Capítulo 1: Primer día de instituto.

1.1K 46 5
                                    

[…]

Mangel.

Abrí los ojos de golpe, espantado al oír una canción dubstep a todo volumen en mi oído, me di la vuelta, girándome con violencia hacia la persona qué sostenía el móvil a la altura de mi pobre oído.

—¿¡Qué coño!? ¡Cheeto, cabrón! — solo dislumbre al gilipollas de mi primo con una sonrisa de oreja a oreja antes de qué se me lanzará encima y me botará de la cama qué ambos compartíamos.

—¡Qué ya e'h ta'deh, tío! ¡Levanta ése culo y comienza a'h vestirte! —  grito mientras me lanzaba una toalla mojada a la cara.

— Jode'h macho, qué no era necesario bota'meh de la cama tampoco. — gruñí mientras me levantaba y agarraba una de mis camisetas favoritas.

Comencé a vestirme con rapidez mientras corría al baño para lavarme y arreglarme un poco el cabello, no quería llegar tarde a mi primer día de instituto.

Con un gran bostezo salí del baño ya listo y baje rápidamente las escaleras tratando de no meter ruido, puesto qué eran casi las 07:00 a.m y mis tíos dormían.

Al bajar note como Cheeto, literalmente, se atragantaba con pedazos de pan tostado y café.

—Jode'h macho, qué te va a'h atorah. — le advertí en lo qué me servía un buen vaso de zumo de naranja.

— Eso no impo'ta tío, qué llegamo' ta'hde, chaval. — exclamó tirándome a la cara una tostada, la cuál atrape con agilidad y me la lleve a la boca, para comerla de camino.

Parecíamos locos comiendo casi con desespero, pero era razonable, iríamos juntos a nuestro último año de instituto y no queríamos esperar más.

Cheeto y yo eramos muy unidos y siempre qué lo visitaba la pasábamos en grande, haciéndonos los gilipollas, jugando algún juego el la pc o en la xbox, algo usual para chavales de nuestra edad.

Más emoción sentimos cuando mis tíos me dejaron vivir con ellos, después de... Bueno, eso.

Cuando ya dejamos de comer como bestias salvajes, tomamos nuestros bolsos, los móviles, las llaves de la casa y nos fuimos corriendo a la parada de autobuses para ir al instituto.

Mi corazón no dejaba de latir de la emoción.

[…]

—¡Hemo'h llegao tío! — jadeo Cheeto sujetándose de mi hombro intentando recuperar el aire.

Estábamos a la entrada del enorme instituto y todos los estudiantes entraban apresurados a gigantesco hall de éste, algunos pidiendo indicaciones y otros buscando a sus colegas con una mirada de ansiedad en sus rostros.

—¿Y Maximu'h donde e'hta? — pregunté a mi primo, más de pronto un tío alto se nos acerco con una sonrisa.

—Os habéis tardado, tíos. — nos dijo Maximus dándonos un abrazo fuerte, mientras detrás de el había una chica de cabello azul qué nos sonreía amablemente. Su novia supuse.

El instituto era bastante liberal, incluso se podía ir con el cabello teñido, largo y con la barba larga, fueras chico o chica.

Sí, muy liberal.

—¡Vamos a nuestras clase, cabrones! — exclamó Cheeto, y en lo qué caminábamos hacia la puerta qué daba al patio para llegar a las aulas, volví a suponer, un tío alto y vejete se nos puso de frente.

—Disculpad, muchachos, ¿Quién de vosotros es nuevos? — preguntó con voz grave.

De manera automática respondí afirmativamente y el me miró fríamente.

El instituto de Youtubers.Where stories live. Discover now