87 Río de sangre (I)

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Por primera vez, estaba completamente aterrado de escuchar la verdad.

Sin embargo, el hombre que estaba sobre el montículo le había dicho, no te voy a mentir.

Xuan Min se quedó callado por un largo, largo tiempo, hasta que el pecho de Xue Xian estaba tan frío que casi pierde la consciencia, hasta que lo escuchó hablar en voz baja. "El momento de la calamidad del dragón verdadero..."

Las pestañas de Xue Xian temblaron y luego cerró los ojos en silencio. Cuando volvió a abrirlos, su rostro estaba inexpresivo. Finalmente, miró de reojo a Xuan Min de nuevo y dijo con una voz dificultosamente calmada. "Bien."

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En un templo a docenas de kilómetros de distancia de la Prefectura Songshan, un joven monje de rostro alegre estaba sentado con las piernas cruzadas, leyendo unas escrituras al lado de una ventana y estaba a punto de cambiar de página, cuando la habitación se obscureció repentinamente por unas nubes y truenos.

El pequeño monje dejó a un lado las escrituras y asomó la cabeza fuera de la ventana para ver que sucedía.

Su templo estaba construido en la cima de una montaña, que era el punto más alto en un radio de quince kilómetros. Desde ese punto de vista, se podía ver vagamente otra montaña a lo lejos, con un caudaloso río al frente y un templo solitario en la cima.

Las nubes obscuras, los truenos y relámpagos llegaron inexplicablemente, sin ninguna advertencia previa, como si el corazón de algún dios se hubiera roto de pronto y estuviera desahogando su temperamento.

Las nubes negruzcas avanzaron sobre el cielo y, en un parpadeo, lo cubrieron completamente, opresivas y pesadas, como si estuvieran presionando directamente sobre el techo y se pudieran tocar simplemente estirando la mano.

El joven monje lucía confundido y extrañado, y realmente levantó la mano para sentir el ambiente, pero antes de que sus dedos se hubieran estirado completamente, una lluvia torrencial comenzó a caer.

La lluvia era tan tupida que incluso la montaña de enfrente había desaparecido de la vista y sólo se podía distinguir una sutil sombra del templo solitario.

La mano del pequeño monje terminó adolorida por el golpeteo de la lluvia, la manga de sus ropas grises se había empapado inmediatamente y estaba pegada a la piel de su brazo. No lucía muy cómodo cruzarse de brazos con esa manga empapada, pero al monje no le importó y se quedó mirando ausentemente la lluvia torrencial.

No sabía por qué, pero inexplicablemente sentía que la fuerza de esa lluvia era catártica, lo hacía sentir inexplicablemente triste, como si él también estuviera atrapado a la mitad de esa nube obscura, aturdido y sin aliento.

Aún era joven y había vivido en las montañas por un largo tiempo, rara vez había desarrollado sentimientos tan infundados. Repentinamente pensó en las escrituras que estaba leyendo y había una oración que no podía entender, del amor nace la preocupación y del amor nace el miedo, si te alejas de la persona que amas, la preocupación y el miedo desaparecen.

Miró la densa lluvia en silencio, realmente esperando ver a algún dios, hasta que un monje más grande entró a la habitación y le indicó que cerrara la ventana.

"Hermano, acabo de ver a alguien en el templo de la montaña de enfrente." El joven monje apuntó su dedo hacía la sombra de la montaña a través de la lluvia mientras hablaba.

"¿Qué truco usaste? ¿Cómo puedes ver a alguien tan lejos?" El monje mayor no sabía si llorar o reírse, y le dijo. "No es probable, ese es el Templo Daze, es un templo fantasma famoso, ha estado abandonado por muchos años, ¿cómo es que pudiste ver la silueta de una persona?"

-Monedas de Cobre- Libro 5 Sin ArrepentimientosDove le storie prendono vita. Scoprilo ora