Ellipsism

Capítulo 3

Cyara ve a la chica y luego suspira.

—Me duele el cuerpo—dice la rubia retorciéndose en la cama.

—No aguantas nada—Freya ríe de las muecas de la chica frente a ella.

—¿Eso crees?—pregunta Cyara.

Freya sonrió, definitivamente seria divertido para ella andar con alguien como Cyara, por mas raro que suene, Freya ya estaba imaginándose con la rubia. Hay que admitirlo, hacían bonita pareja, ambas siendo dos mujeres ardientes.

Horas más tarde las dos chicas se encontraban en una cafetería; ambas hablaban de sus vidas una con la otra, con total confianza.

—¿Tienes hijos?—pregunta Cyara mirando a la morena quién niega con la cabeza.

—Dios me libre de eso, pienso ser la tía millonaria sin hijos—dice la chica mirando a su acompañante.

Freya no quería niños, apenas podía cuidarse a ella sola, definitivamente si tenia un hijo, no sería la mejor madre del mundo.

—Entonces... ¿Estas soltera?—pregunta Freya mirando a la rubia, quién asiente con la cabeza. —¿Por qué?. Una chica tan ardiente como tú, debe tener muchos hombres atrás—Cyara juguetea con sus dedos sobre la mesa.

—Ningún hombre llama mi atención.

Freya arquea una ceja.

—¿Ah no?—pregunta relamiéndose los labios.

—No—vuelve a decir la rubia mientras niega con la cabeza.

—¿Y que hay de las mujeres, Cyara?—pregunta mirando directamente los ojos de la rubia.

Sabía lo incomoda que ponía más que incomoda a la chica frente a ella, pero no era algo que le importase, amaba hacer cosas como: incomodar a la gente; pero claro, de una forma erótica.

—¿Podrías cortar con tu rollo caliente?—pregunta la chica removiéndose nerviosa sobre la silla.

—Ugh, me gustabas más cuando estabas ebria—Freya rueda los ojos mientras hace una mueca.

—Definitivamente, estás loca—dice la rubia.

Cyara lleva el vaso de café a sus labios sin dejar de mirar a la morena.

—¿Loca por tu entrepierna?. Sí—dijo Freya, la rubia coloca la taza de café sobre la mesa y comienza a toser. —Va, va, va, ya parare, no quiero que mueras en medio de nuestra animada charla—la morena se mueve en la silla con una sonrisa. —Pregúntame lo que sea.

Si las miradas mataran, probablemente Freya estuviera cien metros bajo tierra; la rubia la miraba como si quisiera matarla.

—¿En que trabajas?—es lo que pregunta la rubia, dejando de lado el hecho de que casi se ahoga con café.

Freya relame sus labios, hace una mueca, y luego por fin, decide hablar.

—Soy dueña de un club nocturno, normalmente salgo a disfrutar de diversos lugares; me gusta probar cosas nuevas—menciona la chica, Cyara asiente con la cabeza. —¿Tú en que trabajas?—pregunta.

—Una empresa, todos los días la misma rutina de siempre—hace una mueca.

Freya toma la taza de café en sus manos y luego la dirige a su boca para tomar de éste, Cyara observa cada movimiento que hace la chica frente a ella.

—¿Por qué no haces cosas más... divertidas?—pregunta Freya.

—No hay nada divertido en mi vida; normalmente lo único que hago es sumar y restar cuentas, entre otras cosas—la morena sonríe.