|| He || [Incompleta - Editando - En Pausa]

Cap 42 - Flores

- Hola enana ¿Qué hacés tan temprano por acá? -

- Hola Ed, no tenía clases y quise pasar a ver a Sami, ya le había avisado que pasaría un día de estos -

- Si, ¿Pero no vendrías hace dos días? -

- No tuve tiempo -

- La enana ya no tiene tiempo...

- Ya calla... ¿Esta en la habitación? -

- Si, yo me voy a la oficina, Adiós cuida de ella -

Iba saliendo del piso cuando veo a Alía salir del ascensor.

Trabajo, trabajo y más trabajo. Será un día agotador.

Narra Sammantha

Eduard había salido hace poco del piso, tenia hambre, a pesar de que me negué rotundamente a que Eduard me trajera desayuno, diciéndole que no tenía apetito, mentí, lose, pero es que no quería darle más preocupación, me comentó que debía llegar a la oficina a hacer bastante trabajo, papeleo y otras cosas, no quería que se retrasará.

Me levanté de la cama, al salir de la habitación me encuentro con que mi hermana venia entrando por la puerta principal.

- ¡Sami! ¿Qué hacés de pie? -

- Hola... También me da gusto verte -

- No te hagas la graciosa, deberías estar descansando aún -

- Alía, estoy bien, Eduard es un exagerado, de verdad estoy bien, además tengo hambre e iré por algo de comer a toda costa -

- Esta bien, pero solo te dejaré, si, me dejas cocinar -

Me miró con su cara de súplica.

Suspiré.

- Más te vale que quede espectacular -

- ¡Hey! ¿Con quien crees que hablas? -

Caminamos hasta la cocina, reímos, jugamos y platicamos de diferentes cosas.

- ¿Entonces si sales con Collin? -

- Si -

- Que emoción, mi pequeña como crece -

- No soy tu pequeña - rió.

- Cómo sea, estas grande Ali -

- Mirate tu, ya estas con planes de boda -

- Si tan sólo mamá estubiera aquí... -

- ¡Oye! Ella si esta aquí, nos observa desde arriba, además, me tienes a mi -

- Losé Alía, pero de verdad me hubiera gustado que estubiera aquí... en ese día... -

Cerré los ojos tratando de imaginarme como seria si ella estubiera aquí, la extraño bastante, si tan sólo no hubiera ocurrido lo que sucedió.

- ¡Hey! - las manos de mi hermana me acercaron a ella.

- Estoy bien... tranquila -

- Se que la extrañas mucho, pero ya no pienses en eso, te hará mal -

- Alía... ¿Tu recuerdas a mamá? -

Ella se quedo callada unos momentos, levante mi rostro para poder verla, sus ojos no decian nada.

- No... -

- Era lo que creía, estabas muy pequeña cuando sucedió -

- Aveces tengo sueños de ella, pero nunca consigo ver su rostro claramente, es realmente confuso -