El timbre sonó, anunciando la llegada de alguien.
El rubio se levantó bastante confundido, preguntándose quien podría estar visitandolo a esta hora, no es como que tuviera amigos a aparte de Chan.
Abrió la puerta y se encontró con un repartidor, lo examinó un momento, notando que era un poco más bajo que el, el uniforme de color rojo le quedaba algo grande, su rostro era algo estirado, su pelo no se lograba ver por la gorra que traía sobre su cabeza y al notar por la caja que traía en manos era un repartidor de pizza.
Felix fruncio aún más el ceño, el no había ordenado nada.
— ¿Lee Felix? — preguntó el chico sonriente frente a él.
— Sí, ¿tú eres? — preguntó algo tosco.
— Seo Changbin, tu repartidor de esta noche — el chico sonrió aún más — tenemos una entrega a su nombre, todo está pagado.
Felix se puso a pensar en quien pudo haber mandado una pizza, sus padres quedaron descartados al primer momento, ellos le prohibían la pizza al pecoso por que engordaba.
También pensó en Chan, quizá el mayor la había enviado para intentar subirle algo el animo, el rubio sonrió.
Felix extendió sus manos, recibiendo gustoso la pizza, junto a ella venía una enorme botella de Pepsi.
— Gracias Changbin, te daré algo de propina — dijo caminando a la cocina, dejó la pizza sobre la encimera y buscó algo de dinero, al encontrar lo suficiente caminó nuevamente a la puerta, no habiendo nadie ahí.
Asomó su cabeza por la puerta, viendo los pasillos, no había señal alguna del bajito.
Felix se encogió de hombros, quizá no le había escuchado, cerró la puerta y caminó nuevamente a la cocina, tomó la pizza y el refresco y se sentó en el sofá, frente al enorme televisor.
Colocó una película y abrió la caja de pizza.
Hawaiana, mi favorita.
Pensó Felix tomando una rebanada y comiendola gustoso, viendo animadamente la película.
La felicidad regresando un momento.
Las pastillas quedando en olvido.
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Nueva historia aún cuando tengo q actualizar Couple of three jsjdjsjs
Espero les guste, es mi primera historia Changlix ^^