17 de Abril.

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                                                                                                                                                                   17 de Abril.

Querida Emily:


   Me encerré en mi habitación a llorar para que nadie lo notara, pero supongo que el dolor en mi pecho era tan ruidoso que no fui capaz de escuchar mis propios sollozos, mi madre si lo hizo. De alguna manera entró a mi cuarto durante la madrugada y sentí su caricia en mi frente seguida de un beso, que como había supuesto, quedó marcado con labial rojo en mi mejilla; Esta vez no me molesté, de hecho por un momento me hizo sentir levemente mejor, levemente.

Se sentó en la cama a mi lado y yo reaccioné a cubrir mi rostro, había llorado tanto y no quería que ella lo notara... No es estúpida lo sé, se dio cuenta de inmediato. La sentí sacar algo de su cartera y fue entonces cuando se atrevió a hablar, dijo que lo sentía mucho, y me aconsejo un poco, dijo algo estúpido y aún sigo creyendo que es estúpido, pero ella confía en que me hará bien. La miré rápidamente y vi que tenía en sus manos un cuaderno y una pluma, me los entregó y luego salió de la habitación lentamente. Se veía triste, sé que lo estaba.

 Miré el cuaderno y la pluma y los guarde luego pensando que era algo completamente absurdo.

 Sigo pensando que es una idea ridícula, pero no por eso le negaré la oportunidad y quizás alguna vez me sienta bien al seguir una recomendación de esa mujer que tanto me ama. Y aquí estoy, escribiendo este tonto diario con la esperanza de sacar algunas cosas que siento bien dentro de mí, aquí estoy escribiendo sin saber si sea lo mejor o no... Pero me entrego a la tinta de esta pluma y dejo en ella una mezcla de sentimientos y lagrimas.

Mi madre dijo que podía plasmar lo que sentía y que quizás después de un tiempo este peso que siento vaya siendo cada vez menor, dijo que puedo escribirme a mi mismo, a ella, a mis amigos, a seres imaginarios, dijo que eso da igual pues al final de todo cada página de este cuaderno será para mi y nadie más que para mi, pero... Yo elegí escribirte a ti, te elijo nuevamente sabiendo que ya lo hice una vez y ahora estoy encerrado en mi habitación llorando y escribiendo tonterías con la esperanza de olvidarte, superarte o que en algún momento aparezcas aquí a mi lado. Te escribo aunque sé que jamás llegarás a leer algo de esto. Me escribo con la esperanza de que cuando sea mayor y encuentre este cuaderno nunca olvide todo lo que tuve que superar para llegar a ser quién sea que sea. Quizás le escribo a mi madre por si es ella a quien le toca encontrar mis escritos, para que entienda lo que siento. Para que me recuerde. Para que te recuerde.

Cartas para Emily.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora